Capitulo 8

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Era tan raro ver el lugar tan lleno de chicos, aunque todavía éramos pocos las habitaciones estaban casi llenas.

A la mañana siguiente solo nos dijeron que se incorporarían dos chicos, pasaron unos días pero no teníamos respuesta.

Nosotros seguíamos practicando y haciendo pruebas, Bael y Gabe seguían molestos por alguna razón.

Por la mañana nos despertamos por la presencia de Tanner, quien no entró silenciosamente.

—Chicos ellos serán sus nuevos integrantes —presentó— él es Ben anterior candidato para hacer su examen de supervivencia, el mejor de la clase y uno de los mejor en tácticas de armas que hemos tenido, y él es Carter, capitán del sector F, no hace falta decir en que es bueno, ellos conformaran su nuevo escuadrón —anunció para después salir.

Los dos chicos entraron, no se veía que fueran muy sociables y al parecer Gabe lo conocía bien.

—Que bueno verte otra vez —saludó Gabe con algo de desagrado.

—Lo mismo digo —respondió cruzándose de brazos.

—Bueno, bueno, tenemos practica así que nos vamos o seguirán con sus peleas infantiles —gruño Cam.

Todos nos dirigimos al campo donde practicábamos, ya habían otros escuadrones más practicando.

Ese día entrenamos mucho pero en especial Gabe, parecía que se estaba esforzando demasiado, más que los otros días, como si quisiera probar algo.

Ben y Gabe empezaban a tener cierta competencia entre ellos, mientras Bryce, Cam Bael y yo hacíamos lagartijas se me ocurrió preguntar.

—¿Y ellos que se traen? —pregunté a los chicos.

—Ellos solían ser mejore amigos de pequeños —empezó a contar Bael quien estaba junto a mi —pero con el paso del tiempo todo empezó a venirse abajo, para cuando yo salí del campo infantil ellos ya no eran amigos.

—Era lógico, tu hermano iba empeorando y Ben iba mejorando, uno de los dos iba a fallar, eso suele pasar —explicó Cam.

—¿A ustedes les pasó? —preguntó Bryce.

Ellos se miraron y empezaron a reírse.

—Callan era súper competitivo, siempre bajo la sombra de sus hermanos o bueno de Tanner, en las pruebas fue el primero en salir como su hermano solo que el idiota no volvió como su hermano —contó Cam nada sutil.

—Bueno ustedes lo sabrían si no hubieran escapado —intervino Bael.

En ese momento Linden llegó corriendo.

—Gabe y Ben se enfrentan en combate —exclamó.

Dicho eso todos salimos corriendo, frente a nosotros estaban los dos chicos a punto de pelear.

—Creo que deberían pararlos no creen —dijo Carter.

—A ver inténtalo —exclamó Bael enojado por la estupidez que iba a crear su hermano.

—Eso no importa mejor le sacó provecho —dijo Cam.

El castaño empezó a llevar acabo las apuestas y todas iban en contra de Gabe.

—¿Apuestas Masón? —preguntó Cam con un montón de dinero en sus manos.

—No lo creo —era él único que pensaba que era una locura.

—Yo apuesto cien a Gabe —intervino Carter seguro, saco el dinero de uno de sus pantalones.

Aún en guerra el dinero aquí corría más rápido que los chismes, al día podías conseguir entre cincuenta y cien créditos por nada.

Ambos nos quedamos asombrados, Cam no dijo más y se fue con el dinero.

Ambos empezaron a luchar, Ben era más pequeño que Gabe por casi diez centímetros pero daba unos golpes que llegaban a la cabeza de Gabe.

Ambos se veían mal pero por alguna razón Ben se quedo inmóvil, en ese momento Gabe aprovecho y lo golpeó justo en la cara.

Fue entonces cuando Ben se quedo tirado, Gabe había ganado.

Lo último que vi fue como Bael sacaba a su hermano molesto del lugar y Ben como se levantaba molesto.

Cam le dio su dinero a Carter y como había sido el único que había apostado a Gabe se había llevado la mayor parte, claro menos la alta comisión de Cam.

—¿Cómo sabias? —le pregunte a Carter.

—Es mi hermano, lo conozco, tiene problemas al pelear después de los cinco minutos de pelea simplemente se paraliza, por eso necesita un arma, sin ella no ganaría muchas peleas —explicó.

—Todos decían que Gabe no soportaría ni cinco minutos, como sabias que él resistiría —comenté aún confundido.

—Por que tanta ira acumulada no se puede aguantar —susurro, dicho eso él levanto a su hermano y se lo llevó.

Todos volvimos a las habitaciones Bael, ponía una bolsa de hielo sobre su hermano algo violento pero nada de que preocuparse.

Por la noche todos estábamos en la habitación cuando entro Tanner.

—Que mierda tienen por cerebro, acaso no piensan —gritó enojado.

Obscuridad absolutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora