Capitulo 15

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Mi vida era un asco, no entendía cómo podía volver a lo mismo del año pasado.

Ahí estaba yo a punto de que una aguja atravesará mi vena y me sacaran sangre, una sangre que podía matar a cualquiera.

Había hablado con algunos doctores y Aiden me habían explicado el proceso, sonaba menos aterrador que la última vez.

Tome las píldoras de colores un día anterior para que no reactivaran el virus, ahora ya lo sabia, las píldoras solo lo controlaron.

El virus seguía en mi por eso cuando no las tome me sentí mal, pues parte del componente era anestesia para no sentir.

Pasado un tiempo el virus se hacía lento, me sacarían un litro al día repartido en tres veces durante dos semanas.

Al principio no pensaba que fuera tan grave pero después de ver los informes e investigar no era nada bueno, era casi peor que la última vez y en verdad tenía miedo.

Llegué por la mañana, eran las cinco así que mis amigos todavía dormirían dos horas más, llegue a la enfermería, ahí estaba Aiden junto con Carter.

—¿Estás listo? —preguntó Aiden animado.

—No realmente —contesté algo nervioso.

—Siéntate será rápido —me calmó Carter.

Me senté en un sillón, Carter colocó una aguja que se conectaba a un tubo grueso que iba directo a una máquina.

—¿Listo? —me pregunto, yo solo asentí.

Él prendió la máquina, vi mi sangre pasar a través de el tubo, media hora después ya había terminado.

—Ya me puedo ir —dije pues si me iba ahora podía dormir una hora más.

—Claro —contesto Aiden.

Me levante algo mareado pero un poco después se me pasó, llegue a la habitación y me acosté a dormir la hora que me quedaba.

—Muy bien arriba todos —grito Preston.

El chico llegó prendiendo las luces como de costumbre.

—Hoy será un largo día —animo.

Fuimos a desayunar como todas las mañanas, el lugar estaba lleno pero tomamos la mesa de siempre.

Preston se quedó con nosotros para desayunar.

—Toma muchacho —dijo aventándome una barra de chocolate.

Todos nos quedamos sorprendidos, eran tan raras que era difícil conseguir una, yo solo había comido dos en toda mi vida.

—Gracias —exclamé feliz.

—Eso es favoritismo —se quejó Cam.

—Cuando hagan lo que hace su amigo les daré chocolates a todos, ahora Mason si le das alguno de tus compañeros chocolate no te dará más —amenazo serio.

—Así que me dará más —sonreí haciendo enojar más a Cam.

—Cómelo —ordenó dando vuelta para salir.

—SI me das no se lo diré —sonrío Cam torpemente.

—Cuando seas rata de laboratorio te lo darán mientras tanto no molestes —gruñí.

Él me miró molesto, abrí el chocolate.

Caleb me miró con esos ojos de perrito triste, corte un pedazo y se lo di por debajo de la mesa, él sonrío.

Nos llevaron a entrenar, llegamos al lugar de siempre, Preston vio sus papeles donde anotaba todo.

—Muy bien vamos, todos inicien con diez vueltas —ordenó, todos nos quejamos.

Estaba listo para correr cuando me detuvo.

—Tu no Masón —dijo serio.

—¿Por qué? —pregunté confundido y algo molesto.

—Te sacaron sangre por la mañana y en un par de horas igual así que no no correrás, siéntate ahí y organiza los expedientes —ordenó.

Me queje y a regañadientes lo hice, un par de horas más tarde estaba de vuelta en esa habitación para que me sacaran de nuevo sangre.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Aiden.

—Estoy bien, no es para tanto —me queje, odiaba que me trataran así.

—Que bien por qué sacaremos lo que falta para evitar que vengas en la noche —explicó Carter.

—¿Eso es seguro? —pregunté nervioso.

—Tal vez estés cansado pero te pondrás bien —me calmó Carter.

Él colocó la aguja en mi brazo y prendió la máquina, esta vez tardo un poco más.

—Bien eso es todo, ve a la cafetería y come algo, si te sientes mal ven —exclamó Aiden a cargo.

—Te acompaño —se ofreció Carter, ambos salimos.

—¿hallaron algo? —pregunté mientras caminábamos por el pasillo.

—En realidad no —contestó él mirando el suelo —pero lo harán.

—Genial —pronuncie cansado.

Pensé que no me afectaría pero si, mi cuerpo temblaba y la vista se me empezaba a nublar, de repente el pasillo empezó a moverse.

—Masón —escuché la voz retumbar en mi cabeza— Masón —me llamó.

Trataba de encontrar la pared con la mano pero no pude, todo se volvió oscuro.

Desperté con dolor de cabeza, estaba en la enfermería, Aiden estaba a mi lado al igual que Carter y por alguna rara razón también estaba Cam.

—¿Qué pasó? —pregunté confundido.

—Te desmayaste, al parecer no estás tan bien para sacarte sangre, tus defensas están bajas y tu cuerpo débil —explicó Carter.

—Entonces dejaran de sacarme sangre —concluí feliz.

—No Masón seguiremos con esto, pero estarás aquí las dos semanas así evitaremos que te pongas mal —me dijo Aiden.

—Bien... pero que hace Cam aquí —exclamé confundido.

—Salvo tu vida —contestó molesto.

—Aja, si claro, ya que hace aquí —repetí abrumado.

—Te daremos una transfusión para que te pongas mejor, tu tipo de sangre es difícil pero para tu suerte Cam tiene tu mismo tipo de sangre, así que recibirás su sangre —contestó Carter.

—De nada —gruñó.

—Oh tú solo lo haces por el chocolate —exclamé algo molesto.

—Te ayudará no, así que las razones no importan —se defendió divertido.

—Estoy bien, no necesito la transfusión —los calme algo molesto.

—La necesitaras, mañana será peor —dijo Aiden.

—Pensé que me dejarían descansar —contesté confundido.

—No tenemos tiempo —dejó en claro para salir.

Nos quedamos en silencio por un momento.

—Entonces la sacaras o no —apuro Cam desesperado.

—Has que le duela —pedí a Carter.

Le sacaron poca sangre pero aun así le dieron chocolate.

Me pusieron la sangre, no me sentí mejor pero dijeron que me ayudara para mañana, lo único lindo era que me daban todo tipo de comida dulce, incluyendo galletas y panqueques.

En mi cumpleaños mi mamá me prepara los mejores panqueques del mundo, solo los comía en mi cumpleaños y solo los hacía para mí.

Mis hermanos decían que yo era el favorito y lo creía hasta que me trajeron aquí y desapareció.

Siempre pensé que ella lucharía por recuperarme, pensé que no me abandonaría pero no fue así, ella desapareció y estaba muy seguro de que no volvería.

Obscuridad absolutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora