Capitulo 22

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Habían pasado ya unos días y me sentía mejor aunque ellos seguían insistiendo en que tenia que descansar.

—¿Te vas a comer eso? —preguntó Cam acechando mi panecillo.

—Puedes comértelo —accedí sin mirarlo.

Él estaba a punto de comérselo cuando entro mi hermana.

—Hey deja la comida de mi hermano —exclamó ella golpeando a Camren en la cabeza.

—Tranquila yo sé lo di —la calme mirándole.

—Si primor relájate un poco —exclamó él mordiendo el panecillo.

—Anda primor —remarcó— largo de aquí.

Él se levanto sin ates acercarse a mi.

—Tu hermana es sexi —confesó para después irse.

Solo sonreí.

—No has comido nada, ¿Estas bien? —preguntó ella intranquila.

—Puedes parar con eso —pedí era la cuarta vez que lo preguntaba en el día.

—Estoy preocupada por ti —confesó ella tomando mi mano.

—Pues preocúpate menos quieres —exclamé levantándome de la camilla.

Iba a ir con Tanner pero al llegar a la puerta me di cuenta que no estaba siendo justo con ella.

—Lo siento —me disculpe sin mirarla.

Cruce los pasillos topándome con todos hasta que llegue con Tanner, mi hermano estaba con él hablando.

—Interrumpo  algo —dije cansado.

—No, ya me iba —exclamó mi hermano pasando de mi.

—¿Todo bien? —preguntó él limpiando el arma.

—Cuando es la siguiente misión —curiosee firme.

—Ya no hay más misiones, en una semana iremos al punto X —exclamó él en un suspiro —todo o nada campeón.

—Bien, estaré listo —aseguré.

—No Masón, no irás —aclaró él mirándome firme.

—De que hablas —exclamé molesto.

—Mañana todo el personal no militar será trasladado a una zona segura —explicó— irás con tu familia.

—No, no puedo —asegure— está es mi pelea

—Lo siento pero tú hermano tiene razón debes dejar todo atrás —contestó poniéndose de su lado.

—Mi hermano que va a saber ni siquiera termino la escuela —exclamé frustrado.

—Y por quién no la termino —me recordó retador— retírate ahora que puedes, ambos sabemos donde termina esto.

—Es que no puedo —contesté molesto— no puedo pretender que esto no está pasando, no puedo olvidar que alguien al que alguna vez amé me haya lastimado tanto, alguien que a pesar de todo sigo amando y no puedo fingir estar feliz cuando por dentro me estoy derrumbando.

Él se quedó callado por un momento.

—Para ser honestos no finges muy bien —se burló él.

—Tanner —exclamé serio.

—Me preocupas Masón y no quiero que salgas herido otra vez —comentó cansado— pero sé que guardarse las cosas no te hará sentir mejor.

—¿Me dejaras ir? —pregunté sonriendo.

Obscuridad absolutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora