Capitulo 6

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Después de pasar unos días en las pruebas médicas empezamos con los entrenamientos, era tan cansado, era mas duro que en la academia.

Los demás parecían llevarlo bien y yo parecía estar en mal estado físico, también las dudas me estaban matando, no sabia que era lo que estaba dentro de mi, lo que según Emma decía que era súper importante.

Así que decidí preguntarle a Aiden ya que él era una de las personas que estaban en el proceso.

Aiden nos visitaba cada noche, ahora nos habían dado habitaciones a cada uno.

—Bien muchacho las luces se apagaran dentro de poco, será mejor que duermas mañana será un largo dió —expresó sonriendo.

—Aiden tengo que preguntarte algo —pedí.

—¿Qué pasa muchacho? —preguntó sentándose en el borde de la cama.

—¿Qué pasa conmigo? —pregunté nervioso.

—A que te refieres —contestó confundido.

—Pues que es lo que me hicieron, que le hicieron a mi sangre, que fue lo qué pasó desde el principio, se que nunca falle las pruebas...

—No nunca lo hiciste, sacaste uno de los mayores promedios incluso mejor que el mío —contestó apenado.

—Entonces por que me pasó esto —exclamé con la voz quebrada, como si todo lo que me hubiera pasado me estuviera golpeando más que nunca.

—Masón ya paso olvídalo —recomendó.

—No, nunca e tenido respuestas, como por que mi padre murió y nunca vi su cuerpo o por que las personas eran malas con las personas como yo, yo... solo quiero saber por una vez la verdad.

Él se quedo serio por un momento hasta que habló.

—El día de las pruebas, ¿Lo recuerdas? —preguntó serio.

—Si claro que si —contesté.

—Al principio todos reciben una inyección y al final reciben otra, el virus se inyecta en todas las personas, el tiempo en lo que tarda hacer el efecto es unas horas por eso no afecta en los resultados de los exámenes —explicó— algunos sienten los cambios por eso se desmayan pero se reponen, a diferencia de ti los resultados fueron excelente pero en tus estudios tu sangre mostraba un patrón diferente a los de los demás, así que decidimos hacer la prueba contigo, la inyección contenía un virus letal y la inyección final tenía la cura.

—Entonces pudieron curarme desde la primera vez que me vieron —exclamé

—Así es pero era parte del experimento, había un 90% de que no funcionará y murieras en las primeras semanas pero fuiste más haya, los otros niños que no recibieron la cura murieron en dos semanas, tu duraste casi dos meses, eso fue asombroso —exclamó sonriendo— cuando descubrieron el proceso que ocurrió contigo decidimos pasar a la fase dos, cuando te colocamos la cura tu cuerpo la absorbió demasiado rápido para curarte por eso estuviste tanto tiempo en el hospital.

Empezaba a perderme y no entender lo que decía.

—Con el tiempo descubrimos que tu sangre se regeneraba rápido, las cápsulas de colores hacían que tu sangre se hiciera más fuerte.

—Por eso querían mi sangre —entendí.

Él asintió.

—Tu sangre la usamos en pruebas con animales, descubrimos que se podían regenerar y ser mas fuertes incluso ante una bala, el problema fue que tu sangre por alguna rara razón no funcionaba en ti, ni en los humanos, una ligera dosis de tu sangre los mataba debido que era tan pesada que su corazón no lo soportaba, no hemos podido saber que alcanza tiene tu sangre en otras personas para el bien.

Obscuridad absolutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora