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Parte 2

Romper el ciclo. Romper el ciclo. Romper el ciclo.

Las palabras del psicólogo Charles se mezclaban con las de su padre, y ya sabía lo que debía hacer. Lo veían muy claro ante sus ojos, a pesar de que le seguía doliendo, pero también sabía que ese dolor amainaría con el pasar de los días, las semanas, los meses. El tiempo lo iba a curar.

Ahora, en ese preciso momento, necesitaba un abrazo.

No tardó en llegar a casa, cruzando el patio y esperando que mamá hubiera dejado de trabajar. Cuando entró, el lugar estaba tranquilo, como si sus hermanos no estuvieran.

Mamá estaba en la cocina, preparando la cena. Al cerrar la puerta, ambos ojos conectaron, y con una elegancia envidiable, como si fuera una pantera, el omega se movió hacia él.

—Los chicos llevaron a Yeji a dar una vuelta —dijo Nunew antes de abrazarlo, y eso fue todo. Eso fue suficiente para que Lian se derrumbara.

—Mamá —habló, llorando como un niño pequeño—, mamá...

—Lo sé —suspiró Nunew—, lo sé, mi cachorrito.

Nuevo llanto sin control alguno y mamá sólo lo abrazó con cariño, con tanto amor, que Lian lloró con más fuerza, porque se dio cuenta en ese momento de que él no sabría qué hacer sin mamá. No sabría qué hacer sin que mamá estuviera a su lado, y su corazón dolió sin control alguno cuando pensó en papá y lo que le acababa de contar. Él no podía imaginarse a un niño creciendo sin ese tipo de amor, ese cariño infinito de mamá.

—Papá... papá me lo dijo... —sollozó en sus brazos una vez se movieron al sofá para que pudieran estar más cómodos—, me dijo sobre... sobre su madre...

—Oh —Nunew le besó la frente—, ¿quieres hablarlo conmigo?

—No —él no se sentía capaz de replicarlo, de decir todo lo que había escuchado, pues eso sólo le provocaría nuevo llanto—, yo sólo... Sólo... Estoy muy triste, mamá...

—Está bien sentirse triste —dijo Nunew—, y está bien llorar. No te preocupes, llora lo que desees, mamá está aquí para sostenerte.

Creyó que no podía llorar más fuerte, pero esas palabras lo lograron.

Nunew sólo lo escuchó soltar todas esas lágrimas, dejando que se desahogara de ese dolor que le venía torturando desde hacía mucho tiempo. Cuando sus cachorros llegaron del colegio, diciéndole lo que había pasado, tuvo un primer golpe de miedo de que Lian resultara más dañado de ese encuentro. Hasta quiso llamar a Zee para detenerlo y prohibirle

acercarse a él. Sin embargo, se forzó a respirar para tranquilizarse y no ceder al pánico.

Él no sabía qué pretendía Zee. Un lado suyo quería agarrarlo, interrogarlo y luego atacarlo por estar alterando tanto a sus hijos de esa manera, pero otra... Otra, sentía como esa presión que estuvo en él a lo largo de esos casi cuatro años (cuatro, sí, cuando todo comenzó a

derrumbarse en su vida) pareció disminuir un poco, como si algo (o alguien) hubiera levantado el peso de su espalda. Había un ligero alivio de ver que sus cachorros estaban retomando sus vidas como debía ser, con el llanto incluido, porque el llanto significaba que estaban liberando todo eso que reprimieron tanto tiempo.

Más tarde hablaría con Zee para averiguar un poco más sobre lo que conversaron.

Lian lloró unos minutos más, desahogándose, y logró calmarse al poco tiempo. Nunew le limpió las mejillas encharcadas, dándole otro beso más, sólo que ahora en la frente.

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⏰ Última actualización: 12 hours ago ⏰

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