Capítulo Ocho

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Al atardecer caminé a la casa de Selena. Ella estaba nuevamente esperándome afuera. Apenas me vio me dio un abrazo de esos que tanto me gustan.

Estaba ansiosa por verte-. Me dice ella dirigiéndose a mis labios a punto de darme un beso.

Yo también-. Dije dando un paso atrás.

¿Qué tienes Justin?-. Añade Selena acercándose a mí.

No sé, sólo que estoy algo cansado-.

Pero no hay razón para que me rechaces así-. Rodea mi cuello con sus brazos depositándome un beso. Le correspondí el beso, mi mente navegó a un recuerdo de aquella noche cuando estuve con mi jefa, la abracé fuerte y apenas pude decirle:

Lo siento Selena, adiós-. Caminé rápidamente, dejándola ahí toda desconcertada y algo confundida, yo no sé que tenía o que rayos me pasaba, no entendía ¿por qué había actuado con ella así? Por un lado no sabía cómo terminar con ella porque yo no quería seguir con esa farsa, todo fue una apuesta, ya la gané creo que no tenía más nada que hacer con ella. Además ni en serio la estaba tomando.

Llegué a la casa de Luke después de caminar unas cuatros cuadras, toqué su ventana y él rápidamente salió abrirme la puerta.

Nos sentamos hablar en la acera. Él me mira fijamente y dice:

Pensé que no ibas a venir-. Luego abrió sus ojos bien y se me acercó. ¿Qué tienes? Te noto algo triste-.

Estoy bien, sólo que no sé-. Mire al suelo agarré una piedra y lancé fuerte.

Recuerda que puedes confiar en mí, para eso somos amigos ¿no?-. Añade él nuevamente insistiendo.

Suspiré y le conté todo, como inicio el juego con Selena, lo de la apuesta, aquella noche con mi jefa. Sin duda pude desahogarme, Luke me inspiraba mucha confianza, el se miraba algo asombrado, pero me dio buenos consejos.

No termines a Selena, sé que no la quieres, pero sigue con ella, haber si de pronto le empiezas a querer de algún modo, no te ahogues tu solo. La vida sigue, a veces algunas cosas simplemente deben ocurrir-. Dijo él dándome un abrazo.

Gracias tienes razón marico-. Saqué mi teléfono ya eran las 9:00pm. Tengo sed ¿me das agua?-. Cuestioné.

Vamos y te preparo Nestea-. Responde él levantándose y dirigiéndose adentro. Yo le seguí hasta llegar a la cocina.

Preparó la bebida y tomé, hizo algo ligero de comer, como unas arepas rellenas con jamón y queso. Luego de cenar antes de irnos a dormir llegaron sus primos y un compañero de clases con quien solía pasar en sus tiempos libres, antes de salir hablar con ellos me pidió que fuese a su habitación y no saliera de ahí, yo algo confundido fui al cuarto y me quedé allá mirando la televisión.

Me asomé por la ventana y estaban hablando y riendo de quien sabe que. Yo puse el canal de caricaturas y me distraje un poco viendo. Al cabo de pasar media hora me dio sed nuevamente, agarré mi teléfono y le marqué a Luke.

Inicio de llamada telefónica

¿Qué pasó?

Tengo sed, dame agua.

Marico si eres arrecho, ve y toma agua, en la nevera hay, tampoco soy tu esclavo loco.

Ok, gracias.

Fin de llamada telefónica

Quedé sorprendido, no entendí porqué me habló así, si hace unos instantes se porto bien, caminé a la cocina tomé agua; cuando regresé a la habitación me quité el pantalón quedándome en uno shorts que llevaba puesto debajo. Apagué el televisor, la luz y me acosté a dormir.

DEMASIADO TARDE |En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora