Capítulo Uno

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Al día siguiente me levanté temprano porque debía ir a trabajar, así que tomé un baño. Luego desayuné y tomé mi bolso despidiéndome de mi madre, mientras ella se acerba a mí para arreglar mi peinado.

Le di un beso en la mejilla, y caminé hasta la parada del bus. Por suerte el bus iba pasando y me monté, tuve que irme de pies pues se encontraba lleno de personas que madrugaban a trabajar y jóvenes que iban al colegio.

Cuando llegué a la oficina, agarré unas carpetas y entré al depósito de papelería, tenía que hacer un inventario de todo lo que se encontraba ahí. Empecé a contar unos talonarios que se encontraba en la repisa cuando escuché a Daniel detrás de mí.

Él no trabaja ahí, él es hijo de mi jefa, y desde hace un año atrás nos habíamos hecho muy buenos amigos. Me pidió que lo acompañara a su habitación que estaba diagonal al depósito de papelería.

Cuando llegué a su habitación la cual se encontraba desordenada, pero no era nada nuevo para mí. Quiero que le des 'me gusta' a las fotos que subí en Facebook-. Me dijo él mientras me pasaba su laptop.

La recibí y me senté a la cama de él mientras lo miraba fijamente con algo de seriedad. ¿Por qué me miras así?-. Me preguntó levantando una ceja.

¿No podías esperar a que yo entrara y las viera?-. Le dije haciendo un gesto de disgusto.

Lo sé pero es que no sé con eso quiero que me digas si están bien o sino para borrarlas y ya relájate-. Respondió él sentándose a mi lado.

Cuando inicié sesión tenía una solicitud de amistad pendiente, cuando revisé era de una chica llamada Selena Gómez. No lo puedo creer marico-. Dijo Daniel mientras se reía descontrolada mente.

No entendía ¿por qué se estaba riendo?, entonces lo miré y le pregunté. ¿Quien es ella?

Él se me acercó arrebatando me la laptop y dando click en 'confirmar amistad'. – Es la chamita más ácida del colegio-. Respondió aún muerto de risa.

Rápidamente le quité la laptop para no confirmar esa solicitud, pero ya era demasiado tarde, ya prácticamente para Facebook éramos amigos. Loco si es la chica más ácida del colegio, entonces ¿para que la agregas?-. Le dije mientras fruncía mi ceño.

Si ella te envió una solicitud es porque quizás le gustas-. Respondió él aún riendo.

Ni siquiera me conoce-. Respondí yo mientras lo miraba con una cara de 'te mataré'.

Deberías cuadrarte con ella marico después de todo está buena para tirar-. Me cuestionó él con un tono de perversidad.

No, gracias. No necesito algo fácil, yo busco algo serio loco-. Le cuestioné yo con un rostro sereno y tranquilo.

Lo dices porque no eres capaz de hablar con ella ni con cualquier chamita, se nota que no tienes experiencias-. Me respondió él intentando callarme, pero solo logró que yo me molestara.

¿Cómo que no? sólo que no me llama la atención por lo tanto no quiero cuadrarme con alguien que recién miro y de paso por fotos marico-. Respondí yo algo odioso.

Apuesto que no serías capaz de ni siquiera enamorarla-. Me dijo él retándome.

¿Qué quieres apostar?-. Le dije yo mirándolo fijamente a los ojos.

Ah ¿quieres apostar? bueno hagamos-lo; Si la enamoras en menos de 2 semanas te daré el celular que ya no uso desde que me compraron este, pero si no logras eso aceptas ser mi esclavo por 1 año.

Acepto-. Respondí yo, pues me había retado y no pretendía dejarlo salirse con la suyas.

Él me miró, se rió y me dijo: Ya quiero escuchar los chismes de que 'Justin Bieber sale con la más ácida del colegio'-.

Lo fulminé con la mirada y le dije: Lo hago sólo para mostrarte que si puedo hacerlo más no porque quiera, ¿ok?-.

Él solo rió más fuerte y dijo: Gracias a Dios no eres tan popular-.

Sonreí levemente y respondí. Eso es lo que tú crees-.

Me levanté después de haber cerrado sesión en Facebook y haber dejado la laptop en la cama. Salí sin decir nada de la habitación para seguir haciendo aquel dichoso inventario que me esperaba en el depósito.

(...)

Ese mismo día por la tarde mientras descansaba después de haber almorzado, me senté frente a una de las computadoras de la oficina, ya que no había más nadie presente.

Inicié sesión en Facebook, y vi en mis notificaciones algunos 'me gusta' que ella le había dado a mis fotos y de repente cuando reviso los mensajes pendiente había uno de ella que decía: "Hola, quien eres" a lo que me quedé pensando y me dije a mi mismo ¿será que podré enamorarla en 2 semanas? bueno que más da, haré por lo menos el intento.

Hola hermosa' ¿cómo estás?-. Le respondí yo el mensaje de Facebook.

Bien y ¿tú? ¿De dónde eres?-. Responde ella inmediatamente (si rayos, estaba conectada).

Me sentí algo nervioso, pero le respondí. – De Guasdualito y tu igual ¿supongo?

Si-. Responde ella algo seca, luego de eso empecé hacer preguntas como gustos, hobbies, a que se dedicaba en sus tiempos libres. Sin duda era una chica con gustos algo raros, bueno nunca imaginé que la música rock, le gustara a las chicas; lo que si me gustó fue cuando dijo que amaba la poesía del resto normal no teníamos nada en común, éramos totalmente opuestos.

Luego de conversar por un buen rato sin pensarlo le pedí que fuese mi novia. A lo que ella me respondió que le parecía algo muy apresurado pues ni siquiera no habíamos visto.

¡Maldición! ella tenía razón ¿En qué pensaba cuando le pedí eso? Al cabo de un rato me despedí y me desconecté porque ya estaban llegando los demás trabajadores de la oficina y necesitaban la computadora para seguir con sus labores y yo debía volver al depósito a seguir con el inventario.

(...)

Cuando eran ya las 4 de la tarde yo estaba en el depósito escuchando música a bajo volumen desde un radio, solía poner 'Imaginación 99.5 FM' era la única emisora donde pasaban música de mi gusto.

Mientras yo estaba sentado en una silla de ruedas donde vueltas como un niño y coreando una canción en inglés, ni sabía que decía pero bueno hacia el intento de imitar las palabras de la canción.

¿Cómo va el proceso de enamoramiento con Selena?-. Dijo Daniel sarcásticamente.

Progresando, ya por lo menos hablamos-. Le respondí yo de una manera tranquila, y volviendo a ordenar unas carpetas que tenía en el suelo.

Ah sí? no sé pero algo me dice que mientes Justin.

Me levanté de la silla y me le puse en frente y le dije: No soy perdedor como crees ni un mentiroso como insinúas.

Está bien, cálmate-. Dijo Daniel saliendo del depósito.

Cerré la puerta y lo oí de lejos decir que siguiera con mi trabajo y dejara de jugar como un niño, no querrás que llame a mi mamá. Reí por lo que dijo y seguí con mi trabajo de cierto modo tenía razón.

DEMASIADO TARDE |En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora