Capítulo Diecinueve

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Al llegar a la universidad, Nicky Minaj me saluda con un cálido abrazo notando la alegría que traía dentro, me tomó de la mano y me llevo a la tarima más cercana.

Quiero que me cuentes ¿Qué pasó? Noto mucha emoción en ti, cuéntame-. Dice Nicky algo intrigada.

Bueno eh... lo que pasa es que volví con Selena-. Pude decir apenas balbuceando.

¿En serio? Ay qué lindo, me alegra mucho Justin, ustedes hacen una excelente pareja-. Dice Nicky sonando más emocionada que yo.

A Nicky siempre le ha gustado los finales felices, el romanticismo, sin duda esa persona que logre conquistar su corazón con sólo ser romántico y detallista se gana el corazón de esta bella y sexy mujer.

Bueno yo sólo espero que esta vez, todo funcioné de verdad y que todo salga bien-. Dije sonando muy seguro.

Nicky, Justin-. Nos interrumpe una voz masculina de un compañero de clases que no me cae nada bien. – Hoy no habrá clases, el profesor acaba de confirmar a través de un mensaje de texto-.

Vámonos Justin, y Charlie gracias por avisarnos-. Dice Nicky halándome del brazo para irnos.

Nos levantamos y nos fuimos, yo la acompañé hasta su casa, y seguí mi camino hasta mi casa. Al llegar a mi casa tiro mis cosas en la mesa me quito la ropa y me acuesto a dormir.

(...)

Al día siguiente voy a trabajar como ya era de costumbre, recibí mi paga retrasada del mes anterior, pues por el secuestro de la jefa los presupuestos han disminuido que hasta han tenido que despedir muchas personas.

Saqué cuentas y tenía reunido 2mil bolívares fuertes. La cual me harían falta solo 3mil y podría comprarme una moto ya usada. Era una loca idea que empezó a rondar hace poco en mi cabeza y deseaba ansiosamente poder tener una lo más pronto. Hablé con mi jefa la mamá de Elle para que me ayudase.

Hola jefa, oye necesito que me ayudes con algo-. Digo intentando sonar algo seductor. – Yo sé que así tu y yo podríamos beneficiarnos mutuamente, bueno sólo opino no sé tú-.

Y ahora ¿qué loca idea se te ha ocurrido?-. Dice ella tomando la defensiva.

Quiero comprarme una moto, solo tengo 2mil y logro conseguir los 3mil podré comprarme una moto usada-.

No, yo opino que si te vas a comprar una moto, debe ser una que tenga papeles y que sea originalmente tuya-.

Pero una moto de esas sale mínimo en 12mil bolívares y me es imposible-. Soné algo desanimado.

No te preocupes por eso, ven vamos a mi habitación-. Me toma del brazo y nos vamos a su habitación.

En su habitación ella me detiene en frente de su cama y empieza a besarme de una manera exorbitante, mientras ella me devoraba a besos, sus manos viajaban por mi pecho intentando quitarme la camiseta. Pero para aligerar las cosas la separe un poco de mí, me quite rápidamente la camisa y la tiré al suelo, puse mis manos en sus mejillas y seguí besándola mientras ella sola desabotonaba su camisa, al terminar de desabotonarla se la quita y la deja caer también al suelo.

Yo inmediatamente lleve mis manos a su espalda para quitarle violentamente los sostenes que me impedían ver sus grandes senos. Al quedar libres baje lentamente besando su cuello hasta llegar a sus senos y devorarlos a besos y chuparlos mientras ella muge de excitación.

En esas ella pone sus manos en mi mejilla y me sube haciendo que mi boca se encontrara con la suya para seguir devorándonos a besos. Al cabo de unos segundos ella me empuja haciéndome caer en la cama, mientras ella se sube encima de mí bajando mi cremallera, mi bóxer y agarrando con sus manos mi miembro, mientras este estaba erecto por la ocasión sensual.

Paso su lengua por todo mi miembro hasta introducirlo todo en su boca y hacer juegos con él. Ella se levanta rápidamente y se desabrocha el blue jean bajándoselo, quedando en unos sexys hilos rojos. Vuelve a subirse encima de mí, para acercarse a mi boca y depositar un beso mojado en mis labios, haciendo que su contextura dejará un sabor delicioso que provenía de su boca, era dulce, pues a ella le encanta comer a cada rato golosinas y chocolates.

Luego se postró encima de mí para introducir mi miembro en su vagina y empezar a subir y bajar rápidamente, sin duda se sentía una maravilla, y más siendo una hermosa mujer como mi jefa, sus senos eran mi debilidad no dejaba de tocarlos y en algunas ocasiones los chupaba de manera exorbitante.

Al pasar unos minutos de acción sexual, ella se postra en la cama bocarriba, yo me acerqué abrí sus piernas e introduje mi miembro dentro de ella, y empecé hacer mi trabajo de manera más rápida hasta llegar al clímax. Luego me acosté al lado de ella para descansar un poco ya que la acción había sido exquisita.

Ella se encorvaba en la cama y aún gemía de placer, al yo percatarme de eso, volví a mi posición para seguir con el segundo round.

(...)

Ese momento estuvo lleno de placer salvaje, disfruté mucho ese momento, yo estaba en el baño, bajo la regadera enjuagando el jabón que tenía encima mientras mi jefa se estaba vistiendo ya porque ella tomó una ducha antes que yo. Aunque me hubiese gustado bañarme con ella así hubiésemos cumplido el cuarto round.

Me envolví la toalla, y al salir del baño veo en la cama un papel al lado de mi ropa, me acerco, restregó mis manos rústicamente en la toalla para secarlas y tomar aquel papel, la cual era un cheque de 15mil bolívares fuertes con una nota al lado que decía, mejor cómprate una moto nueva amor. Me gustaba ser el sumiso de esta jefa y más que está muy buena, valía la pena no solo pasar momentos de placer sino las recompensas que lograba a cambio.

Sin duda estaba emocionado, ya tenía para comprarme una moto nueva, me alisté y salí de la habitación de ella. Me dirigí al depósito tranquilo y relajado, me sentía muy bien.

Puse un poco de música, agarré la escoba y empecé a barrer el depósito pero al parecer terminé bailando con la escoba, la emoción de saber que me compraría una moto me tenía loco.

Vaya y ¿qué estamos celebrando?-. Dice Katy quien pasaba por ahí y se extraño verme hacer loqueras y más con una escoba. – Y si así bailas con una escoba no quiero saber cómo bailas con una persona-.

Obvio normal Katy-. Me reí. – Sólo que de repente me sentí bien y quise perder un poco el control, no hay que vivir estresados-.

Tienes razón-. Dice adentrándose al depósito y agarrando su escoba para terminar en actos locos de bailes y burlas.

Parecíamos dos personas dementes haciendo morisquetas extrañas y nunca antes vistas.

(...)

Al salir del trabajo, ya había cuadrado con Austin que no iría a clases, y que él me pasaría buscando por la oficina.

Sin duda fue muy puntual, porque cuando salí él ya estaba ahí afuera esperándome. Andaba en la moto de su padre y bueno habíamos quedado en pasarla bien.

DEMASIADO TARDE |En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora