Capítulo Treinta y Siete

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Chris me mueve ordinariamente para despertarme a lo que yo desperté pero disgustado por eso.

Toma Danielle necesita hablar contigo-. Dice Chris pasándome su móvil. Lo fulminé con la mirada y recibí el teléfono para contestar.

__ ¿Qué pasó Danielle?-. Pregunté mientras bostezaba.

__Justin, necesito que vengas a buscarme-. Su voz suena quebrantada y débil, y empieza a sollozar. – Acaba de ocurrir un problema y una estúpida me agarró a golpes, estoy bien pero te necesito Justin, ven por favor-.

Sus palabras me pusieron nervioso, hasta se me erizó la piel, caminé hasta la ventana y al rodar la cortina vi que aún estaba lloviendo muy fuerte.

__Está bien, ya mismo salgo para allá Danielle, por favor cálmate un poco ya voy-.

Tiré el teléfono a la cama, y busqué unas cholas.

¿Qué pasa con Danielle Justin?-. Pregunta Chris desconcertado.

Ella se encuentra en problema y me necesita como su amigo y a ti como su novio, así que levántate ponte algo de ropa y vamos-. Respondí yo apresuradamente y si Chris solía quitarse toda la ropa para dormir, siempre se acostaba en bóxers.

Pero te dijo ¿Qué fue lo que pasó?-. Pregunta él poniéndose un pantalón.

No, no dijo nada, pero mejor apresúrate Chris y no te alistes de a mucho que está lloviendo fuerte igual tendremos que mojarnos-. Dije muy seguro. – No puedo dejarla sola y menos si nos necesita-.

Tranquilo, si os ganaremos un resfriado por esto no importa, habrá valido la pena, además me preocupa que mi hermosa novia esté mal-.

Déjate de cursilerías y apresúrate-. Salí afuera para montarme en la moto y encenderla pero como estaba lloviendo el motor de la moto estaba frío y me costaba encenderla. Chris se acercó me pidió que me bajará, se montó e intentó hasta que lo logró, pretendía entregármela para que yo manejara, pero no lo dejé, me monté detrás y el arrancó.

La lluvia realmente era fuerte, las gotas nos caía en la cara como si fueran agujas que intentaran perforar nuestro rostros, realmente esas gotas herían porque venían a una velocidad fuerte desde las nubes, y nosotros a una velocidad desde la moto lo cual hace que ardan las gotas en nuestros rostros al impactar.

Al llegar donde se encontraba Danielle, llegamos completamente mojados, entramos y la mamá de ella empezó a contarnos lo ocurrido, y realmente me molesté, porque fue la vecina quien le busco pelea a la mamá de Danielle, y ella interfirió para defender a su madre y terminó siendo la agredida por esta salvaje y loca mujer.

Yo soy muy delicado y más cuando se meten con las personas que me importan, Danielle estaba mal, se miraba demacrada y maltratada. Ella me tomó del brazo y me llevó hasta afuera.

Justin me da mucha pena con Chris-. Dice ella con su hermoso rostro triste.

No te preocupes, no te sientas mal, además se supone que ustedes son novios y deben apoyar entre sí, además tú nos necesitas y no puedes ponerte con esas cosas ¿ok?-. Ella asintió y yo la abracé. – No te preocupes yo estoy a tu lado y no te voy a dejar sola-.

Verla triste me pone mal, y como ella tiene los ojos claros sus lágrimas son más visibles, y odio tener que verla así.

Chris salió y nos propusimos en irnos, ya la lluvia había cesado un poco, sólo caía una delicada llovizna que apenas se sentía las gotitas pequeñas de agua.

Esta vez conduje yo, con Danielle en medio y Chris detrás de ella, pero ellos iban distantes, Danielle me abrazó fuerte mientras yo iba un poco suave porque como estábamos completamente mojados, el frío que se sentía era indescriptible.

Llegamos a la casa de Chris, entramos y él le buscó algo de ropa seca y cómoda para que ella se duchara y se sintiera cómoda, ya que estaba mojada. Ella entró al baño y nosotros estábamos por adentrar la moto cuando llama al teléfono de Chris la mamá de Danielle.

__ ¡Aló! Es Justin, dime-. Respondí yo porque ella me conoce muy bien a mí.

__ Es que salí un momento y tranqué la puerta y ahora no puedo abrirla, quizás se me cayeron cuando iba saliendo y la estúpida de mi vecina las agarró y las voto algún otro lado-.

__ Bueno, voy para allá con Chris-. Colgué la llamada y le entregué el teléfono.

¿Qué pasó Justin? ¿Otra vez la vecina intentó hacerle daño?-. Pregunta preocupado.

No, es sólo que perdió las llaves y no sabe como abrir, y quiere que la ayudemos-.

Bueno vamos, mientras Danielle se baña y se pone cómoda nosotros vamos rápido y la ayudamos-.

Bueno, vamos-. Nos montamos a la moto y nos fuimos sin decirle nada a Danielle.

Llegamos a la casa de la mamá de ella y empezamos a buscar solución con tal de ayudarle abrir la puerta de su casa.

Intentamos con muchas cosas, parecíamos ladrones intentando entrar a una casa para robarla, fue cómico el momento pero por suerte logramos abrirla sigilosamente.

La señora nos agradeció mucho, y yo como todo un regalado la abracé y le dije: - Deberías regalarme tus ojos, yo creo que no los necesitas-. Ella rió y me miró fijamente, tiene una mirada penetrante de unos ojos color azul celeste que llama mucho la atención, Danielle tuvo suerte con sacar los ojos claros, no me quejo de los míos son café claros, pero los de ella realmente me gustaban, de repente recordé la mirada de Luke Hemmings y de una sacude mi cabeza un poco, ¿Por qué rayos me llegó a la mente ese sujeto? Se supone que él y yo ya no somos amigos por lo tanto no tengo que recordarlo, hice caso omiso a esto y me subí a la moto para irme con Chris y para mala suerte de ambos, empezó a llover fuerte otra vez, pero así tuvimos que irnos porque Danielle estaba sola y teníamos que estar con ella para que no se sintiera mal, por haberla abandonado sin avisarle.

Cuando llegamos Danielle estaba sentada en la cama acobijada con una cobija encima de su espalda mientras miraba una película triste de acorde a su estado de ánimo, nosotros entramos y nos fuimos a la parte trasera de la casa cerca del tanque para bañarnos, luego entramos nos pusimos algo cómodo y fuimos acompañar a Danielle.

¿Dónde estaban? No me vuelvan a dejar sola por favor-. Dice Danielle con sus ojos cristalizados por las lágrimas acumuladas, yo me acerqué rápidamente y la abracé fuerte, ella sollozó en mi hombro hasta alejarse y secar sus lágrimas cautelosamente con sus manos.

Sí, es mi culpa, estábamos ayudando a tu mamá, que había perdido las llaves para entrar a la casa y tuvimos que forcejear la puerta para que ella entrara-. Interfiere Chris antes de que yo hable.

Sí, es cierto Danielle-. Ella se tranquilizó un poco y se abrazó con Chris hasta quedarse dormidos, yo por mi parte me puse a ver televisión, no hallaba que hacer ahí al lado de ellos, me sentía lámpara en un banco, mosca en una comida bueno pues muchas cosas pasaron por mi mente, pero como estaba lloviendo no quería salir y seguirme mojando, no quería correr el riesgo de enfermarme, ya era sábado y algo debíamos hacer porque ya se estaba oscureciendo mientras la lluvia seguía cayendo fuerte.

Pero no hicimos nada, ellos siguieron durmiendo, yo me levanté me preparé algo de comer e hice para ellos, les dejé comida en el horno y me fui acostar, ya que la lluvia no cesaba y la noche estaba muy fría.

DEMASIADO TARDE |En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora