Capítulo Treinta

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Los días transcurrieron (8 para ser más exacto). Ariana y yo nos llevamos bien, hoy era el día de que conociera algunas personas que considero importantes para mí.

Eran las 2 de la tarde y me dirigí hasta la casa de ella, ya me había presentado a su madre como su amigo. Al principio su madre era algo desconfiada, pero siento que la situación está mejorando y que ya no me ve tan mal como en los primeros días.

*Flash Back*

Mamá te presento un amigo-. Dice Ariana dirigiéndose a su madre, pero a la vez señalándome.

Hola, mucho gusto-. Dice la mamá de Ariana muy sonriente.

El gusto es mío-. Le dije estrechándole la mano mientras le sonreía, aunque para ser más honesto, por dentro me estaba muriendo de nervios, pues a veces uno le cae mal a las personas sin uno darse de cuenta y entonces eso era lo que yo no quería.

Luego empezó hacerme preguntas triviales y básicas como: (Nombre, ¿dónde vivía?, ¿A que me dedicaba?, etc.) Pero después de todo yo no la miraba como Ariana me la había descrito, yo la imaginaba más cruel al momento de expresarse o más odiosa en sus palabras. Al contrario me resultó gentil y humilde, si noté la desconfianza, pero no tan vil.

Hasta terminó brindándome cena ese día, era de noche pues había traído a Ariana de los ensayos, si tenía hambre, pero la pena era inmensa que recuerdo que comí lo más lento posible.

Y como no actué como un desquiciado, ni como una persona ruda sino normal y educadamente, quizá por eso me gané rápidamente su confianza y le agradé por mi forma de ser. En pocas palabras ya la amistad mía con Ariana era oficial.

*Fin del Flash Back*

Buenas tardes, ¿Cómo estás?-. Le digo sonriente a la mamá de Ariana dándole un beso en la mejilla.

Hola Justin, Bien y ¿tú?-. Responde ella volviendo a su sitio.

Bien Gracias a Dios-. Ella solo sonríe y sigue con su costura.

Ariana pasa envuelta en toalla a vestirse, ella solo me mira y sonríe. Yo la vi y normal, ya no la veo con otros ojos como cuando la miré al principio que me atrajo y todo, ya somos amigos y así tiene que ser.

Al cabo de unos minutos sale muy sonriente, se miraba muy simpática con su vestimenta, unas converse rojas, unos jeans ajustados, y una blusa de tirantes con su cabellera suelta al aire libre, y ese tono rojo que se echaba en sus labios haciendo resaltar su silueta femenina haciendo que se vea más hermosa de lo que ya es.

Nos montamos en mi moto y fuimos a casa de Austin Mahone, ya que no había ido desde que dije que iría.

Al llegar sale él sin camisa, apenas nos ve, se devuelve al cuarto y vuelve a salir terminándose de acomodar una camiseta que acababa de ponerse.

Ariana y yo, sólo nos miramos y reímos.

Hola Bro ¿Cómo estás?-. Dice Austin estrechándome su mano para luego dirigirse a Ariana y abrazarla.

Bien-. Respondo rápidamente.

Y tu mi amor ¿Cómo estás?-. Le dice Austin a Ariana.

Bien y ¿tú?-. Pregunta ella de manera tranquila.

Bien y ahora mejor porque están ustedes aquí-. Responde Austin con un tono orgulloso.

Nosotros solo sonreímos cuando de repente sale un muchacho del cuarto de Austin y sale hasta afuera.

Bueno Austin me voy-. Dijo él en un tono arrogante.

Espera no te vayas-. Lo retiene Austin del hombro y nos señala. – Kendall él es Justin y ella es Ariana-.

El muchacho se me acercó estrechándome la mano y luego hizo lo mismo con Ariana. A lo cual nosotros solo correspondimos normalmente.

Quiero que veas las letras de Justin, escribe muy bien, hace buenas composiciones de canciones-. Dice Austin buscando un tema de conversación.

Yo sólo sonreí un poco para responder: - No, Austin será después no traje nada, además él como que anda de afán-.

No vale normal-. Dice Kendall sonando esta vez algo más relajado.

Más bien yo quiero escucharlos a ambos-. Añadí observándolos a los dos.

Mejor ven el sábado y te cantamos bien la canción completa que estamos ensayando ¿sí?-. Propone Austin.

Si, con eso nos echa una mano para que nos grabes un vídeo-. Añade Kendall.

Bueno me parece bien, entonces yo me voy porque alguien nos está esperando-. Digo yo montándome a la moto.

Y eso ¿Adónde vas?-. Pregunta Austin mirándome fijamente.

Lo observé también y él solo volteó su mirada, al parecer se avergonzaba de que notara su tic nervioso.

Iremos a encontrarnos con Danielle-. Respondí por fin.

Ohm bueno me la saludas de mi parte por favor-. Dice Austin.

Bueno está bien-. Interfiere esta vez Ariana despidiéndose de ambos. Austin y Kendall se acercan para estrecharme su mano en son de despedida. Yo correspondí luego aceleré la moto y nos fuimos dirección a la casa de Danielle.

(...)

Llevaba rato esperándolos-. Dice Danielle acercándose a mí con una cara molesta para luego ver a Ariana y hacerle un gesto de saludo a Ariana y decir: - Hola-.

Ariana le devuelve la sonrisa. Entonces como ya se saludaron creo que no era necesario presentarlas. Danielle no me saludó como siempre como vas bien yo venía retardado. Ella solo se montó a la moto y nos fuimos los 3 a dar vueltas.

Al cabo de un rato nos divertimos mucho, recorrimos casi todo el centro. Pasamos por lugares conocidos como también entramos por lugares que parecían más bien deshabitados, luego pasamos por el frente de la casa de Luke, y para colmo él estaba afuera de su casa y se quedó observándonos disimuladamente, pero yo sentía la vista puesta en nosotros. Yo sólo hice caso omiso y seguí manejando.

Llegamos a la plaza nos compramos unos Frappes y seguimos conversando hasta anochecer, llevé a Danielle a su casa y la pasamos muy bien. Luego Ariana y yo nos fuimos para los ensayos de baile a seguir con las rutinas que día a día íbamos superando con mejor empeño.

Al terminar las prácticas la llevé hasta su casa para luego tomar camino hasta la mía, por ahora no tenía problemas ni inconvenientes por lo cual no tenía motivo de que quejarme, iba muy relajado. Pero tenía que yo abrir mi gran boca, ahora me llegó a la mente Selena y su mensaje en Facebook. Yo creo que debo tomar una decisión al respecto porque esta necedad tan extraña que siento por verla me está matando, quizá viéndola me acuerdo delo que me hizo y dejo de sentir lo que aún se esconde por ella en el rincón más pequeño de mi corazón, porque sino mi mente siempre va a estar atormentándome con recordarla a cada instante del día.

DEMASIADO TARDE |En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora