Capítulo Treinta y Ocho

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Al día siguiente nos encontrábamos en la sala, ya habíamos desayunado. Nos encontrábamos ideando una canción, y cantando en voz alta.

La voz de Danielle es buena para cantar, sólo un poco más de práctica y lograba buenas notas musicales, Chris por su parte era más bueno en la parte del rap, a veces cambiada su voz a un sonido más grave, y yo bueno cada vez intentando una mejor tonalidad pero tampoco lo hacía mal.

{Porque me perdí al ver tus ojos, me acerqué a ti y parecía un bobo} Canta Chris con su voz grave en forma de rap.

{Mmm Whoa, na, na, na} Añade Danielle con una tonalidad suave tipo balada.

{No puedo ocultarlo ya no puedo más, quiero decirte que soy tu más grande fan. Eres perfecta y tan hermosa que no quiero despertar si tú no estás. Eres el sueño que quiero se haga real, porque a mi lado te quiero tener ya} Terminé alargando la última palabra con un tono romántico, tenía los ojos cerrados sin duda me había inspirado al final; sólo juntábamos ideas para una canción.

Danielle y Chris me miraban perplejos.

Vaya me gusto esa parte-. Dice Danielle sorprendida.

Sí, veo que si eres bueno-. Añade Chris.

No es para tanto, muchachos-. Agregué yo algo apenado, no suelo cantar de a mucho, me gusta mucho la música, pero sé que no cuento con el apoyo de nadie.

Oye Justin, quiero ir a mi casa, pero a la de mi abuela, quiero ponerme otra ropa y pues ya llevo 2 días que no voy a casa, así que vamos llévame-. Dice Danielle.

Bueno, está bien vamos-. Respondí yo serenamente.

Salí afuera encendí la moto y esperé por ella, quien salió acompañada de Chris se dieron un beso muy intenso en frente de mí.

Entonces fue ahí donde recordé, que me estaba olvidando de alguien y si por supuesto me estaba olvidando de Selena. Hace poco que arreglamos las cosas y ya la había yo descartado vaya que torpe soy.

Danielle se subió a la moto y la llevé hasta la casa de su abuela, nos despedimos con un abrazo y un beso en la mejilla.

Arranqué la moto y me propuse en ir a visitar a Selena. Estacioné la moto enfrente de su casa y llamé a la puerta.

Hola Justin, días sin verlo-. Dice la mamá de ella. – Ya te llamo a Selena-.

Hola y dale gracias-. Respondí yo un poco apenado es cierto, tenía días sin ver a Selena.

Selena salió casi que corriendo emocionada, abrió la reja rápidamente y me abrazó estampando sus labios con los míos para darnos un beso muy intenso. Sus brazos rodeaban mi cuello y los míos rodeaban su cintura.

Extrañaba sus cálidos abrazos, sus suaves y dulces labios, la abracé fuerte y ella me miraba muy divertida, tenía unos brillos en los ojos y se notaba que estaba muy feliz por verme.

No sé qué ocurre conmigo sé que pasaron días sin venir, y sin si quiera recordarla, es extraño, pero lo importante es que no esperé mucho para venir a verla a ella.

Yo no paraba de besarla y abrazarla, sí que me hacía falta, su madre nos mandó a la panadería por unos panes para acompañarlos con una taza de chocolate, pues el clima estaba frío, yo tenía un suéter puesto de Chris y salimos a la calle y nos fuimos caminando, en ese momento no me importaba quien nos mirara.

La tomé de la mano y nos fuimos caminando, pero yo hacía muecas y decía cosas sin sentido con tal de hacerla sonreír y hacía tonterías para sacar excusas y abrazarla, es increíble cómo me gusta estar a su lado. Su sonrisa es realmente preciosa, esos ojos que me envuelven haciendo que me hipnoticen al instante. Sin duda había hecho las cosas bien, pensé que iba ser difícil volver agarrarle cariño después de lo que pasó la última vez, pero ya veo que cuando hay amor de por medio los problemas se olvidan fácilmente.

Amor, viajaré apenas salga de clase, iremos para la playa-. Dice ella poniendo pucheros cuando íbamos saliendo de la panadería.

Tranquila, todo estará bien, pero volverás pronto ¿supongo?-. Respondí inquieto.

Ese es el problema que no sé, creo que estaremos por allá todo el mes y luego iremos para donde una tía en Maracaibo otro mes más-. Dice ella observándome. Yo no captaba, hasta que mi mente dejó de pensar en juegos y estupideces para reaccionar y darme de cuenta lo que estaba ocurriendo.

Espera ¿Quieres decir que no estarás aquí para mi cumpleaños?-. Dije un poco alterado hasta le solté la mano.

Sí, lo sé créeme que si fuera por mí no fuera a ningún lugar pero ya sabes cómo son mis padres, además van a ir todos y no tendré donde quedarme, no tengo otra opción que ir-. Sus palabras me taladraron el corazón, pero ella tiene razón no puedo obligarla a que haga alguna locura, si no se puede normal, de todas formas no es el fin del mundo.

No te preocupes yo estaré bien-. Respondí intentando lucir tranquilo pero ella me conoce bien que se dio cuenta que hasta mi estado de ánimo cambió.

Ella me abrazó fuerte y me dio un beso instantáneo en los labios acunando mi rostro con sus delicadas manos para decirme: - Yo te voy a traer un regalo y te voy a llamar ese día ¿Vale? Y créeme que me harás mucha falta Justin-. Dijo ella poniendo pucheros, nos abrazamos nuevamente y bueno me calmé un poco.

Yo también te echaré de menos Selena-. Dije en un hilillo de voz quebrantada por la mala noticia de que no estaré junto con ella el día de mi cumpleaños.

DEMASIADO TARDE |En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora