Capítulo Veintinueve

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Despierto y me quedo mirando el techo, recordando el mensaje de Selena, < ¿Por qué ella? ¿Por qué me hace esto? ¿Por qué regresó? > Preguntas que se repetían una y otra vez en mi cabeza.

Tengo que buscar una solución a todo esto. Yo creo que si me acerco más a Ariana podría intentar algo con ella y así podré olvidarme de Selena y empezar una nueva experiencia de amor, creo que me urge.

Hice un dibujo en la tarde de una caricatura, era Gokú con una rosa roja en su mano, mientras se rascaba la nuca con una sonrisa tímida. Era para Ariana, y compré unos chocolates, mi idea era ofrecerme en llevarla a su casa y empezar con los detalles.

Aunque también debía estar preparado en caso de que me llegase a rechazar, pero tocar las puertas no es abrir, uno debe arriesgarse a todo. Es preferible decir "Lo intenté" que decir "Me acobardé".

Sólo faltaba esperar que llegara la hora de irme a los ensayos, de repente las horas se me hacían eternas. Por lo que recurrí a iniciar sesión en Facebook.

Estuve indagando en muchos perfiles, viendo publicaciones divertidas como otras aburridas, leyendo estados de ánimos sabios como otros que eran sucesos nada llamativos. Luego recordé lo del mensaje de Selena y abrí el chats para responderle:

__Lo pensaré-. Fue la mejor respuesta que pude hallar para la situación, no quería demostrar que la extraño, ni mucho menos que también quisiera arreglar las cosas, tenía que hacerme el fuerte y demostrarle que no me agradó lo que me hizo, porque si uno no pone los límites siempre te van a ver cara de pendejo y te seguirán haciendo las peores jugadas.

Yo no me creo el galán de los galanes pero tampoco me quejo por lo que soy.

Escuché música hasta que al fin se llegó la hora de alistarme, me duché y me puse algo cómodo, tampoco quería parecer un espanta pájaros y menos si quería empezar a impresionar a Ariana.

(...)

Cuando llegué al recinto Ariana estaba conversando con un chico afuera del lugar. Ella ni siquiera volteó a verme estaba muy sonriente y algo anonadada con aquel joven.

Me adentré relajado y sereno, aunque de cierto modo sentí pique o celos, bueno no sé lo cierto es que no me gustó ver para nada esa escena.

Chris Brown estaba conversando con otro chamo.

Oye Justin te presento a Usher-. Le estreché la mano y sonreí forzadamente, su aspecto no me agradó en lo absoluto, era de piel morena, no soy racista sino que sus ojos proyectaban a una persona amante a las drogas y la marihuana. Lo cual esos vicios no me gustan en lo absoluto, es por ello que no me agrado para nada.

Chris mira a Ariana allá afuera-. Le dice Usher dirigiéndose a Chris Brown.

Sí, ¿Quién es ese tipo con quien conversa?-. Pregunta desconcertado Chris. Yo sólo me limitaba a escuchar.

Ese carajo estudia en el mismo liceo donde ella estudia, y escuché que está pretendiéndola-. Cuando Usher dijo eso me quedé inmóvil, ahora entendía porque ella estaba así con ese chamo.

Pero a ella como que le gusta también-. Remata Chris. Observé a Ariana e hice movimientos negándome de lo que acaba de escuchar y ver.

Definitivamente no tendré más suerte en el amor, por lo tanto era obvio que tenía que olvidarme de pretenderla porque si a ella le gusta otra persona es imposible que ella se fije en mí. Quizás llegué muy tarde o simplemente nuestro destino es no tener una relación sentimental de amor.

Me alejé de ellos y caminé al baño, donde saqué el dibujo de mi bolsillo, para romperlo sigilosamente y depositarlo en el contenedor de basura, salí del baño relajado, no tenía porqué sentirme mal. Total, ella no es culpable de nada, él tonto fui yo quien creí que lograría algo con ella y peor aún por haberme ilusionado tan rápido.

Los ensayos comenzaron y yo andaba normal, nada había pasado más bien me comí los 2 chocolates que estaban en mis bolsillos, no podría hacer nada así que debía actuar normal.

Al finalizar los ensayos, fue ella quien cruzó palabras conmigo.

Oye y ¿Austin? Tengo tiempo sin saber de él-. En serio me habla para saber de él. < Bueno ya debo controlarme de todas formas ella no tiene la culpa de nada. > Me decía mentalmente. - ¿Justin?-. Se dirige nuevamente a mí Ariana, pero esta vez chasqueando los dedos, que pena me había quedado pensativo y no respondía, ¡bueno ya! reacciona.

Ohm no sé, como él ahora tiene nuevo amigo-. ¿No había nada mejor que responder? Por dios actúo como la propia nena en celos.

Mm ya veo-. Responde ella arrugando el entrecejo, vaya que pena. – ¿Y ya te vas?-.

Sí, ya es tarde-. Dije rápidamente, luego me detuve y quise variar el tema porque ya la había embarrado. – Por cierto por ¿Dónde vives tu?-.

Yo vivo por detrás del hospital, un poco más adelante-. Responde ella muy segura de sí misma.

¿Tan lejos?-. A pesar de que ya no habría oportunidad con ella me ofrecí en llevarla, quizás no sea malo ser al menos su amigo. – ¿Si quieres te llevo?-.

¿En serio? Es que no sé me da pena-. Responde ella un tanto apenada. – Tranquila no te voy a secuestrar, sólo te llevo hasta tu casa y ya-.

¿Secuestro? Y vuelvo yo a dañar el momento con mis palabras absurdas, ¿Qué me ocurre? ¿Por qué me pongo así cuando converso con ella? Parezco un loco.

No quiero que pienses que soy una interesada tampoco-. Me dice esta vez seria, hasta yo me sentí nervioso.

No te preocupes no puedo pensar eso, además soy yo quien se está ofreciendo, no usted-. Al menos no volví a dañar el momento con mis palabras chuecas.

Bueno pero me deja en la esquina porque mi mamá también es algo delicada y me regaña si me ve con un chico y más en una moto-. Asentí a sus palabras aceptando lo que dijo y se montó, arranque poco a poco, no quería que ella pensara que era un maniático manejando. Aunque para ser honestos después del accidente que tuve con Austin dejé de andar a alta velocidad por temor a otro accidente digamos que es como un trauma que aún vive en mi mente.

Llegamos a la esquina, ella me señaló su casa, y me regaló una sonrisa para luego decir:

Me ahorró mucho la caminada, de verdad muchas gracias Justin-. Se me acercó a darme un beso en la mejilla y me abrazó, ella me abrazó. Al principio no sabía si corresponderle, pero fue inevitable su forma de abrazar me atrapó, me gustó mucho ese pequeño abrazo que duró tan solo unos segundos, y para mí fue el mejor, sé que no se comparan con los abrazos de Selena, pero Ariana Grande tampoco abrazaba tan mal después de todo. Ella me hizo un gesto de despedida con su mano, y se fue rápido a su casa, yo encendí la moto y me marché al instante antes de que la regañaran o le dijeran algo por mi culpa.

Entonces fue ahí donde comprendí que me gustan los abrazos, sé que suena cursi y algo marica. Pero me gusta y no puedo hacer nada al respecto, además no porque sea hombre no quiere decir que no me guste lo tierno y deba ser siempre rudo, ¡pues no! soy muy diferente a los demás chamos,quizás por eso soy único o no sé, pero tampoco me quejo de ser quien soy, sé que muchos piensan que soy afeminado o marica, pero eso me da igual. No nací para complacer a nadie, sino para sentirme a gusto conmigo mismo. Y después de todo no era tan mala idea ser amigo de Ariana ya que me resultó genial su forma de ser.

DEMASIADO TARDE |En Edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora