¡Finally! Jaja.
Capítulo 14- Intruso.
La semana transcurrió de forma apacible para la completa sorpresa de Clary. Había creído de manera absoluta que Liam Herondale iría a volver a hastiatla una vez que volviera a verla a solas por el bosque, pero sucedía todo lo contrario.Clary recordaba con extrañeza la forma en que él había retrocedido ante ella como un animal asustado al inicio de semana y se quedaba pensando en ello por mucho tiempo, sin lograr imaginarse el porqué.
Tal vez Liam hubiera visto que alguien se acercaba y, muy cobardemente, decidió no hacerle nada después de todo, no queriendo que se enterara nadie.
O tal vez... simplemente no quiso hacerle daño a ella.
Si, claro.
Clary ahora iba rumbo a casa de los Lightwoods, esperando ocasionalmente, que Alec se encontrara ahí. Lo había estado buscando por todos lados después de qué éste no acudiera a el encuentro al que habían quedado verse en las afueras de Alacante.
Ella lo había citado ahí, por supuesto. Con la esperanza de poder al fin contarle la verdad. Pero él simplemente no había aparecido allá y tampoco lo hacía por ningún lado.
Clary se sintió como una idiota.
¿Y si él aún no estaba preparado para verse a solas con ella después de lo sucedido con el.. con el beso?
De haber sido sincera consigo misma, Clary sabría que ella tampoco estaba muy preparada para verlo a él tampoco, pero eso no significaba que no lo haría nunca.
Había pasado una semana ya, y si no se enfrentaba a sus propios miedos, no lo haría nunca. Tal y como había sucedido con el secreto que ella había guardado desde meses atrás.
Todavía le parecía recordar a su padre diciéndole que la Clave estaba considerando a Los Lightwoods para dirigir el Instituto de Nueva York, a inicios de año.
Todavía le parecía recordar la noche que había bajado a él despecho de su padre....
Sintiendo que el pecho se le comprimía con dolor, Clary intentó olvidarse de ello y lo logró con apuro cuando al fin llegó a él porche de la casa de sus mejores amigos.
Iglesia estaba ronroneando fuera, perezosamente recostado sobre su peluda barriga y le dedicó a la muchachita una mirada curiosa.
Clary se inclinó para acariciarle la nunca.
-¿Está aquí Alec? -preguntó en voz baja.
Iglesia hizo un sonido de placer por lo bajo y después se incorporó sobre sus cuatro patas y agitó la cola.
-¿Me llevas con él?
Iglesia emitió un sordo resoplido de fastidio, pero, meneando las caderitas, le indicó a Clary que lo siguiera.
Clary sonrió apenas y después, sin remedio alguno, lo siguió de cerca.
A pesar de que Clary pensó que Iglesia la llevaría directo a la habitación de su amigo, el gatito cruzó el pasillo, más allá de la recámara de Alec y la llevó hasta la biblioteca. La cuál estaba completamente vacía.
Iglesia volvió a recostarse sobre el suelo, y le hizo a Clary unas señas con los bigotes.
-¿Qué hacemos aquí? -inquirió Clary, con impaciencia -Te pedí que...
Golpes y más golpes. Se escucharon repentinamente detrás de el enorme armario de armas de el señor Robert Lightwood. Cómo si alguien estuviera encerrado ahí dentro...
Clary sacudió la cabeza.
Nunca nadie iría a meterse ahí dentro, a pesar de que las armas habían sido retiradas del armario años atrás y habían sido reemplazadas por toallas para el baño.
No tenía ningún sentido.
Una voz horrorizada hizo mella en la habitación detrás de Clary.
-¡Clary! ¿Qué es lo que..? ¡Pero porque estás aquí! Quiero decir... es que yo... ¿Clary?
La muchacha se giró rápidamente para mirar a Isabelle Lightwood al pie de la puerta. Quién se encontraba más pálida que un muerto, y se mordía el labio inferior con nerviosismo.
Clary carraspeó.
-Yo... venía a buscar a tu hermano -replicó de forma automática, y cuando vio a Isabelle hacer una mueca, se apresuró a añadir -.. y a ti. También te venía a buscar a ti.
Isabelle corrió para estar a su lado, con más estrés de lo que Clary le había visto antes.
¿Qué demonios le sucedía?
La sujetó del brazo y tiró de ella para sacarla de la habitación.
-Clary, tú... no deberías estar aquí. Yo...
De nuevo, los golpes volvieron a oírse, con más claridad que antes.
Isabelle se había quedado estática. Con la mano cerrada sobre el bracito de Clary.
Ésta última la miró con las cejas encaradas.
-¿Qué es eso que se oye?
Isabelle volvió en sí con brusquedad.
Volvió a tirar de su amiga con fuerza, intentando hacer que se moviera de ahí y haciendo caso omiso a su pregunta.Detrás del armario se escuchó una voz. Débilmente. Parecía estar hablando consigo mismo.
Un chico.Clary esbozó una sonrisita de diversión a su amiga.
-¿Escondes a un chico aquí dentro, Isa? -preguntó, soportando el impulso de echarse a reír -¿Quién es?
Isabelle movía los labios mucho, pero sin emitir ningún sonido. Balbuceaba.
Clary frunció el gesto y se zafó de la garra de su amiga, tan rápidamente, que a ésta no le dio tiempo para volverla a coger, y Clary corrió hasta el armario de armas y lo abrió con un forzoso chasquido.
Alguien tropezó hacia afuera, y se incorporó instantáneamente.
El muchacho se acomodó las gafas con los dedos, y después miró a Clary, sonriente.
-¡Santo Dios! -exclamó, con excesivo entusiasmo -¡Tu también luces cómo una de ésos avatares de Mortal Combat! Con el cabello rojo corto y toda la cosa.
El hecho de que Clary no hubiera entendido nada de lo que dijo, junto a la rara forma de vestir del muchacho, confirmó sus sospechas.
Miró a Isabelle, con los ojos a punto de salir de su lugar.
-¿QUÉ RAYOS HACE UN MUNDANO EN IDRIS? -inquirió, atontada -¿¡ISABELLE?!
Isabelle tragaba saliva de forma compulsiva y se truncaba los huesos de sus nudillos con los dedos.
-Yo..yo... Él estaba ahí, y habían muchos... muchos subterráneos....Y yo no, y... y no tenía glamour...Y él.. él estaba demasiado entusiasta con todo esto y y....
Y después nuevamente Clary observó a el muchacho de pelo castaño.
-¿Quién eres? -le preguntó. -¿Cómo te llamas?
El joven se sacudió la ropa y extendió una mano en su dirección. Clary no hizo ademán de tomarla.
-Me llamo Simon.-dijo, de todos modos - Simon Lewis.
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TMI Fanfic- DIFERENCES.
Fanfiction¿Que hubiera sucedido si Valentine Morgenstern nunca hubiera perdido la cabeza? ¿Si hubiera sido siempre un hombre ejemplar, un buen esposo, un padre amoroso...? ¿Existiría historia alguna que contar? Parece ser que sí, y aunque no es tan maravillos...