Capítulo 16- Qué hacer con Sergio Obama.

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Woooooooolis!♥

New chapter bebés!

Espero que lo dissssfruten. Youknow.

Decidí que voy a ir actualizando de éste modo: un día si, un día no, un día , un día no. ¿Comprenden? Skaksbwj. Esque ese es único modo que puedo ahora que estoy en cursos y eso.

¡Fuera y cambio! Lol.

Capítulo 16- Qué hacer con Sergio Obama.

-Déjame ver si entendí bien -dijo Clary, llevándose las puntas de los dedos a la sien, después de haber escuchado la versión de los hechos por parte de Isabelle -.¿Silias te salvó la vida y por eso lo trajiste aquí?

Isabelle, que hasta ése momento había permanecido muy quieta con Iglesia sobre los brazos, lo soltó atónita, abrió mucho los ojos oscuros, y miró a su amiga con indignación.

Simon seguía estando atado contra la silla en una esquina de la habitación, justo como lo había dejado Clary, y replicó automáticamente:

-Me llamo Simon, no Silias.

Ella hizo un gesto despectivo con las manos.

-Silias, Simon, Obama. Da igual.-Clary entornaba los ojos - Cuando la Clave se enteré de ésto, no vas a ser capaz de recordar ni tú nombre.

Isabelle todavía miraba a su parabatai con aparente insatisfacción.

-¡Y él no me salvó la vida! -rezongó con obstinación.- ¡Yo se la salvé a él!

Clary observó a Isabelle con calma.

-No fue eso lo que escuché. Él te sacó del agua cuando te estabas ahogando.

Isabelle frunció los labios.

-No me estaba ahogando.

El muchacho encaraba las cejas.

-Sí. Lo hacías, y mucho.

Ambas se volvieron hacia él, furiosas. Y gritaron.

-¡Tú no hables!

Clary sabía que probablemente todo podría arreglarse si ella ayudaba a Izzy a devolver a Simon al mundo mundano. Sería realmente fácil y podían hacerlo por la noche, mientras todos durmieran. Isabelle le había dicho que se había arriesgado a traer al mundano con ella a Idris no porqué fuera idiota, sino porque sabía que sus padres no estarían en casa ese fin se semana. Habían salido a el Instituto de Francia, aunque Izzy no supo explicar la razón. En la casa sólo estaban ella, Alec y Max. Pero Alec no había llegado a casa esa noche y Max aún estaba dormido.

Clary no había podido evitar preocuparse por Alec al oír aquello, y le había preguntado a Izzy sino pensaba que le habría sucedido algo. Pero Isabelle le había respondido que Alec era muy raro, y que no era la primera vez que hacía eso. Clary pensó en la noche del beso y después se regañó a sí misma cuando se sonrojó frente a su parabatai. Sin embargo, ésta no hizo ningún comentario. Probablemente pensara que Clary solo tenía calor.

Y tampoco había estado muy lejos de la verdad....

-¿Y entonces qué? -inquirió Isabelle, sacando a Clary de sus cavilaciones. -¿Pretendes que dejemos a el idiota éste en la puerta de su casa para que después ande por ahí contándole a medio mundo todo lo que ha visto? -Isabelle arrugó la nariz -No lo sé, Clary. Parece ser una idea muy poca ingeniosa.

Clary, exasperada, alzó los brazos al aire.

-Pues es mejor idea que cualquiera de las otras que has tenido hasta ahora. Lo que me recuerda, que no has tenido ni una-explotó-. ¿Qué te planeas hacer con Sergio? ¿Piensas construirle una casita debajo del suelo y mantenerlo ahí escondido para siempre?

Simon emitió un sordo silbido por lo bajo mientras observaba a Isabelle.

-Pese a que mi nombre no es Sergio, -le dijo él - creo que la niñita tiene razón.

Clary le lanzó una mirada ponzoñosa.

-No soy una niñita -le escupió -. Tengo 16 años y una espada en la espalda que podría resultar ser muy funcional si no cierras el pico ahora mismo.

Simon reía.

Isabelle también le taladró con los ojos.

-¿Qué es lo que te parece tan gracioso? -inquirió.

El muchacho le dedicó una amplia sonrisa.

-Todo esto es de película de suspenso. -le dijo, alegre -Las chicas que se creen muy duras, el apuesto joven irresistible que sabe demasiado y necesita ser exterminado. ¿Alguna vez han visto "Los Angeles de Charlie"? Deberían.

Tanto Clary como Isabelle lo miraron, perplejas e irritadas, la pelirroja resopló y Simon siguió hablando.

-Esto.. ¿chicas? No es por nada, y ustedes son grandiosas, pero creo que si me voy a quedar aquí por más tiempo, tengo que echarle una llamada a mi madre. Se va a volver loca si no sabe de mí pronto.

Clary se quedó de piedra. No se había detenido a pensar en ello.

-¡Isabelle! -murmuró con ahogamiento mientras escondía el rostro en las manos -¿Cuánto tiempo lleva él aquí?

Escuchó el titubeo de Isabelle antes contestar.

-Un día y medio.

Clary se descubrió la cara con violencia.

-¡A los mundanos los dan por desaparecidos después de 48 horas! -chilló, apretando los dientes -¡Él lleva aquí casi 36! ¿¡Te das cuenta de eso?! ¡Su familia está buscándolo!

Isabelle vaciló con nerviosismo, pero después recuperó su sentido de ponerse a la defensiva con todo.

-¿Y cómo iba yo a saber eso? Además; ¿que querías que hiciera? ¿Se suponía que tenía que dejar que los vampiros se lo tragaran?

-¡Se suponía que no debías meterlo en Idris!

-Bien, pues ya está hecho.

Clary dirigió una mirada de soslayo a Simon desde su lugar.

-Tienes razón. Ya está hecho. -murmuró -Pero ahora mismo vamos a deshacerlo.

Simon abrió mucho los ojos.

-¿De qué está hablando? -le preguntó a Isabelle -¿Va a asesinarme o algo así?

Isabelle parecía estar a punto de réplicarle algo, enfadada, pero en lugar de eso, dio un repentino saltito en su lugar, cómo si hubiese recordado algo de improviso.

-Magnus -balbució.

Clary dejó de molerse las encías y miró a su amiga, confusa.

-¿Qué dijiste?

Isabelle rió con nerviosismo.

Simon hizo una mueca.

-¿Crees que la divina profundidad de mi voz la haya dejado aturdida?

Clary puso los ojos en blanco, ignorando al individuo, y se acercó hasta Izzy con gesto de extrañeza.

-¿Isa? ¿Qué es lo que. .?

-Magnus. Magnus Bane y su amigo verde. La casa de Idris... -se decía Isabelle, sonriendo entre frases. -Polvos.

Clary, más perpleja si cabe, frunció las cejas.

-Isabelle...

Su parabatai se volvió hacia Clary, bruscamente.

Tenía una mirada enloquecida en los ojos.

-Ya sé quién puede ayudarnos -le dijo.

TMI Fanfic- DIFERENCES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora