Capítulo 18-Carta.

478 54 10
                                    



PERDONEEN LA TARDANZAAAA D:

Hoy voy a actualizar tres veces7u7 sobre todo porque HOY es el cumpleaños de nuestra Cassie *-*

Quiero agradecerles muchito por leer de todas formas :'3 son un verdadero amorsh, y la razón por la que me dan todavía más ganas de actualizar :'D.

Bechos de cacahuates y bai.

#RunasdeChocolates♡


Capitulo 18-Carta.


Kelvie estaba encerrada.

No por las razones que cualquiera pensaría, cómo que Stephen la tuviera obligada a no salir de casa nunca, ó como que su puerta estuviera asegurada con doble pestillo desde fuera.

Nada de eso.

Ella estaba ahí encerrada, porqué así lo quería. No deseaba tener que toparse con el imbecil de Liam Herondale en el pasillo, ó tener que soportar, también, al maldito de su padre. De modo que se encerraba así misma en la habitación.

Stephen había intentado hablar con ella en infinidad de ocasiones, pero Kell simplemente se quedaba callada, haciendo como si él no se encontrase frente a ella.

Después, ella se había negado rotundamente a compartir mesa con cualquiera de ellos dos a la hora de la comida. Y aunque Liam siempre iba a dejarle el platillo fuera de su puerta gritando un sonoro: Mi padre te manda los restos, Kelvie en veces se quedaba sin comer.

No se atrevía a salir de su habitación, y puesto que la recamara que le proporcionaron tenía baño propio, tampoco tenía necesidad de salir para darse un baño.

Pocas veces se le veía alrededor de la casa, y a pesar de que su tío había ido a visitarla a mitad de semana, se vio reacia a pisar fuera de su cuarto para recibirlo.

Así de terca era ella.

A lo largo de los días dentro de esa casa en lo que iba de la semana, Kell notó con cierta extrañeza que nadie acudía nunca de visita, que no fuera su tío, o aquella otra vez que el Inquisidor también había ido de manera inoportuna. Además, también se dio cuenta de que por la noche se escuchaba a una mujer canturreando con voz apacible. Kell se imaginaba que se podría tratar de Celine Herondale, pero tampoco podía estar segura ya que ni siquiera sabía si seguía viviendo ahí. Aunque creía que asi era, pero de todas formas nadie hacía nada para callarla. Casi parecía como si Stephen no quisiera reconocer que su esposa seguía viva y que estaba ahí mismo.

Era como si Celine fuera solo un fantasma en esa casa.

La idea siempre le daba escalofríos a Kelvie.

Escuchó el raudo sonido de alguien entrando a la casa en la media tarde, y no pudo evitar sorprenderse. Así como tampoco supo como reprimir su curiosidad. Aunque supuso que no habría razón para hacerlo; de todas formas, podría tratarse nuevamente de su tío que venía a verla y no de alguien más.

Sin embargo, Kell abrió la puerta de su habitación, a penas unos centimetros, y asomó la mirada con sumo cuidado de no ser descubierta.

Sólo quería asegurarse.

—¡Pedazo de imbecil!

Liam, cruzado de brazos, tenía los ojos ambarinos ferozmente puestos sobre un muchacho de cabellos oscuros al otro lado de la estancia. Éste ultimo sonreía, como si su compañero le estuviera contando un chiste. Aunque Kelvie lo dudaba mucho. Liam daba más la impresión de querer contarle los dientes que parecía estar deseando sacarle a puñetazos.

TMI Fanfic- DIFERENCES.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora