TMI Fanfic- DIFERENCES.

Capítulo 22- Ilusión.

Nota: En éste capítulo Clary se encuentra con un hada en el bosque Brocelind y empieza a alucinar xD

Bueno bueno PS ya deben darse cuenta que estamos empezando la segunda parte Omg.

No saben cuanto les agradezco a los que siguen leyéndome 7u7 y votando *-* (y los que todavía se toman la molestia de comentar♡♡♡)

La cosa se va poniendo y poniendo en la fanfic. Menudo lío que se acaba de armar con ésta primera verdad que saqué a colación. Todavía faltan muchas verdades todavía Umu

Lo que la mayoría se pregunta es lo de la amnesia #Cliam xD

Ya va, ya va. ¿Recuerdan que al inicio de la fanfic les advertí que Clary odiaba a Liam la mayor parte de la historia? Pues eso.

Besos y mucho mucho amortz para ustedes. BAI.

Capítulo 22- Ilusión.

Alec se había ido sin decir nada. Con el rostro ensombrecido por una expresión de decepción y más pálido que una hoja de papel. Ni siquiera la volteó a ver.

Clary había esperado que la insultara de todas las maneras posibles — que le dijera que la odiaba y que jamás en su vida querría volver a verla —  segura de que eso la haría sentir mejor. Pero no.

Tenía los ojos inchados y brillantes por tanto llorar, y se regañaba a sí misma constantemente por eso. No quiso que Alec creyera que se echaba a lloriquear frente a él solo con el fin de causar lástima o hacerse la víctima. En realidad no se le había ni ocurrido.

Le había rogado en voz baja — justo cayó en la cuenta de que se marchaba sin más —  que no se lo contara a Isabelle aún porque quería ser ella misma quién se lo dijese.
Él no había dicho que sí o que no, pero Clary confiaba que no lo haría.

Al menos.

La soledad y el silencio la oprimían con tanta fuerza que sentía que podría desplomarse ahí mismo en cualquier segundo. El ambiente había dejado de lucir tan hermoso como había creído esa mañana al correr las cortinas de su habitación.

Ahora todo retazo de belleza a su alrededor parecía gris y efímero.

Clary recordó todos los momentos felices junto a él, junto a Izzy, y se le achicó el corazón.

El raudo susurro del viento acarició su piel, cómo si pudiera compadecerse de su sufrimiento también.

Al final de todo, Clary había decidido ir a casa del brujo Magnus Bane sin Isidoro porque necesitaba un largo tiempo para asimilarlo todo, y dado que al caminar el trayecto se volvía más largo, ahora se dirigía hacia allá a pie.

Llevaba caminando por horas, y no se sentía agotada.

Sólo rota.

La llanura de Brocelind se extendía a su alrededor como una sábana de terciopelo crema.

Clary recordaba a su madre advertirle que no se adentrara más allá de el Bosque espeso porque de ese lado en Idris solían habitar algunos subterráneos.

El recuerdo se mantuvo estóico por unos segundos y después se ocultó.

La cegadora luz solar le picaba directamente en la nuca al no tener cabello que la cubriera. Pero daba igual porque Clary no sentía nada de aquello, ni miraba.

Su dolor interno era tan sobrecogedor que no lograba escapar de él.

Se detuvo abruptamente cuando llegó a la cordillera que separaba el bosque de la llanura, y se atrevió a rememorar el beso incandescente que le dio a Alec ahí mismo la semana anterior.