FUEGO Y DESEO: EL DRAGÓN DOMINANTE (V+18P)

CAPITULO 44

MANSIÓN DEL MAFIOSO REZZETTI

Rezzetti: (con su tono tranquilo, pero lleno de autoridad) —Bueno, Vegas, Pete, ¿a qué se debe esta visita? Pete, hace tiempo que no te veía. ¿Cómo estás?

Pete: (con una sonrisa profesional) —Señor Rezzetti, siempre es un gusto verlo. Vinimos a discutir un tema importante. Pensamos que quizá podría ayudarnos a encontrar una solución.

Rezzetti: (arqueando una ceja, interesado) —Claro, los escucho..

Eskar: (apareciendo de repente, con su energía desbordante) —¡Tíoooo Vegas! ¡Tío Pete! ¡Por Dios, qué guapo estás hoy, tío Pete! Deberías ser modelo, joder, ¡qué guapo eres!

Pete: (esbozando una leve risa) —Gracias, pequeño. ¿Cómo estás? Me dijeron que estuviste de viaje.

Eskar: (sonriendo con entusiasmo) —¡Sí! Pasé un mes navegando por el mar. Fue increíble. (Se vuelve hacia Vegas, con picardía) ¿Y tú, tío Vegas? ¿Sigues siendo tan renegón como siempre?

Vegas: (con una sonrisa sutil y una mirada evaluadora) —Te ves bien, sobrino. ¿Cómo va tu tratamiento?

Eskar: en 15 días es mi próxima Quimioterapia.. no pienso morir.

Rezzetti: (cortante, mirando a Eskar con firmeza) —Hijo, esto es una reunión seria. Déjanos solos.

Eskar: (resoplando teatralmente) —Sí, papito, ya entendí. Permiso, tíos.

(Eskar se retira mientras los tres hombres se quedan en la sala, el ambiente se vuelve más tenso.)

Rezzetti: (dirigiéndose a Vegas con un tono calculador) —Bien, dime, Vegas, ¿qué se te ofrece?

Vegas: (directo y sin rodeos) —Voy al grano. Quiero acceso a tus rutas para el transporte de mercancías.

Rezzetti: (sonríe con ironía, apoyándose en el respaldo de su silla) —Eso sería como unirme a ustedes, y tú sabes que yo no me uno a nadie. No busco conflictos ni guerras. Pero adelante, quiero escuchar qué estás dispuesto a ofrecer.

Vegas: (con una calma fría y calculadora) —Es simple: nuestras rutas son más seguras y eficientes. Si colaboramos, tendrás menos pérdidas y más control. Solo pedimos acceso limitado a ciertos puntos estratégicos. Nada más.

Rezzetti: (arqueando una ceja, escéptico) —Nada más… Con los Theerapanyakul, siempre hay algo más escondido. Esto no es solo acceso limitado, ¿verdad?

Pete: (con tono conciliador, interviniendo) —Señor Rezzetti, comprendemos sus preocupaciones. Nuestra intención no es generar conflictos ni intervenir en su territorio. Esta alianza sería únicamente estratégica. Ambos obtendremos beneficios sin comprometer su independencia.

Rezzetti: (cruzando los brazos, evaluando) —¿Y cómo puedo estar seguro de que no intentarán apoderarse de más? No sería la primera vez que alguien promete algo y después intenta quedarse con todo.

Vegas: (serio, inclinándose ligeramente hacia Rezzetti) —Porque no somos lo suficientemente estúpidos como para ir contra ti. Sabemos que enfrentarte sería un error fatal. Además, estamos dispuestos a firmar un contrato detallado. Tú mantendrás el control absoluto de las rutas, y las ganancias serán divididas de forma justa. No hay truco, Rezzetti.

Rezzetti: (sonriendo levemente, divertido por la respuesta) —¿Un trato limpio? Eso suena demasiado optimista viniendo de un Theerapanyakul. Pero… debo admitir que la propuesta suena interesante.

Pete: (con una inclinación respetuosa) —Le agradecemos que lo considere. Sabemos que usted es un hombre de principios. Solo pedimos que reflexione sobre ello.