Capítulo 27: El debate interno

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Ethan:

En el sueño Alex me esperaba con una gran sonrisa en su rostro en el altar. Era el mejor día de mi vida, quería llorar de la emoción. Caminaba por el pasillo de la iglesia hacia donde estaba el que estaba a punto de ser mi esposo. Quería llorar de la emoción. La mirada de todos los invitados estaba sobre nosotros y al segundo siguiente el cura comenzó con la ceremonia. Mi alma entera se llenó de felicidad y amor cuando el cura terminó sus palabras y Alex pudo darme ese tan ansiado beso. Su lengua recorría toda mi boca y me llenaba de sensaciones que creí que ya no existían en mi.

Me era imposible de creer que, en algunas ocasiones, las segundas oportunidades si funcionaban verdaderamente y daban paso a una relación completamente funcional y prometedora.

—No sabes lo mucho que te amo y te amaré, pequeñín. —cuando escuché sus palabras, su voz había empezado a sonar distante. Como si estuviese a varios metros de mi.

—Alex...

***

Me desperté del tirón. Mi cuerpo estaba todo sudado y tenía lágrimas en los ojos. Imágenes del sueño invadieron instantáneamente mi cabeza: Alex... la boda... sus palabras... el supuesto Momento más Feliz de mi Vida. Había sido solo un puto sueño.

Caminé rápidamente hacia el baño y me metí en la ducha con el agua lo más fría posible. Necesitaba despejarme, necesitaba no pensar en ello y la manera correcta era torturarme echándome agua helada y así distraerme. Cuando salí me puse a sobrepensar.

¿Será que lo soñé debido al beso que Alex me dio?

«Que estúpido, Ethan, ¡por supuesto que si!»

Pero, pensándolo bien, no entendía porqué había soñado una boda con el si simplemente me besó. Era como si al haber sentido sus labios sobre los míos después de tanto tiempo y deseándolo aunque no lo admitiera, se hubiese vuelto a crear un vínculo dentro de mí cabeza. Un vínculo en donde con la más mínima acción me ilusiono.

Por la forma en como se comportó, en como me besó y ahora que recuerdo el día que fui a su casa y me pidió perdón, no sabía si podría seguir evitandolo. Pensé que, tal vez, debería darle el lugar que se merece. Pensé que, tal vez, debería llevar más allá las cosas. Y el primer paso podría ser que Noe sepa de una vez quien es su otro padre.

Las clases del AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora