Tercer día de apuesta.

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Francesco bufaba y hacia muecas mientras miraba como su novio se desvestia lentamente para luego acostarse.

Repitiéndose, "Casi fue mio, ¡Y todo por culpa de esa anciana!"

-Buenas noches Francesco~- susurró el menor besando la mejilla de su novio
-Si... buenas noches- el mayor sufría de un tic y una cara de psicópata.

Al llegar la media noche este se despertó para cubrir en un abrazo a su pequeño.
-Mmm~ McQueen~-
-¿Si *bostezo*?-
-¿Podemos terminar lo de la mañana~?-
-Tal vez~- el mayor sonrió mientras se colocaba lentamente sobre el menor y lo besaba.
-Mmm~ tus labios nunca fueron mas dulces~- susurró el menor dulcemente mientras el moreno decendia por su torso desnudo dejando besos por donde le fuera posible.
-Ngh AH~-
-Shhh no quieres que tuya mama nos descubra~-
-Mph pero ngh-
-Shhh~- el pequeño llevó sus manos a la polera del mayor para lentamente quitársela. Poco a poco sintió como la mano de su novio se adentraba en sus boxers y como lentamente masajeaba su sexo.
-Tsk... mgh n-no abuses-
-No lo hago... solo quiero que sufras tanto como yo estás últimas semanas~-

Pronto el mayor posicionó a el menor enzima suyo sentandolo a orcadillas de el. El rubio sin perder tiempo comenzó a besar a el italiano bajando su pantalón. Sus miradas chocaban en el beso demandantes anhelando mas.
-Te amo, McQueen~- por mas veces que el mayor se lo dijera el no se cansaría de escucharlo pues esa simple frase lo ponía de buenas y lo volvia tan sumiso a su pareja.

Las manos de menor recorrían el cuerpo del mayor buscando el elástico de los boxers para deshacerse de ellos aun sin deshacer el beso. Las manos del moreno acariciaban la hombría de su amante mientras el otro permanecía dócil.Solo se separaron para tomar aire volviéndose a besar casi al instante. Sentían las caricias que ambos se propiciaban como gloria, algo divino. El mayor se levantó lentamente, sin apartarse del menor, hasta quedar sentado.
-Francesco... ah te amo-
-Lo se McQueen~ Pero no mas que yo a ti- sus labios se rozaban dulcemente en un bello y lento baile juntandose nuevamente. El pequeño sentía como el miembro despierto de su novio se fotaba con su entrada a pesar de la tela, estaba a punto de hacer algo que no quería pero realmente su erección ya se había convertido en algo doloroso.
-Francesco... Francesco... te quiero dentro ya~ por favor- detestaba rogar pero esta vez ya era algo realmente necesario.
-En ése caso al rey lo que pida- pronunció el mayor abalanzandose sobre su pequeño haciéndolo gemir.
-¿Empiezo por arriba o por abajo?-
-¿Ah?-
-Jeje tu dime~-
-¿Arriba?- una sonrisa maliciosa escapó de los labios del mayor mientras con una corbata tirada por ahí lo ataba.
-¿¡Qué-!?- pronto sintió como algo se adentraba en el y comenzaba a vibrar fuertemente -¿¡Qué es eso!?-
-Un juguete-
-Sacalooo~- grito el menor antes de correrse. Para sentir como aquel aparato salía de el y como era reemplazado por el paquete de su novio.
-AHHH~-
-Eres delicioso McQueen~- susurró el mayor aumentado la fuerza con la que penetraba al menor.
-Ngh~ Francesco-
-Te amo-

La puerta de la habitación sonó escuchando la voz de la vieja madre de McQueen.
-¿¡Qué esta sucediendo ahí dentro!?-
-N-Nada-
-NO SE META ANCIANA DECRÉPITA DEL DEMONIO-

Non si allontanano(No me des la espalda)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora