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Enarcó una ceja sentandose en el comedor al medio de sus hermanos frente a su padre italiano y el amigo emo de Alister. Enarco una ceja cuando el joven lo noto levantó su rostro y le regaló una suave sonrisa -S-Soy Dylan por cierto-
Alister sintio su corazón dar un vuelco mientras miraba a Max rogando que Dylan no fuera de su agrado, bastaba ya con la idea de que Jill y Dylan pudiesen ser algo... Ahora tampoco quería pensar lo mismo de Máx y Dylan. Dylan... Que lindo nombre... Para su muñeco... Ojalá no le temiese... Ojalá pudiera enmendarse... Ojalá su padre no lo mirará como si ya se hubiese dado cuenta de su amor secreto a Dylan ¡lleva casi cinco años ocultandolo y evitando "la charla"!.
Sintió un escalofrío cuando McQueen sonrió palmeando la espalda de su marido para calmarlo, antes de que interrogara a su hijo frente a todos.
Max suspiró y le sonrió de un modo dulce a Dylan -Soy Max-
-L-Lo se... Jill me contó de ti- el pálido emo estiró su mano hasta alcanzar a Max acariciando sus cabellos castaños a lo cual este no opuso queja alguna.
Dylan suspiró con suavidad y sus mejillas se tiñieron de rosado. -¿Sabes? Si un día de estos se puede... Procuraré llevarte conmigo y Jill de paseo- murmuró a lo cual Alister sonrió aguantando la patada en los cojones que ese comentario le había dado.
