C O N T R O L | J. YUNHO

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"SEVENTEEN"

ㅡ Nunca había hecho ésto. ㅡconfiesa cuándo la mesera deja las tazas de café sobre la mesa, él siendo totalmente ajeno a la lujuriosa mirada de la jóven empleada, contrario a Hae-in que se removió incómoda sobre la silla al notar esa atención sobre el demonio.

ㅡ ¿No hay café en el infierno? ㅡpregunta tontamente luego de carraspear, de pronto notaba las miradas de todos sobre ellos, bueno, sobre él. No sabía como sentirse al respecto, eso la llevaba a la incomodidad absoluta.

Yunho ladea la cabeza al mirar a su acompañante, la pobre desbordaba ansiedad. Él observa a su alrededor y entiende la situación, deja salir un suspiro y regresa su atención a la chica frente a él.ㅡ Está nueva experiencia fué agradable mientras duró, ahora vayamos a un lugar más privado. ㅡcomenta mientras saca algunos billetes del interior de su saco para después dejarlos sobre la mesa, bajo una de las tasas que apenas y tocaron.

Por eso ya no se relacionaba demasiado con los humanos, su sola presencia los alborotaba como un oso a un panal de abejas, permanecer más tiempo del necesario entre ellos era como activar sus más profundos deseos, buenos o malos, todos terminarían suplicando hacer un trato con él. En el pasado no entendía eso, y realizó demasiados pactos con los humanos, ahora era consciente de su influencia así que no lo hacía, solo aceptaba tratos con aquellos que estaban realmente dispuestos a hacerlo, por absoluta voluntad propia. Claro que Hae-in había sido un caso especial, prácticamente fué obligada a pactar con él, pero esa había sido su mejor y única opción para sobrevivir.

Aunque en la actualidad hay personas que no sucumben a su presencia, son pocas, aquellas que no están hundidas en la desesperación y falta de esperanza, aquellas que no buscan una sola salida y soluciones rápidas. Esos eran los humanos favoritos de Yunho, lastima que eran escasos.

ㅡ Supongo que ésta era la última razón que necesitaba para estar segura. ㅡmenciona ella con una débil sonrisa en sus labios, el demonio la mira confundido.

ㅡ ¿Segura de que?

Hae-in exhala y baja la mirada a su dedos tamborileando suavemente la superficie de la mesa.ㅡ Estar juntos no funcionaría.

"Quizá en otra vida", esa frase la había escuchado de los humanos a lo largo de su existencia, y quisiera poder dedicarla a ellos dos, pero la realidad era que él siempre sería él, quizá ella renacería en algún momento, con una nueva cara y personalidad, pero él seguiría siendo el mismo demonio incapaz de ser lo que ella merece. Ni en ésta ni en otra vida podrían estar juntos.

ㅡ No, no funcionaría. ㅡrepite él con pesar, aún así pone su mejor sonrisa y expresión relajada para después ponerse de pié y estirar su mano hacia la chica.ㅡ Eso no significa que no podemos pretender que sí hasta que sea el momento de decir adiós.

Solo estarían engañandose, tratando de retrasar lo inevitable, porque ellos no habían elegido sentir lo que sentían por el otro, pero sí elegían mantenerlo hasta dónde les fuera posible.

"Hasta que sea el momento de decir adiós" repitió ella en su mente antes de tomar la mano de Yunho, recibiendo un ligero apretón de su parte.

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ㅡ ¿Que pasará luego de que encerremos a Dios?