Capítulo 18: Ay, No Te Mames

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Capítulo 18: Ay, No Te Mames






Pandora...



- Espera – dijo con una sonrisa y me separó de él –. El tercer regalo es el mejor.

- ¿Qué es mejor que la pizza? – pregunté incrédula.

- Chico Anónimo – me sonrió.

- Puede ser – reí.

- No, Panecito. Te estoy diciendo que Chico Anónimo es tu tercer regalo.

Yo fruncí el ceño por unos segundos y luego expresé una cara de sorpresa. Sentí como si el tiempo se detuviera y que no escuchaba nada sólo escuchaba mi respiración entrecortada y los latidos de mi corazón que iban muy rápido, bum-bum, bum-bum, bum-bum. Traté de tragar saliva pero mi garganta se había cerrado por completo y, a pesar de tener mi boca abierta, no podía mover mis labios y emitir alguna palabra a Gabo, tampoco es que supiera qué decirle. Simplemente no sabía cómo reaccionar. No sabía ni siquiera si sentirme nerviosa, o si sentirme emocionada, o si comenzar a gritar, no sabía.

- ¿Pan? – me llamó Gabo – ¿Estás bien? No te ves bien, siéntate.

Me tomó del antebrazo y la espalda para que me sentara, me quedé pensando unos segundos y al fin dije:

- ¿A qué te refieres exactamente con lo del tercer regalo?

- Bueno, como ya te dije, hablé con él. Le dije que se entregara, pero no quiso y lo máximo que podía hacer era que estuviera contigo pero con ciertas condiciones – hizo una mueca de incomodidad.

- Sigo sin entender – le dije.

- Le dije que quería que él te diera un abrazo de cumpleaños – yo abrí los ojos impresionada – y me dijo que sí.

Tomé todo el aire que se me fue posible y pelé aún más los ojos... Chico Anónimo me iba a abrazar.

- Pero... - añadió Gabo – no quiere que lo veas.

- ¿Cómo me va a abrazar sin verme? – pregunté confundida.

- Estas son las instrucciones, pon atención, por favor – me dijo y yo asentí rápido –. Vas a ir al gimnasio y lo vas a esperar en medio de la cancha – asentí para que continuara –, él va a aparecer y te va a abrazar, creo que debes estar con los ojos cerrados o no sé, pero me dijo que si lo llegas a ver... él dejará de darte post-its y se olvidará de ti, no quiere trampas. Panecito, esta es una gran oportunidad, puedes recolectar mucha información, debes estar atenta a todo... y especialmente: debes sentir y disfrutar ésos instantes – me tomó de las manos y asentí – ¿Lista?

- ¿Es ya?

Gabo asintió y yo comencé a hiperventilar. Él comenzó a darme masajes en las manos y a decirme que no me alterara, que no estuviera nerviosa.

Buscando Al Chico AnónimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora