Capítulo 24: ¿Me Das Un Abrazo?

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Capítulo 24: ¿Me Das Un Abrazo?




Gabo salió de la habitación en busca de la mamá de Pandora y dijo que se había desmayado. Como la calefacción no estaba encendida en el cuarto de ella era normal que hiciera muchísimo frío, por eso ella pidió que sacaran a su hija de su habitación y la recostaran en la sala.

Fede dijo que debían levantarle los pies para que la sangre se le fuera a la cabeza y se despertara, pero Ale insistía en que sería mejor que trajeran alcohol y algodón para que se lo acercaran a la nariz. Terminaron haciendo ambas cosas al final de cuentas, y lo bueno es que ella despertó.

La mamá de Pandora dijo que lo mejor sería que ella durmiera y descansara, su mamá durmió a su lado y Gabo del otro.

Gabo quería cuidarla, pero lo que nadie previno (Ni Pandora, ni Gabo) era que el post-it que iban a enseñar se había caído y en cuanto el verdadero Chico Anónimo lo vio, lo tomó y lo tiró a la basura antes de irse a dormir nuevamente junto con los demás chicos.

A la mañana siguiente todos se quedaron muy preocupados por Pandora, pero ella insistía en que estaba bien. Su mamá le preguntó el motivo de su desmayo y ella y Gabo abrieron los ojos como platos. Ella se puso a inventar una historia mientras Gabo buscaba en la habitación de ella y en la sala el post-it azul con el mensaje de que la amaba, pero ya era tarde, obviamente él no iba a encontrarlo. Eduardo se le acercó al ver cómo Gabo se encontraba desesperado moviendo sábanas, almohadas, cojines y demás.

- ¿Buscabas algo? – preguntó Eduardo.

Gabo lo miró por varios segundos y lo fulminó con la mirada.

- Hijo de la chingada – lo insultó y se fue.

Eduardo sólo frunció el ceño confundido.

- ¿No quieres que te lleve al doctor, hija? – preguntó su mamá acariciándole el cabello.

- Estoy bien, mamá. No te preocupes – sonrió Pandora con mejor estado ya que estaba descasada.

Gabo se acercó a ella y le pidió que si podían hablar a solas, por eso mismo volvieron a ir al cuarto de Pandora para tener privacidad.

- No está – dijo Gabo.

- ¿Qué? ¿De qué hablas? – preguntó Pandora haciéndose la desentendida, no quería pensar que se refería al post-it porque sabía que sería su fin.

- Del post-it, Panecito. No está. Ya lo busqué bien – aclaró Gabo suspirando con cansancio.

- Imposible – dijo Pandora incrédula riendo –, debe estar.

- Pan, creo que se te cayó en lo que te llevamos a la sala y en la madrugada Chico Anónimo o quién sea que lo tuviera lo vio y lo tomó.

- No podemos dejar que se vayan – indicó Pandora –. Los voy a distraer mientras tu esculcas sus mochilas, suéteres y así.

- De acuerdo... pero ¿Cómo los vas a distraer? – preguntó Gabo.

Pandora se llevó la mano al mentón mientras pensaba. Luego tocaron la puerta de ella, era su mamá.

Buscando Al Chico AnónimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora