Capítulo 23: Tengo Un Plan

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Capítulo 23: Tengo Un Plan





Gabo aún se sentía apenado del incidente en la azotea, por eso mismo era normal que de repente se alejara de Pandora porque se le dificultaba verla a la cara, claro que ella se daba cuenta y se acercaba a él y le recordaba que ése asunto estaba olvidado, que no se preocupara.

Mientras todos se preparaban para los exámenes finales Pandora no dejaba de investigar sobre Chico Anónimo, tomó en cuenta el abrazo que le había dado en el gimnasio y así logró eliminar a los chicos que no eran tan altos, quedándose con 68 sospechosos y eso la motivaba mucho a seguir investigando. Como ya se había reconciliado con Chico Anónimo era normal que los chats a través de post-its en el casillero de Pandora volvieran, asimismo como Pandora le había regresado la copia extra de llaves de su casillero para que él le dejara regalos, como en una ocasión le regaló un ramo de sus flores favoritas. Ella regresó a comer el almuerzo que él le regalaba, ésta vez a diario, y los demás chicos se deprimieron de eso ya que debían comprar su almuerzo nuevamente.

Habían pasado dos semanas desde que su mejor amigo la había besado y poco a poco él volvía a sentirse mejor, un día estaban Gabo y Pandora charlando frente al casillero de él cuando de repente apareció Ale con una chica, Pandora examinó a la chica y sintió algo de celos al ver que estaba con Ale, pero no lo quiso demostrar. A pesar de que Pandora estaba enamorada de Chico Anónimo aún sentía que Ale le gustaba y le tenía aprecio, pero no lo demostraba porque no valía la pena ya que pronto ella conocería por una vez por todas a Chico Anónimo y sería muy feliz a su lado, así que no quería dejar a Ale con el corazón roto o darle alas.

Ale le sonrió a los dos y Gabo al ver la chica se quedó un poco en estado de shock.

La chica era de cabello negro, lacio y corto; tenía ojos verdes; tez blanca; su cuerpo no era muy delgado pero tenía muchas curvas; Pandora aceptó que la chica era bastante guapa. Prácticamente la examinó de pies a cabeza, lo que le llamó la atención fue que tenía colgado en su cuello un dije igualito al que tiene Gabo en su cuello, que era una estrella de 6 puntas, sabía que era judía por eso mismo.

- ¿Qué haces aquí? – preguntó Gabo sonriéndole.

- Te busqué – sonrió la chica – ¡Y te encontré!

- Pan – se dirigió a su amiga –, ella es Esther. La conocí en el campamento, le toqué una nalga por accidente – la presentó –. Esther, ella es Pandora, mi mejor amiga.

- ¿Panecito? – preguntó Esther y Gabo y Pan asintieron – Mucho gusto. Gabriel me habló muchísimo de ti.

- Un gusto, Esther – le sonrió Pandora tendiéndole la mano –. A mí también me ha tocado Gabo las nalgas por accidente.

- Será mejor que los dejemos solos – sonrió Ale a Pandora.

- Sí, bueno, nos vemos, Gabo – se despidió de Gabo y luego se dirigió a Esther –. Un placer, Esther. Compromiso.

Ale y Pandora se alejaron, pero apenas iban a girar en el pasillo, Pan se detuvo y se quedó espiándolos del otro lado de la pared asomado solamente la cabeza.

Buscando Al Chico AnónimoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora