Buscando Al Chico Anónimo

Capítulo 4: Concéntrate En Tu Chico Anónimo

Capítulo 4: Concéntrate En Tu Chico Anónimo

Migue estaba sentado esperando a que Pandora llegara a su cita. Él estaba realmente emocionado, porque hacía mucho tiempo que quería salir con ella, pero nunca encontraba la manera, primero que nada porque no hablaban lo suficiente, apenas este semestre comenzó a hablarle mucho y eso le encantaba a Migue, pero más que nada era Pandora quién le encantaba. Ése día Gera había hecho un comentario produciendo la excusa perfecta para invitarla a salir y sin pensarlo mucho lo hizo, afortunadamente ella aceptó y eso le agradó muchísimo pues no esperaba que ella aceptara a la primera invitación. Para hacer la cita más oficial él se ofreció a ir a recogerla a su casa y dejarla de regreso, pero ella se negó, le dijo que no quería que su padre los viera porque era muy sobreprotector, cosa que era una mentira piadosa de Pandora.

El verdadero motivo de Pandora era que tenía miedo, estaba muy nerviosa de tener una cita con Migue y que lo arruine todo, entonces, después de tanto pensar qué hacer decidió invitar a Gabo a su cita, ¿Por qué? Porque ella siempre se sentía tranquila cuando estaba con él, pero sabía que si se lo decía directamente a Gabo él no iba a aceptar ni en un millón de años, por eso lo invitó a su cita pero no dio detalles de que se trataba de la cita que Pandora y Migue iban a tener.

Migue estuvo en su celular jugando juegos en lo que llegaba Pandora, cuando la vio llegar se levantó emocionado y le dedicó una enorme sonrisa que luego se desvaneció por la impresión de ver que Pandora sostenía del antebrazo a su amigo Gabo mientras lo llevaba a jaloneos.

Gabo le sonrió y lo saludó, con la mirada le dio a entender que se sentía avergonzado de estar ahí, así que Migue no tardó en entender que fue idea de Pandora de que él llegara.

Los tres se sentaron en una mesa, Gabo tuvo que romper el hielo mencionando su opinión del partido de hoy. Ni Pandora ni Migue entendían de qué hablaba así que ellos rieron y comenzaron a contar anécdotas de varias confusiones del fútbol que han tenido anteriormente por lo mal informados que han estado.

Llegó el mesero y anotó la orden de ésa mesa, una vez que se retiró Pandora hizo lo mismo para ir un momento al baño. Dejó a Migue y a Gabo solos.

Una vez que migue vio que Pandora ya había entrado al baño de damas le dijo a Migue:

- La pones nerviosa, por eso me pidió que viniera, porque no quiere cagarla.

- ¿De verdad? – preguntó Migue con una sonrisa.

- Sí, pero no digas que te dije – dijo Gabo alzando los hombros.

- Eres un buen amigo.

- Gracias.

- ¿Nunca has sentido nada por ella?

- Sí, en la secundaria, apenas entramos a la prepa y digamos que me desenamoré – rió Gabo estirándose –, la conozco de toda la vida.

- ¿Sabes si ahora ella está enamorada de alguien? – preguntó Migue.

- No sé si podría responderte eso. Porque ni ella lo sabe, así que si no lo sabe ella yo menos.

- Pero la conoces de toda la vida.

- Exacto. La conozco tan bien que si algo he aprendido es que nadie la conoce... ni ella misma.

Migue se quedó pensativo de eso último que dijo Gabo. Le pareció algo triste que alguien no pudiera conocerse a sí mismo, y le parecía triste que su mejor amigo opinara eso. Gabo no lo dijo con mala intención, él siempre ha sido honesto y si lo dijo es porque Pandora se lo habría mencionado alguna vez en su vida o sino porque él llegó a ésa conclusión a través de lo que ha vivido con Pandora.