Narra Harry:
Miré por decima vez desde que subimos al vehículo su perfil, hoy por fin le habían dado de alta y estábamos camino a casa. Su padre no fue un problema, basto con nombrar a la ley para que se hiciera a un lado. Se que no hice bien trayéndola conmigo en contra de su voluntad, pero no permitiría que se quedara con Bob o con ningún otro extraño. si, lose, yo igual juego el papel de un extraño para ella, porque el echo que haya perdido la memoria no me convierte en nada mas y nada menos que un total desconocido en su vida que en estos momentos la esta llevando a una casa en una ciudad que ni siquiera recuerda haber pisado.
Esta enojada, lo puedo notar en la forma que arruga su nariz y cruza los ojos mientras observa el paisaje, sus dedos van de arriba abajo a compas de la canción que suena en la radio "Dark Horse". Comencé a mover mi cabeza al ritmo mientras tarareaba la letra con la única intención de hacerla reír.
-Es buena- reí- vamos Jess- tomé su mano para agitarla por los aires, sentí como ejercía fuerza para que la soltara. Volví ambas manos al volante mientras ella cubría su piel con las mangas de su sueter, concentrándome en la carretera.
Me dolía su indiferencia, me dolía que ni siquiera me recordara. Carraspee mi garganta para apartar el nudo que se había formado en la misma, no podía llorar ¿Qué escusa le daría?¿Que la amo y que me duele que ella no sienta lo mismo que yo o que ni tan solo recuerde todo lo que vivimos juntos?.
Aparque el auto en frente de la casa, di un ultimo suspiro y abrí la puerta. Rodee el auto abriendo la puerta del copiloto, extendí mi mano para ayudarla a bajar pero la rechazo. Su suave aroma inundó el aire cuando paso por mi lado ignorando totalmente mi presencia. Minutos antes de salir del hospital discutimos, ella no se quería venir conmigo. Sus ultimas palabras me destrozaron completamente.
-No esperes nada de mi, porque nada de mi obtendrás- sus ojos se tornaron vidriosos dejando caer una única lagrima- te odio.
Mordí mi labio inferior reprimiendo todo pensamiento que me haga ver débil. Pasaron días desde que hable con Niall y prometí volverla a enamorar y lo único que hice fue ganarme su odio. Miré hacia donde se encontraba ella, estaba parada junto a la entrada con su vista clavada en la mía acariciando el collar que le regale aquel día que pasamos junto a la playa. Sonreí pero tan pronto vi que estaba llorando mi sonrisa se desvaneció.
-Te prometo amor que esta vez no te dejare- susurré- are todo lo posible para recuperarte.
Giré la llave abriendo la puerta, observe a Jess quedarse fija en un lugar. Note como su respiración era agitada, mas de lo normal y temí por un ataque, comenzó a tirar de su cabello con fuerza derrumbándose sobre el piso mientras lloraba. Solté lo que tenia en mis manos y corrí a ella, toque su hombro pero me empujo lejos de ella. Caí de espaldas utilizando mis brazos como sostén, me quede sentado viendo como se destruía. Antes de que pudiera hacer algo se había encerrado dentro del baño. Golpee con fuerza la puerta tratando de abrirla, todo fue en vano, hasta los gritos. Me deslice por esta llorando, esta sufriendo solo por mi, sus gritos penetraban profundamente en mi aumentando todo sentimiento de culpa. Me asuste cuando sentí un vidrio romperse del otro lado. Sabia de lo que era capaz de hacer.
Los doctores me lo advirtieron, y no los escuché.
-No lo hagas de nuevo- grité como último recurso con la cabeza presionada contra la madera.
Narra Jess:
Estaba cargada junto a la puerta de entrada, era una casa grande y hermosa. Llevé las manos a mi cuello y comencé a jugar con el colgante en forma de corazón. No recuerdo haberlo comprado o que alguien me lo haya regalado, solo se que al despertar estaba sobre la mesa de noche junto a otras de mis pertenencias que llevaba aquel día del accidente.
Miré a Harry aun estaba junto al auto, su mirada estaba perdida... parecía lastimado. Sus ojos esmeralda se encontraron con los míos, sentí una sensación extraña en mi, no era la primera vez que sentía esto cuando el me miraba o estaba cerca de mi. Su sonrisa basto para que mis ojos se nublaran dejando caer lagrimas ¿Quién era yo para que el hiciera esto por mi?¿Que era lo que sentía?. Vi como sus labios se curvaban formando palabras que no logre escuchar, aparte mi vista a mis manos. Mi mama muerta, a mi papa no le importo dejarme con cualquier hombre y la mayoría de mis memorias perdidas.
La puerta se abrió dándome aseso al interior, reprimí un sollozo tirando con fuerza mis cabellos soltando un grito ahogado. Caí al piso pegando las piernas con mi pecho sin parar de llorar. Sentí alguien tomar mi hombro, lo aparte, sabia quien era, cerré mis ojos con fuerza dejando escapar libremente las lagrimas.
Me levanté y empecé a caminar sin rumbo por la casa, entre a una habitación cerrando con cerrojo, deslice mi espalda por la madera hasta llegar al piso. Era un baño. Tape mis oídos gritando con mas fuerza para no escuchar los golpes desde el otro lado de la puerta. Me arrastre por el piso hasta quedar enfrentada con el espejo. Mis ojos estaba rodeados de grandes ojeras, mi cuerpo estaba gordo, tenia los ojos rojos y mi cabello ya no era tan largo, me veía fatal. Empecé a golpear con fuerza el vidrio maldiciendo una y otra vez hasta que se rompió. Tome un trozo y lo acerque a mis muñecas, antes de ejercer presión alguna logre escuchar cinco palabras con claridad.
-No lo hagas de nuevo- seguido de golpes.
