11 años después...
Dos horas, solo faltaban dos horas para que por fin, después de tantos años, pudiera cumplir mi sueño.
El sueño de casarme con Harry Styles. Y es que han pasado tantas cosas a lo largo de mi vida, y no me arrepiento de haber esperado hasta aquí, al fin y al cabo en pocas horas seriamos... marido y mujer.
Es sorprendente todas aquellas pruebas que la vida ah ido poniendo en mi camino, el solo volver años atrás, cuando pensaba que no resistiría mas. En el quitarme la vida. Fui tan estúpida al pensar que aquello seria la única solución, gracias a Harry es que me di cuenta de que necesitaba ayuda. Recibí terapia por dos años, dos largos años en los que mi hija crecía, y lo que siempre agradeceré es el haberla tenido junto a mi durante toda aquella transición.
Perdone a mi padre, si, después de tomar un tiempo para escucharlo y saber cual realmente fue la razón del porque sucedió lo que sucedió. El nunca fue un asesino, había estado juzgando a lo largo de los años a una persona inocente. Era claro que alguien que asesino a otra persona no saldría en un lapso tan corto de prisión, aun mas teniendo en cuenta que mi padre no contaba con recursos, su única salvación era un abogado otorgado por el estado. Según mi psiquiatra, o doctora Horan (otra larga historia) mi mente se encargaba de crear una realidad mas allá en la presente. Lo sorprendente para ella fue mi rápido desempeño, con Harry lejos de mi.
¿Harry lejos de mi? . Resulta que semanas después de hablar con Niall y sugerirle volver a unir la banda, el hablo con Harry y Harry conmigo.
-Oye, Jess- desvié la mirada de mis papeles mirando hacia donde estaba el rizado. Este se acomodo sobre un costado del sofá cruzando un brazo por sobre mi hombro, lo mire atentamente esperando a que hablara- ¿Hoy no tenias que ir a tu consulta?- negué con la cabeza.
-Solo martes y jueves- el formo un pequeño "o" con sus labios aun sin mirarme- ¿Que quieres?- lo empuje con mi espalda a que hablara- ya, dime.
-Es que...- sus esmeralda se clavaron en mis ojos- hable con los chicos y ellos...- ahora ambas cejas se elevaban en mi rostro, si no hablaba pronto me desesperaría- pues ellos tuvieron la idea de, ¿Como lo digo? volver a unir la banda, ya sabes, cantar, grabar.
-¿Ellos?- pregunte desconcertada, eso sonaba a plural, ¡Yo fui quien se lo sugirió a Niall! Bien, solo debo de actuar sorprendida. Abrí mis ojos de par en par y me abalance hacia el para abrazarlo- ¡Eso suena genial, Harry!- pude ver de reojo como sonreía y correspondía a mi abrazo feliz.
Unos meses después comenzaron las giras, conciertos, grabaciones, todo lo que alguna vez Niall me nombro. Se sentía raro no tenerlo a mi lado, pero aquellos momentos en los que volvía y me rodeaba con sus brazos diciendo que me amaba y que me había extrañado eran los mejores, y lo único que me hacia dar cuenta de que nunca me arrepentiría de aquella decisión. Llegaron a pasar nueve meses sin que lo viera, a excepción de la televisión o algunas revistas. Un día llego cansado y algo... molesto, discutimos, y terminamos separados por tres días. Luego el volvió diciendo que lo sentía, se enojo porque en ese momento estaba con Jason cenando junto a Nicol y Tiziana, y volvimos a estar peleados por una semana mas. Al final fui yo quien se atrevió a pedirle perdón, el se disculpo conmigo y ¡Fin de la historia!
Comprendí que las parejas perfectas no existen, todos en algún momento tenemos uno que otro percance, nosotros lo tuvimos mas de una vez.
-Listo- dijo Lou, la estilista, alce la mirada del diario y me sorprendí al ver mi cabello.
-Esta bo... ¡No! Mas que eso, esta hermoso Lou. Gracias- me puse de pie dispuesta a abrazarla pero esta me detuvo con una mano en frente.
-Alto allí, no querrás despeinarte o correr tu maquillaje a tan solo pocas horas de la boda.
