cap 59 "Gritos"

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*¡Es todo tan perfecto!- aparté el móvil se mi oído al sentir el grito de mi mejor amiga. Hace mas de diez minutos que no deja de decir lo perfecto que es su luna de miel y me lo imagino, si yo estuviera en su situación seria igual o peor.

*Me lo imaginó- reí.

-¿Como estas ?- Asentí aunque no me pudiera ver.

-Si, sabes... Estar embarazada no es tan fácil.

*Volveré en dos semanas, procura mantenerlo allí mas tiempo.

*Aun falta- reí-  podrás contarme todo mejor cuando vuelvas.

*Exacto- se oyó gritos desde el otro lado de la linea.

*Jess- esa era la voz de Louis, sonaba feliz- ¿Como estas?

*Bien- respondí cansada de esa pregunta.

*Bien...- murmuró algo y después volvió a mí- tenemos que irnos, nos vemos pronto. Cuídate y envíale saludos a Harry.

*Adiós- me despedí y colgué.

Moví mi cabeza a un costado al momento de sentir la puerta abrirse, por ella entró un Harry recién duchado con una toalla alrededor de su cintura. Se sentó en un costado de la cama sin decir nada mirando atentamente sus manos.

-¿Estas bien?-pregunté,  me puse de rodillas y gatee hasta él. Tomé su brazo y obligue a que me mirará.

Asintió- solo estoy un poco cansado.- su respuesta me desconcertó un poco ¿Cansado de que? Se que un embarazo no es nada fácil pero nunca creí que el diría esto, lo que me preocupaba ahora era ¿Esta listo?

-Harry, no lo hemos hablado.- suspiró y miró a otro lado- se que tu... Estas o estuviste feliz con la noticia de... Ya sabes,  el bebé. A veces hasta a mi misma me es difícil y desearía estar en otra situación, si...

-Estoy feliz- pude ver de reojo como una sonrisa crecía en su rostro- solo... Tengo miedo.

-¿Miedo de qué?

Se encogió de hombros- nunca estaré seguro, siempre lo pienso. Mas de una vez estuvimos- abrió sus manos extendiéndolas hasta la altura de sus codos- a punto de terminar. Mas de una vez, estuve a puntó te perderte- se giró quedando justo en frente de mí- ahora no eres solo tu, esta nuestro hijo o hija. ¿Imaginas como me sentiría si llegara a perderlos  a ambos? Yo... Tengo miedo de cometer un error y arruinarlo todo.

-Harry...- definitivamente me había dejado sin palabras, no imaginaba que pensará en eso, pero a pesar de muy tonto que suene en parte tenía razón. Antes eramos solo nosotros, ahora hay alguien mas. Mis ojos se nublaron y me abalancé  a el abrazándolo con fuerzas- créeme que yo a veces temo lo mismo. Siento desconfiar tanto en ti, aunque no sea en ti, sino en Alice. Tal vez sea una buena persona. Y ese no es el punto, ten por seguro que si entre nosotros sucede algo y me pierdes a mi nunca perderás a nuestra hija.

-Jess...- me llamó. Deje de abrazarlo para mirarle el rostro- acabas de decirme que es una niña.- su rostro de mostraba serio.

Solté una risilla- lo siento ¿Me perdonas?- me abalancé a el dejando un camino de besos desdé su mejilla hasta su mentón.- responde ahora porque me estoy muriendo por besar tus labios.

-Mmm- sentí su sonrisa crecer- debo cambiarme de ropa. Habláremos luego- se puso de pié e imite su acción.

-Harry,  por favor.- me quejé siguiéndolo hasta el guardarropas.

-Te dije que quería esperar- me dio la espalda pero pude ver como se burlaba de mí.

-Como sea, ni que te necesitará. - me di vuelta pero sus brazos atraparon mis hombros, se abalanzó sobré mí haciendo que tropezara. Su espalda fue la primera en tocar el suelo, sentí una mueca de dolor por su parte pero aparto las manos para impedir que golpeara mi estómago.- ¡Eres estu...- sus labios callaron los míos en el beso tan esperado. Apoyé uno de mis brazos ayudándolo a sostener mi peso, sus labios se movían a compás de los míos, era suave lo que lo hacía aun mas especial. Si hubiera tenido mis manos libres no duraría de acariciado sus rizos. Su mano libre viajo por mi espalda hasta llegar a mi cintura y apretarme mas a el- te amo, te amo tanto Harry- dije aun con los ojos cerrados- no prometo que todo saldrá bien, porque no se lo que sucederá. Pero si prometo que haré lo posible para cuidar lo nuestro, yo tampoco quiero perderte y créeme que temo tanto como tú.- abrí los ojos, sonrió dejando ver uno de sus hoyuelos.

-¿Sabes que me he dado cuenta?- fruncí mi cejo esperando a una respuesta- pesas mas de lo que parece- rió y golpee su hombro.

-No soy yo, es tu hija.- intenté ponerme de pie pero fue imposible lo que hizo que tuviera que rodar y quedar de espaldas.

-Te tomas muy enserio lo de rodar- se burló.

-Ya cállate y ayúdame. ¿Sabes? Te quisiera ver a ti con esta panza- me señalé.  Estire uno de los brazos y el me sostuvo para hacer fuerza. Bingo.

-Como sea- golpeó mi trasero, giré y lo empujé por el pecho haciendo que cayera. Comencé a reír y sentí que mi vientre se movió.

-Tu papi se golpeó- seguí riendo. Harry se levantó pero la toalla que cubría su cintura cayó al piso- ¡Oh Dios mio!- mi boca formó un gran "o"- tápate eso- cubrí mis ojos.- ya, has traumatizado a la niña semanas antes de que nazca. Felicitaciones- me di vuelta y caminé a la salida. Oí una carcajada de su parte a lo lejos y reí.

Fijé mi vista en el reloj juntó al refrigerador,  apenas eran las doce de la noche. Ni Harry no yo habíamos cenado.

-¡Harry!- lo llamé de un gritó. Esperé solo tres segundos y entro corriendo a la cocina con medio torso desnudo.

-¿Estas bien?- preguntó con la respiración agitada. Asentí- ¿Que sucedió?

-Oh, solo que no hay nada que comer. Pensaba que... Tal vez podrías cocinar algo.

-¿Algo?- Asentí- ¿De comer? - volvió a asentir. Froto su frente y soltó un suspiró- pensé que algo te había sucedido- sonó molestó- la próxima solo... Trata de no gritar de esa manera.

Me sentí mal por asustarlo, pero no creí que fuera para tanto. Durante el tiempo en que cocino me dedico a contemplar sus movimientos, la camiseta mojada por su cabello hacía que los músculos de su espalda se remarcara en cada movimiento. Cada tanto apartaba un mechón de cabello que estorbaba en su rostro y parecía tan concentrado en lo que hacía que apenas asentía cuando le hablaba. Por lo que lo tomé como un caso perdido y me dediqué a solamente observarlo. Y una cosa tenia clara desde el día en que lo conocí el es perfecto.

Después de la cena no tenía sueño, y no quería subir porque sabía que tarde o temprano tendría que volver a bajar. Por mas que insistí, Harry se quedo juntó a mi sentados en la hamaca del jardín de su casa. Era una noche tranquila, en un principio hubiera preferido quedarme dentro viendo películas  pero ahora que estoy aquí siento que no podría estar en mejor lugar. Ambos, abrazados. La fresca brisa de la noche fue obligándome de a poco cerrar los ojos y quedar completamente dormida.


Always YoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora