cap 61

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Mi mirada estaba fija en el aparato junto a mí, trataba de despejar mi mente de esta situación, trataba de creer que nada dolería y que Harry vendría pronto.

Un gritó de dolor salio de mis labios al sentir una contracción en la zona baja, me retorcí posando una mano en mi vientre.

-Llamé a Harry- dijo Alice acercándose a la camilla. El doctor entró a la sala sin decir nada y fue directo a mis piernas que se encontraban abiertas- descuida, es parte del proceso- supuse que mi cara fue de horror. El doctor levantó la cabeza y formo una pequeña sonrisa en sus labios.

-Faltan solo dos centímetros. Diré que preparen las cosas para el parto.- quitó sus guantes y los tiró en un recipiente- algunas suelen pedir la epidural, pero eso esta en ti.- pensé por unos momentos y negué con la cabeza, podía doler horrores pero a la ves temía que todo saliera mal. El doctor se retiro de la sala dejandonos a sola.

-Lo siento- dije agachando la cabeza.

-Te has disculpado durante todo el camino- rió- descuida, te entiendo. Con el padre de Tiziana las cosas eran iguales.- sonreí cuando nombro a su hija.

-¿Que sucedió con él? -pregunté haciendo casó omiso al dolor.

-Es algo de lo que no prefiero hablar.- por su gesto supe que tal vez me había confundido al preguntar eso. Rescoste la cabeza en la almohada y cerré los ojos, cuando imagine este momento lo hice complemente diferente, no soy tonta. Sabía  que dolería, pero no supuse que fuera tanto. - ¿Estas bien?- abrí los ojos. No me había percatado de que estaba llorando.

Negué con la cabeza. Tenía miedo, miedo era lo único que podía sentir. Tenía miedo de que algo saliera mal, tenía miedo de volver a perder una vez mas a un hijo. Deseaba con todo el alma de que mi hija naciera bien, incluso si eso sognificaba tomar decisiones sumamente importantes. Si algo malo llegaba a ocurrir no sabía con que cara miraría a Harry. Ya le había fallado una vez y no soportaría hacerlo de nuevo.

Giré mi cabeza y vi entrar a Harry por la puerta, una pequeña sonrisa se formo en mis labios.

-Yo...- comenzó Alice- debo irme.

Vi cómo salía de la sala, en la puerta pude ver a algunas personas y supuse que era Vicky con Louis. Hoy volvian de su luna de miel y me sentía mal, se supone que debían estar en su casa descansando.

-Jess- su voz me trajó a la realidad. Dio grandes zancadas hasta llegar juntó a mí. Miré a Harry, las lágrimas apenas permitian que viera sus ojos pero podia notar que estaba nervioso.-¿Como éstas? -preguntó tomando mi rostro entre sus manos- ¿Porqué lloras?

Negué con la cabeza- tengo miedo, Harry. Tengo miedo- escondí mi rostro en su pechó. Solté un sollozo acompañado de un pequeño gritó al sentir otra contracción. Mis lágrimas salieron una detras de otra, no dejaba de llorar.

-Dios mio, no llores- susurró acariciando mi peló- estoy aqui. Te lo prometo, pero no llores. Odio verte sufrir.

-¿Que pasa si algo no sale bien?- pregunté-  no quiero volver a fallarte.

-Hey- se aparto y volvió a tomar mi rostro entre sus manos. Limpió las lágrimas y me miro fijamente- tu nunca me has fallado. Ni mucho menos creo que lo haras. Lo único que has echo desde que entraste a mi vida es hacerme feliz, créeme Jess.

La sala quedo en silencio cuándo el mismo doctor volvió a entrar. Hizo lo mismo que habia echo anteriormente, esta vez dio una sonrisa mucho mas grande y susurró un "Ya es hora". Mi corazón comenzó a palpitar con fuerza y me desespere cuándo comenzaron a trasladarme a la sala de parto. Muchas cosas pasaron por mi mente en ese momento. Una de ellas es que desearía con todas fuerzas de que mi mama estuviera en este momento, la extrañaba tanto y en este instante me odiaba por haber dejado pasar los años y no haber ido a visitar su tumba. Me agradaba la idea de pensar que estaba juntó a mí,  me agradaba el echo de pensar que ella y Harry estuvieran a mi lado. Pero no era así, solo estaba el. Y agradecía que a pesar de todo lo que tuvimos que pasar el siga a mi lado.

Apreté la mano de Harry con fuerza cuando volvió juntó a mí. Por un momento creí que no vendría,  vestía una bata celeste y un gorro del mismo color.

-Te ves preciosa- dijo dejando un beso en la comisura de mis labios. Reí, sabía que mentía. ¿Quien se veía bien lleno de sudor y apenas de dar a luz? La sala fue cerrada complemente y solo éramos seis allí. El doctor, el que suponía que era su asistente, dos enfermeras, Harry y yo.... Y siete si contabamos a la bebe que aun no nacía.

-Empuja- dijo el doctor- ya es hora.- empujé tal y como lo había dichó, y solté un gritó a la misma vez, lo intenté una vez mas.

-No puedo- me dí por vencida- duele mucho, yo...- mi voz se corto debido al gran nudo formado el mi garganta- no podr...

-Te amo.- miré a Harry,  el tenía una pequeña sonrisa formada en sus labios. Volví mi vista al doctor volviendo a empujar, si no era por mi, sería por el.- piensa en como será, apuesto a que sera muy bella. Seguro sera difícil al principio- su voz era lo unico que me hacía reunir fuerzas, mientras el hablaba yo trataba de seguir las indicaciones del doctor y a la vez escucharlo. Apretaba su mano cada vez que lo necesitaba y el devolvia el gesto. Yo me dedicaba a mirar como sus labios se movian a cada palabra y sus ojos, que,  brillaban con intensidad. Un último intentó eso era lo unico que faltaba- y cuando cumpla su primer año, sonreiremos y diremos que fueron los doce meses mas dificiles de nuestra vida pero....- sus palabras salieron entrecortadas y aparto su mirada al oir un llanto que no era mío. Pude ver como sonreía y una lágrima caía de sus ojos. Recoste mi cuerpo y cerré los ojos por unos largos segundos, nunca había sentido tanto alivio en mi vida. Mis ojos de abrieron y vi a Harry parado juntó a mi con nuestra hija entre brazos. Sus ojos encontaron los mios y una gran sonrisa se formo en sus labios- mirá- dijo acercándola a mí. Y en definitiva, tal y como lo había dicho era preciosa, su cuerpito cabía a la perfección entre sus manos. Esta vez no lloraba por miedo sino porque lo había logrado y por primera vez pude sentir que había echo algo bueno. Deseaba con toda el alma cargarla entre mis brazos y tenerla juntó a mí, pero apenas me quedaban fuerzas. Mire su rostro, estaba rojo y tenia pequeñas manchas blancas en el, sus ojos estaban cerrados, apenas tenia cabello y sus labios eran gruesos. Sonreí al ver su pequeña nariz, acaricie con suavidad su rostro y solté una risita mirando a Harry- Gracias- murmuró.

-¿Por?- pregunté soltando un suspiró confundida.- se encogió de hombros.

-Por aparecer en mi vida, por permanecer en ella, por darme lo mejor que alguien podría haberme dado- miró a nuestra hija- por hacerme feliz, yo....-se detuvo un momento sin   decir nada- no te imaginas cuanto te amo- finalizó.

-Harry- solté llorando,  era mucho mas de lo que podía pedir.

-Lo siento- nos interrumpió la enfermera- debo llevarmela- dijo tomando a la bebe- la traeré luego, ahora trata de decansar. Ambas lo necesitan.- sentí un gran vacío cuando se la llevaron. Enserio deseba tenerla en mis brazos.

-Yo...- me interrumpió.

-Shhh- tapo mis labios, los acarició lentamente y luego me besó. Moví mis labios en sincronía con los suyos, me aparté tratando de recuperar el aíre. -debes descansar.

-Losé,  me siento... Agotada. Creí que no podría.

-Ya no digas eso ¿Te das cuenta? -rió- ya esta aquí,  con nosotros. Es muy pequeña y ... Cuándo oí su llanto...

-Harry- lo llamé, me gustaba a donde iba esta conversación pero necesitaba decirlo.- quedate con migo.

-Puedo quedarme hasta que te duermas, luego...

-No me refiero a eso... Quedate conmigo, para siempre. Nunca te vallas de mi vida.

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No se como me siento, okey. Lamentó si hay errores y... Prometo corregirlos.

Gracias.... por todo. Es muy cursi lo se, pero necesitaba calmarlo un poco despues de todo. Ya vendra la acción ...

Always YoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora