cap 54

150 9 2
                                    


Deje caer a un lado mi ropa y me adentre a la ducha. Después de un día largo lo necesitaba. Cerré los ojos al contacto del agua cálida con mi piel, se sentía bien saber que ahora podría relajarme sin temer a que alguien aparezca por aquella puerta y me hiciera daño.

Salí de la ducha y me vestí con un vestido acampanado de lunares negros y una chaqueta de cuero negra. Me puse mis zapatillas, ya que, caminar con seis meses de embarazo utilizando tacones no era la mejor ideas de todas. Me observe en el espejo ya lista para la cita con Harry y sonreí haciendo diferentes poses frente a el mismo. El timbre sonó y tome mi bolso caminando a la entrada.

Abrí la puerta de mi apartamento y me encontré con Harry del otro lado. Verlo con otra ropa que no sea la de prisión me agradaba, llevaba unos jeans blancos que remarcaban la figura de sus piernas y una camisa de seda estampada con las mangas subidas hasta los codos y los primeros botones sin prender. Su cabello caía a un lado aun húmedo. Simplemente perfecto.

Tambaleo pequeños pasos hasta quedar justo frente a mi y tomarme por la cintura, sonrió y acerco sus labios a los míos, su aliento era fresco y olía a menta. Siguió el recorrido hasta mi oído derecho dejando en mi las enormes ganas de sentir sus labios.

-Te ves hermosa- susurro con voz ronca, erizo mi piel por completo provocando que un pequeño gemido saliera de mis labios. Rió de la misma forma-¿Estas lista?- pregunto tomando distancia. Asentí y tome su mano extendida, comenzó a caminar en dirección al ascensor.

-Espera- me detuve. Se giro a verme esperando a que hablara- ¿No me besaras?

Llevo su cabello hacia atrás y se acerco aun mas- ¿Eso quieres?- asentí rápidamente- entonces tendrás que esperar, porque llegamos tarde.- volvió a tomar mi mano, entramos al ascensor y presiono el botón que nos llevaría al...¿Ultimo piso?

-Ha...- me detuve al sentir sus labios sobre los míos, se que desde que lo vi tenia ganas de besarle, pero esta vez me tomo desprevenidamente. Lleve una mano a la parte trasera de su cabeza acariciando suavemente los rizos disfrutando del contacto. Su mano viajaba de arriba a abajo en mi cintura mientras una suave música proveniente de los parlantes del ascensor se oía tras de nosotros.

Se distancio de mi llevando una mano a mi mejilla, sus ojos se abrieron al mismo tiempo que los míos, amaba el verde de ellos. De la manera tan profunda en la que podía ver las cosas, amaba perderme en sus esmeraldas.

Su pulgar hizo un pequeño camino a mis labios limpiando el labial corrido. Reí al ver que también sus labios estaban rojos.

-¿Donde vamos?- pregunte limpiando sus labios y acomodando su cabello.

-Es una sorpresa- respondió cuando las puertas se abrieron. Bufe rodando los ojos, comenzando a caminar.

En este piso no había nadie, era donde generalmente se guardaban las cosas de limpieza o solía dormir el guardia de seguridad. Era el mas pequeño de todos, solo una vez había venido por aquí.

Abrió la puerta que llevaba a la azotea y comenzamos a subir las escaleras. El rechinido de nuestros pies chocar con el suelo era lo único que podía oírse. Saco una llave de los bolsillos traseros de sus jeans abriendo la única puerta que nos separaba del exterior.

Quede boquiabierta cuando mis ojos se toparon con una pequeña mesa redonda cubierta por un mantel de color blanco, una hermosa cena nos esperaba alumbrada por dos velas de color rojo, al igual que los pétalos que se encontraban dispersos sobre la mesa. Alrededor montones de luces navideñas iluminaban el lugar dándole un toque mágico.

-Es.. hermoso- dije inspeccionando el lugar.

-Me alegro de que te guste.- dijo con un atibismo de entusiasmo.

-Me encanta- volví a sentir el contacto de su mano, me guió a una de las sillas y ayudo a sentarme. Se alejo buscando algo en otra mesa aparte para luego regresar con una botella de vino entre sus manos, se sentó, no sin antes servir la comida y bebidas- ¿La preparaste tu?- pregunte llevando un bocado a mi boca, asintió- esta delicioso.

Sonrió probando también de su plato, nunca despego sus ojos de los míos. Estaba nervioso y lo podía notar por la forma en la que movía su pierna constantemente.

-¿Como... te ha ido con...? Ya sabes- concluyo luego de un largo silencio.

-No se a lo que te refieres- reí.

-Solo quería saber como han ido las cosas con el bebe- aclaro dejando los cubiertos a un lado del plato. Tomo su copa y la llevo a su boca.

-Oh, bien- sonreí- incluso el ginecólogo me ha dicho que todo marcha perfecto. Mas de lo que creía.- sonrió de una forma tan dulce que creí derretirme.

-Te amo demasiado, y lo sabes- me tomo por sorpresa tomando mi mano. Acaricie su piel sin despegar mi vista de el- Jess... yo... Eh estado preparando esto desde hace tiempo.

-Creí que en prisión solo se planeaban venganzas- trate de bromear pero aunque Harry me haya regalado una risa sabia que fue malo.- continua.

-Yo siento que, no se, tal vez- respiro hondo- yo no quiero separarme mas de ti. Lo que vivimos fue realmente terrible, me demostraste que me amas. Solo quiero...- miro a otro lado evitando contacto con mis ojos.

-¿Que quieres Harry?- me solté de su garre tomando ambas mejillas obligando a que me mirara

-No quiero volver a correr el riesgo de perderte- aclaro alzando una mano hasta tocar la mía y acariciarla suavemente- ¿Volverías a vivir conmigo?- pregunto sin mas vueltas- estaba pensando en regresar a Londres, pero tal vez tu no quieras. Así que pensé en que podríamos vivir aquí. No me importa donde, solo quiero estar junto a ti.- me parecía tan tierna la forma en la que me lo pedía, se notaba lo nervioso que estaba por el tono de su voz y aun así podía captar la emoción- si no contestas creo que me moriré ahora mismo- rompió el silencio soltando un bufido seguido de una pequeña risa- sinceramente lo pensé antes de saber lo del bebe. Se que al principio temiste, pero solo quiero aclarar una cosa, lo amo tanto como a ti y es por eso que no quiero separarme mas de tu lado. Quiero acompañarte a cada cita con el doctor, acompañarte a comprar lo que desees, quiero tenerte junto a mi cuando me digas que ya es hora. Y no es solo eso, quiero tenerte junto a mi y para mi.- se puso de pie- se que dije que esperaría, pero no puedo- negó con la cabeza un poco decepcionado, esquivo la mesa llegando a mi lado. Se puso de rodillas sacando una pequeña caja del bolsillo trasero de sus jeans. Mis ojos se llenaron de lagrimas y sentí como el corazón se me detenía al mismo tiempo que mi respiración- ¿Quieres... casarte conmigo?- deslizo la sortija por mi dedo, me quede sin palabras y las pataditas en mi estomago comenzaron a hacerse presente, como si el bebe que llevo en mi vientre supiera lo que esta pasando y me apresurara a responder.




Always YoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora