Me vestí con un vestido floreado que me llegaba hasta las rodillas, que la señora Julia me había prestado. Me reí al verme reflejada en aquel espejo, nose porque pero aquella imagen me hizo acordar mucho a mi madre.
-Mi mama pregunta si comerán aquí en la habitación- Craig asomo la cabeza por el pequeño espacio que la puerta dejaba, me encogí de hombros y luego asentí. Craig me regalo una sonrisa mientras se recargaba en el marco de la puerta- Tu novio, ¿Cómo sigue?
Antes de responder, vi a Harry salir del baño con una toalla enroscada a su cintura- Un poco mejor. Gracias, campeón- ambos hombres chocaron sus puños.
-Los dejo, mama dejo una pomada y otras cosas para curar las heridas en el tocador del baño- antes de salir gira y nos observa a ambos- pronto estará la comida.
Reí mientras asentía, Craig era un chico de unos diecinueve años muy adorable y por lo que escuche además inteligente. La familia Setter nos ofreció alojo en su casa, y aceptamos. Aunque pensamos muy seriamente en buscar otro lugar mas seguro mañana por la mañana. Estaba oscureciendo y podría ser peligroso salir a estas horas y mas con Harry herido.
Nose cuanto tempo estuve aplicando pomada y vendando las heridas de Harry, solo que en ocasiones disfrutaba las muecas de dolor que trataba de ocultar pero no podía, lo hacían ver adorable.
Después de hablar con el y que me digiera que me ama y yo le digiera lo mismo, me sentí bien. No voy a negar que por un tiempo creí que lo nuestro estaba perdido y tendría que olvidarme por completo de el. Nunca en mi vida había sentido tanto miedo y confusión aquella vez. ¿Qué hubiera pasado si no hubiera ido a por Harry?¿Ahora seguiría con Kendall?
-¿En que piensas?- detuve el movimiento de mis manos en su mejilla y lo mire a los ojos, me encogí de hombros y luego aplique otro poco de pomada entre mis dedos.
-Nada.
-Jess...- arrastro las palabras- dime. Tome mi tiempo para responder y luego lo mire a los ojos.
-Si yo no hubiera aparecido la noche anterior, tu... ¿Habrías vuelto a intentar algo conmigo?- bajo la mirada sin responder, y aunque no lo haya echo verbalmente sus gestos respondían a mi pregunta. No.
-Sabes que si fuera por mi nunca te arriesgaría- respondió, asentí mientras el arrebataba la pomada de mis manos- ¿Te duele?- pregunto tocando la herida en mi frente.
-Solo un poco- deslizo la medicina por mi herida en suaves movimientos, mi vista no se aparto de sus ojos que estaban concentrados en la acción.-¿Que haremos...? ya sabes, no podemos vivir escapando.
-Nose- suspiro llevando su pelo hacia atrás- aun nose- sabia que le preocupaba todo lo que estaba sucediendo, lo sabia perfectamente. En toda la tarde lo estuvo repitiendo, apago la luz de noche y recostó su espalda sobre la cama, extendió sus brazos en mi dirección y me removí apoyando mi cabeza sobre su pecho mientras me rodeaba con sus brazos- lo siento, no debí meterte en esta cosa.
-Te dije que la próxima vez que te disculparas te iba a golpear- oí una risa de su parte- la única culpable aquí soy yo, no debí haberte ido a buscar, aunque ¿Sabes? No me arrepiento.
-Jess- me llamo con la voz un poco ronca, la voz que utilizaba siempre cuando estaba cayendo en manos del sueño.
-¿Si?- escondí mi rostro tratando de no rozar la heridas, cerré mis ojos mientras esperaba a su respuesta.
-Hoy es veintidós de febrero- asentí sin saber a lo que se refería- hoy hace siete que nos conocimos.
Moví mi cabeza para mirarlo a los ojos, tenia una pequeña sonrisa formada en sus labios y los ojos cerrados. Estire mi cuello hasta que nuestras bocas se pusieron en contacto, nuestros labios se rozaron para después fundirnos en un suave beso. Me separe de el dándole un pequeño beso en su barbilla para luego volver a dejar caer mi cabeza sobre su pecho y dormir cómodamente en sus brazos. Estaba realmente agotada.
