cap 69 "Campo de juego"

132 11 2
                                    



Después de retirar nuestros helados y pagar al encargado, salimos afuera. El cielo se mostraba estrellado, y las calles casi vacias dándole su toqué magico como todas las noches.

-¿Sabés? Todo esto me hace acordar a cuando tenia quince años- dije comiendo un poco.

-Dudo que puedas recordar mas.

-Oye- le pegué en su brazo haciendo que balanceara su helado, por suerte no se cayó- recuerdo casi todo.

-¿Recuerdas cuándo apenas saliamos, que te llevé a que conocieras... mis tios y por poco terminas...

-Lo estas inventando- dije al ver que dudaba a cada palabra. Harry bufó terminando su helado- ¿Recuerdas si quiera de que sabor era?- reí burlandome de el.

-Creó que de chocolate- dijo al cabo de unos segundos.

Negué con la cabeza- menta, tu pediste menta y yo chocolate.

-Creó que eran dos- llevó una mano a su estomago y la otra a su frente, fingiendo pensar.

-Eres único.

-Jess- me llamó haciendo que girara a él.

Habiamos llegado a una plaza, la recordaba porque era la que apenas quedaba a tres calle de mi antigua casa. Solía venir de bebé,  niña y adolescente. Si, resumiendolo, solía venir todo el tiempo aquí. Las cosas no estaban como exactamente lo recordaba, los juegos ya no eran los mismos y solo quedaban dos árboles de los miles que solian haber. Era deprimente.

-¿Sí? -lo animé a que siguiera hablando. Negó con la cabeza desviando la mirada, tiré lo que quedaba de mi cono de helado y tomé su mano- vamos, habla.

-Yo... Es que... Se que sonará loco, pero es que- sus labios se cerraron y seguido de eso frunció su ceño- ¿Quieres volver al instituto? - fruncí mi entrecejo, esperando a que dijera que era una broma pero eso no sucedió.

Solté una carcajada- ¿Estas loco? Yo terminé mis estudios hace tiempo y créeme, no pienso volver allí.

-No me refiero a eso, hablo de ahora, en este momento. Sólo me gustaría recordar viejos tiempos.

-Eso... No es tan malo como lo creía, pero dime ¿Como haremos para entrar?

-Si nada a cambiado, y todo sigue exactamente igual que antes. No tienes de que preocuparte- dijo apresurando el paso.

Como lo había dicho el, era una idea loca. Mucho mas que loca, descabellada. Pero a la vez no sonaba tan malo con corde avanzabamos hacia nuestro destino. Tenía muchas ganas de revivir mi pasado, aquellos tiempos en los que era feliz. Cuando no tenía el porque preocuparme, cuando soñaba un futuro en el que terminaría mis estudios, estudiaría una carrera, trabajaría, me casaría mudándome al lado de la casa de mi mamá (con la cual compartiría la mayoría de mis recetas, y ellas las suyas con migo)  y tal vez luego tendría un/una hijo/a.

Y aunque nada fue como lo imaginé, no me quejó. Gracias a todo, tengo a las dos personas mas importante en mi vida. Harry y Nicol.

Llegamos al instituto y el primero en tomar la delantera, fue Harry. Sostenía mi mano entre la suya a medida que avanzaba. Rodeamos el lugar hasta llegar a la parte trasera, dónde se podía ver con facilidad el campo de juegos y entrenamiento.

-Por aquí- dijo metiendose entré los matorrales, solté un quejido cuando mi pierna rozo algo filoso.

-¿Qué mierda es ésto? -gruñí- lo siento- esta vez me disculpe por decir groserías. El rió.

-Solía entrar por aquí cuando llegaba tardé, era eso o enfrentarme a la dirección.- se detuvo frente a unos troncos juntó a la valla, los aparto con facilidad dejando una enorme agujero por donde entrar- pasa- obedecí  sus indicaciones y me adentre. Mis pies tocaron el césped reviviendo viejos tiempos y corrí hasta el centro de éste.

-¡Toma eso Simón!- grité seguido de un alarido de victoria.

-¿Quién es Simón? -preguntó Harry llegando de repente. Pegué un pequeño saltó de susto.

-¡Eso... Eso no importa!- respire hondo volviendo a la normalidad- ¿Porqué tu nunca jugaste en el equipo?- pregunté, ahora mas tranquila.

-Siempre me llamó la atención la música, incluso mas que los deportes.

-Ah- dije alargando la palabra.- interesante.

Estire ambas manos tomando las mejillas de Harry entre estas y lo acerqué hasta mí uniendo nuestros labios, al principio parecía sorprendido pero al cabo de unos segundos sus labios comenzaron a dar ritmo al  beso, mientras sus manos jugaban en mi cintura. Sus labios se sentian tan suaves como de costumbre y mi estomago no dejaba de sentir aquellas sensaciones que te provoca estar con la persona a la que mas amas.

-¿Sabés?- comencé una  vez que nos hubiéramos separado por falta de aire- siempre quise besar a alguien en el campo de juego.

Tomé la mano del rizado, sin esperar a uan respuesta, y salí  corriendo hacía dentro del lugar, empujé la puerta sorprendiéndome de que estuviera abierta.

-Espera aquí- soltó mi mano y se fue caminando a no se donde. Segundos después las luces se encendieron alumbrando los pasillos repletos de casilleros, se podían ver las aulas y escaleras que llavaban al segundo piso.

-¿Ahora? -pregunté.- ¡Mi casillero!- grité comenzando a correr, giré hacía la izquierda oyendo los pasos de Harry detras de mí y una carcajada que salía de su boca. Haciendo que disfrutará del momento. Después de tanto correr llegamos al fin a donde se encontraba el casillero que años atras había utilizado. Solo espero que la clavé siga siendo la misma- bien...- trate de tranquilizar mi respiración y recordar los numeros- 3... 9... 2.. 2- giré la perilla pero este no se abrió- creó que... Creó que me equivoqué. 3... 9... 5...2. Sí-  grité al ver como este cedió.

-Oye, ya esta mal que estemos aquí y quizas si nos encuentran nos metamos en problemas. Y mas si tomas las cosas de los...

-Mirá- le tendí una banda color negra juntó a una camiseta con el número uno- supongo que es  capitán del equipo- dije revisando las cosas, tomé un monton de papeles- es un cerebrito.- dije al ver puros números diez en los examenes ¿Cerebrito y capitán?

-Jess.

-Tienes que leer esto- señalé una hoja de papel pegada en la puerta de metal.

Viernes a las 11 pm. en dirección.

-Seguro ellos deberan...

-Jess- volvió a llamar.


-¿Que quieres?

-Es viernes... Y...- señaló en frente. Miré y mi cuerpo se congeló al instante con mi boca formando un gran "o". El estudiane "dueño del casillero" estaba justo en frente de nosotros semi-desnudo y con los ojos como plato. Cerré los ojos fuertemente esperando a lo que sería nuestro fin pero en vez de eso de oyo un grito.

-¡Oh mi Dios!¡Eres Harry Styles!













Always YoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora