Estire mis brazos a los costados chocando sin querer con Harry, miré su rostro aun dormido y me puse de pie para ir al baño. Desdé que comencé mi octavo mes de embarazó me despertaba temprano con grandes ganas de orinar.
Encendí la luz del pasillo y caminé hasta el baño, apenas eran las cuatro de la madrugada y no había ningún signo de que el solo quisiera salir. Después de hacer mis necesidades y lavar las manos fui directo a la cocina, abrí el refrigerador y me serví un vaso de leche fresca. Me tiré sobre el sofá extendiendo mis pies y tocando mi vientre. Aveces tenía la sensación de que si hacia grandes esfuerzos el bebé terminaría por salirce de su lugar, solo faltaba un poco mas de tres semanas para que naciera y a medida que la fecha se aproximaba mas temía.
-¿Estas bien?- hablé cuando sentí pequeñas pataditas. Por lo general solía hacerlo antes de dormir o durante el día. Nunca a las horas de la madrugada. Los golpes se detuvieron y no lo sentí mas.- Bien, duerme.- susurre llevando mi cabeza hacía atrás. Cerré los ojos sintiendo el ruido de la TV encendida. Poco a poco fui callendo en un gran y profundo sueño.
Unos apretones en mis hombros me hicieron despertar, solté un quejido y miré hacia arriba. Harry sonrió remarcando sus oyuelos ¿Podría ser mas perfecto? y acercó sus labios a los mios dejando un corto beso.
-¿Que hora es?- pregunté reincorporandome. Bosteze estirando mis huesos.
-Son apenas las seis, desperté y como no estabas acostada salí a buscarte. Enserio, seguir durmiendo en este sofá solo te dara dolores de espalda- rodeó el sofá y se sentó junto a mí. Eleve mis pies y los coloqué sobré su regazo.
-Me siento muy cansada e incómoda. -volví a cerrar los ojos- bajé por un vaso de leche y al ver las escaleras... Definitivamente no volvería a subir aquello.
-Si quieres podemos limpiar la recámara de abajo, dormiremos hay hasta que el bebe nazca.
Negué con la cabeza- es mucho trabajo. Aun hay que acomodar su habitación- suspire- esta tarde podriamos comenzar.
-No estaré- al escuchar sus palabras mis ojos se abrieron automáticamente.
-¿Que dices?
-Tengo cosas que hacer.- llevó una mano tras de su cabeza- lo siento, lo haremos mañana.
-Como sea, no importa- volví a cerrar los ojos- ¿Que haces despierto?
-Te dije, solo quería ver que estuvieras bien.- se puso de pie y caminó hasta las escaleras, en el tercer escalón se detuvo y pronunció las ultimas palabras antes de desaparecer por completó- si necesitas algo llámame.
Hay estaba, los últimos meses ah estado raro. No digo que yo no, pero ¿Que mujer embarazada no es rara? A lo que me refiero y no entiendo es el porque de su actitud. Peleamos de vez en cuando pero son apenas pequeñas discusiones, nada por lo que deba preocuparme. Lo que si me preocupa es que este viendo a alguien mas, simplemente no quiero suponer cosas que de seguro son erroneas. El no es capaz de hacer algo como aquello.
Oí el ruido de la puerta cerrase y supe al instante que me encontraba sola. Levanté mi cabeza y mire directo al reloj. Era el medio dia. Y ya no estaba tan cansada.
Me puse de pie con un terrible dolor de espalda, tal vez tendría que haber escuchado a Harry. Caminé a la cocina y calente un trozo de pizza en el microondas, luego de comer fui al refrigerador por un pote de helado y me senté en la mesa. La TV aun seguía encendido, apostaría a que desde que llegue solo se a apagado unas dos veces. Observé aburrida la pared, y una vez acabado el helado lo deseche en la basura.
No me importaba que no me ayudarán, estaba sola, aburrida y sin nada que hacer. Subí las escaleras con las bolsas donde estaban las cosas del bebe, entre al cuarto y solté un pequeño suspiro.
Tomé el escobillon y comencé a barrer la tierra, el polvo entró en mis pulmones causando una molesta tos. Cuándo el piso y los muebles ya estaban en perfectas condiciones comencé a doblar y guardar la ropa en sus cajones. En realidad no era mucho que hacer, el cuarto era de un amarillo suave y pastoso, los muebles de color blanco. Lo único que faltaba era una cuna para que durmiera y el cambiador. Pero supongo que eso sera para otro día.
Después de dejar todo listo y en su lugar, tomé una ducha, salí del baño aun en bata y fijé mi vista en la ventana. Un camión había aparcado a las fuera de nuestra casa, miré mas atras y el auto de Harry recién llegaba, bajo de el y del lado el copiloto Alice, lo que me enfureció aun más e hizo que bajara las escaleras. Salí al exterior y Harry solo se encargaba de dar indicaciones al hombre que manejaba el camión.
De allí bajaron una cuna muy hermosa y grande, el cambiador que tanto esperaba, una pequena bañera de color pastel y otras cosas para el bebe. A pesar de que Harry aun no conocía el sexo se esmeraba por los colores.
-Hola- trató de besar mis labios pero me aparté. Frunció su seño y miró a donde yo miraba, Alice. Rodó los ojos e ingreso a la casa sin decir mas nada. Una vez de que todos se allan ido y se despidiera de la pelirroja con un beso en la mejilla se dispuso a hablar- ¿Que es lo que te sucede?- preguntó algo molesto.
-Y me lo preguntas después de que vi a Alice bajarse de TU auto. ¿Es por eso que no pudiste ayudar con el cuarto hoy?
-Ella no es nada, solo me acompañó a comprar las cosas.
-Podrias haberme avisado. ¡No te das cuanta! Después de Kendall no puedo volver a confiar en nadie.
-Puras locuras.- chequeo su lengua.
-¡No so...- las palabras se detuvieron justo cuanfo sentí una punzada en mi cabeza.
-¿Estas bien?- preguntó acercándose. Toco mi frente y asenti.
-No es nada.
-Esta bien, si quieres tratare de mantenerme lo mas lejos posible de ella.- Bajo una mano hasta mi vientre y hablo- ¿Tu que opinas?- esperaba sentir las pequeñas pataditas al igual que el, pero no fue así.
-No se ha movido desde esta mañana- respondí.
-¿Eso es normal?
Me encogí de hombros- supongo que si. En la última cita con el doctor me dijo que no había nada por lo que preocuparse.
-Te amo- sonrió rozando su nariz con la mía. Cerré los ojos imitando la acción.
-Eh estado pensando.
-¿Se puede saber en que ah pensado señora Styles?
Fruncí el seño y reí- solo en que...- me encogí de hombros- tal vez podríamos... ¿Sabes qué? Olvidalo.
-¿Qué? -se separó abruptamente- Me lo dirás tomó mí manó.
Negué con la cabeza divertida y retrocedí susurrando un "Luego"
Aparté su manó y giré a la escalera, aun no me había cambiado y debo de admitir que me dio un poco de vergüenza que aquellos hombres me vieran así.
-Jess- la voz de Harry sono temblorosa y preocupada. Me giré y vi su mirada clavada en La mia.- créeme cuando digo que eres lo mas importante para mí.
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Siento si no subi pero no tenia señal.
Gracias!!!!
