Lo que mas amaba de estar en este hospital es que me ayudo a pensar. Tenía mucho tiempo para analizar las cosas, desde las mas pequeñas a las mas grandes, y lo que mas aprendí es que el miedo es esencial para la existencia del ser humano. Sin miedo no somos nada, sin miedo no arriesgamos, pero a veces las personas desean evitarlo. Cada paso que daba en mi vida lo daba con temor, vivo cada día dudando de mis pasos y por primera vez quería estar segura de lo que hacía.
Decidí volver a Londres. Aun no, pero quería vivir allí. No solo por el echo de estar cerca de mi madre, en otros sentidos, si no, que Londres fue el lugar en el que nací, crecí y lo mas importante. Conocí a el amor de mi vida.
Irme a otro pais significaba muchas cosas. Tenía una empresa, no podía irme así como así. Pero no era momento de pensar en eso, ahora solo quería salir de este hospital.
Extendí mis piernas frotandolas, deslice el pantalón por mis piernas y me puse de pié. Observé a Anne, estaba sentada a una orilla de la habitación con Nicol entré sus brazos, tenía una de sus manitos cerrada en un puño alrededor del dedo de Anne. Ella sonreía alegré.
- Aun no creo que esta cosita sea mi nieta.- asentí y me acerque a pasos tranquilos. Me puse de cuclillas y vi como se removia inquieta.
-Y yo no creo que sea mi hija- admití con sinceridad. Gemma y Harry habían salido a rellenar los papeles necesario para el alta, y habiamos quedado ambas solas en la habitación, me puse de pié después de besar su cabecita .
-Me alegra de que vallan volver a Londres.
Asentí- creo que es la mejor idea. Pero dudo volver a mi antigua casa, incluso se me ara difícil los dias que te visité. - hice una mueca pensando en lo desagradable que sería ver la casa en que viví durante mi adolescencia. Aunque no todos los recuerdos eran malo.
-Lo entiendo- ladeó la cabeza.
-Discúlpame por haberte echo tomar un avión hasta aquí.
-Oh, no te preocupes. Apenas Harry me dio la noticia no pude evitarlo. -Reí.
Al instante en que fue nombrado entró a la habitación. Había cumplido su promesa y después de que vino Anne ayer por la noche regresó a casa. Vestía unos jeans negros que se ceñían a su figura y una remera del mismo color. Su cabello bajaba por sus hombros aun humedos y desordenados, unos lentes oscuros cubrian sus ojos . Era tan... Harry.
-Esta todo listo.- caminó hasta la camilla y tomó el bolso de ropa ensima de ella. Se la colgó a los hombros y se acercó a nosotras. Tomé la bebé entre mis brazos y la balanceo con cuidado cuando comienza a moverse inquieta.
-Ya- susurro en voz baja pero sigue moviendose. Separa sus pequeños labios y de ellos salen un quejido.
-¿Quieres que...- comienza extendiendo sus brazos. En cuanto lo hace le paso a Nicol con temor de que se caiga de mis brazos. No me gustaba cuando se movía así.- Jess...- dijo acomodandola en su brazo izquierdo. Era sorprendente como un solo brazo podía aguantar todo su peso. Harry miro a Anne y luego volvió la vista a mí indicando que hablariamos pronto- Mamá- desvío la vista- ¿Iras con nosotros?
-Oh no- se adelantó- quiero comprarles unas cosas a Nicky. Luego iremos.
-Pues, vamos.- tomó mi mano y comenzamos a caminar. El trayecto por los pasillos fue silencioso e incomodo a la vez. Mis manos comenzaron a sudar, pero no quería apartar la de Harry. Su contacto me hacía bien.
De reojo podía ver la escena mas tiernas de todas, el cenó fruncido de Harry era en ocasiones gracioso. Soltó mi manó para cubrir la cabeza de la bebé con una manta una vez que llegamos a la entrada, la acorrucó mas a su pecho y volvió a tomar mi manó.
Las puertas se abrieron y miles de luces parpadeantes me hicieron bajar la mirada, los gritos se hicieron fuertes y comprendí el porque tanta protección con Nicol. Alcé la vista y me sorprendí al ver tanta gente. En ocasiones olvidaba que Harry era famoso, y por una simple razón. Yo lo conocí cuando aun no lo era. Y el siempre sera el simple chico que iba a mi mismo instituto y vivía en frente de mi casa.
Volvió a soltar mi manó y abrió la puerta del copiloto para que pudiera entrar, una vez que estaba arriba me paso a Nicol y abrochó el cinturón alrededor de nosotras. Sonreí.
(...)
Entramos a casa y sentí como si hubieran pasados años desde la última vez, aunque solo fueron tres días.
-Ven.- dijo dejando el bolso a una orilla. Puso una mano en mi espalda y me guió a la escalera. Comencé a subir con cuidado, una vez que estuvimos arriba fuimos a la habitación juntó a la nuestra. Mi boca se abrió grande y creí tocar el suelo... O en este caso la alfombra de color rosa pálido. - quería... Hacer algo especial. Solo esperó que no...- desdé que puse un pie en este lugar no deje de contemplarlo, era hermoso. La habitación para nuestra hija lo era.
Fruncí mi cenó- antes de que me fuera esto no estaba.- me giré a el y sonrió timido- Creí haber dicho que descansaras.
-Jess... No quiero pelear, valió la pena quedarme toda la noche. Aparte, Louis y Gemma me ayudaron - me adentre a la habitación y caminé a la cuna, tenía razón, yo tampoco quería pelear. Recosté a Nicol con cuidado, observe su rostro pálido y por suerte no había despertado- Jess- siento una mano en mi hombro y giro encontrándome con sus esmeralda. Su manó se mueve llevando un mechón de pelo tras mi oreja- no mencionare lo del hospital, pero quiero que sepas que no debes tener miedo.
-Yo no...
-Lo vi en tus ojos- me interrumpió serio- quiero que confíes en mi para lo que necesites ¿Entendido?
Asentí luego de liberar el aire de mis pulmones- gracias- mis labios se elevaron en una sonrisa.
-Ahora...- comenzó a acercarse mientras sonreía dejando notar sus hoyuelos- estamos solos- agarró mi cintura y me atrajo a su cuerpo.
-No tanto...- le recordé ladeando la cabeza.
-Esta dormida- acarició mi nariz con la suya y cerró los ojos.
-Harry...- advertí. El gruñó haciendo que se escapará una risita de mi boca, al instante en que lo hizo pego sus labios con los mios tomándome por sorpresa. Llevé una manó a su pecho para mantener el equilibrio y la otra por detras se su cabeza. Sus labios se movian rápidos como si hubieran pasado años desde el último beso verdadero, haciéndome perder el ritmo en ocasiones. Un gemido salió de mi boca cuando sentí su lengua- Harry- volví a repetir pero no me escuchó o... Me ignoro.
Sus pies comenzaron a moverse y los mios solo siguen sus pasos, nos detenemos cuando mi espalda choca con la pared. Siento su mano en uno de mis muslos. Sonrió ¿A quién intentó engañar? Lo necesito. Sus labios se separan de los mios para besar mi cuello, llevo la cabeza hacía atras disfrutando tomándome de sus hombros.
El timbre suena y Nicol despierta llorando.
El momento se acaba.
Dejó de besarme para esconder su rostro en mi cuello- es mi mamá. -anuncia provocandome cosquillas.
-Debo darle de comer- digo refiriéndome a la bebé. Mi pecho sube y baja aceleradamente.
-Ire a abrir, tu encárgate de ella- dejó un beso en mi cuello y luego se separó, por último besó mis labios para después perderse por la puerta.
Bien, mi trabajó como madre comienza en este instante.
