cap 29 "Sonríe"

157 14 1
                                    

Me senté sobre la acera del estacionamiento para esperar a Harry, de algunos autos se podía observar como  chicas y chicos bajaban corriendo con sus camaras al interior del shopping, y ya se el porque. Deje las bolsas de regalos a un costado y lleve ambas manos cubriendo mi rostro, ni siquiera tenía las llaves del cohe conmigo. Ya ha pasado casi una hora desde que no veo a Harry, al principio creí que solo serían unas fotos. Terminaron apartándolo por completó de mi lado, hasta tal punto que ni su cabellera podía ver. Tengo el serió impulsó de buscar un taxi he ir a casa por mi cuenta. Pero no puedo dejarlo, la espera no me vendra mal. Si mi amor por el es tan grande podre soportar este tipo de situaciones y peores. Solo esperó no estallar algunos de estos días, eso sería trágico.

Este viejo lugar me recuerda a las películas de terror, temo que por detras de una de las paredes salga un zombie, aunque eso es imposible. El olor a humedad y la poco luz provenientes de dos faroles completamente degastados le da ese aspecto terrorífico, mas de una vez me llevé un gran susto por el rechinido provocado desde las cadenas de los grandes portones. Poco a poco se van cerrando todas las puertas del lugar, la seguridad del shopping debe de estar alerta, no me sorprendería que vinieran a echarme ¿Me creerán si les digo que vine con Harry Styles?, lo dudo mucho.

El ruido de la vieja puerta oxidada  tras de mi retumbo en todo el estacionamiento, giré esperando a ver uno de los guardias y en su lugar me encontré con Harry. Sonrei cuándo sus ojos se encontraron con los míos, no dijo nada, metió ambas manos a los bolsillos de sus jeans y se sentó junto a mi.

-¿Me perdonas?- pregunto, reí y asentí con mi cabeza negando a la vez.

-No hay nada que perdonar- mire a la nada, ninguno de los dos hablo durante unos largos minutos. Ambos estamos sumidos en nuestros propios pensamientos. Yo pensando en una forma de  como se puede amar a alguien  mas cada día, con cada una de sus palabras y el...no se.

-¿Estas enojada?- volvió a preguntar sacándome de mis pensamientos.

Reí negando con la cabeza- me enojare si sigues preguntando cosas tontas- gire a verlo.

-Es que pensé que...

-Todo esta bien, Harry. No tienes porque disculparte- me incline para besar sus labios.

-¿Alguna vez dije que te amo?- fingí estar pensando en una respuesta tardía he hice una mueca desentendida- bueno en ese caso, te amo- mi rostro se quebró en una sonrisa, era tan hermoso estar a su lado, escuchar decir te amo. Podría soportar cualquier obstáculo que la vida me pusiera con tal de no volverlo a perder nunca mas.

-¿Que es lo que querías decirme?- recordé.

-Emm...- sonrió- creo que eso deberá de esperar, lo estuve pensando y será mejor decírtelo en otro momento -dijo burlón mientras se ponía de pie y caminaba hasta donde se encontraba el auto.

-¿Enserio, Harry?- camine tras de el- Ya, dime- negó con la cabeza abriendo la puerta el copiloto para que así pudiera entrar- ¡Me estas matando!¡Dímelo! 

-No ¿Subirás?- hizo un ademan con su mano, gruñí y me adentre al vehículo cruzándome de brazos, cerro la puerta mientras reía ante mi actitud y rodeo el auto hasta llegar a mi lado- ¿Estas enojada?- no conteste, encendí la radio y mire por la ventanilla junto a mi.

Algo que nunca pude soportar son los misterios, es como si un parasito se estuviera apoderando de mi cuerpo poco a poco, consumiéndome sin piedad alguna. Lo peor de todo es que por mas que quiera se que no durare bastante tiempo enojada con el, y mis sospechas quedaron absolutamente confirmadas cuando Harry comenzó con sus intentos de hacerme reír, al principio no cedi, después solo trate de ocultar una sonrisa tras mi pelo, pero al último no lo soporte y termine soltando una carcajada acompañada por Harry.

Llegamos al hotel, tomo mi cintura dirigiéndome a la entrada, me sorprendió cuando se detuvo en el vestíbulo, creí que se quedaría mas tiempo.

-¿Te vas?- frunció sus labios.

-Tengo que arreglar algunos asuntos- beso mi frente- te veré luego o tal vez... mañana.

Su actitud era extraña, hace solo minutos ponía todas sus fuerzas para hacerme reír y ahora, ahora se marchaba como si nada y con un... beso en la frente. Observe la puerta de cristal hasta verlo desaparecer por completo, cerré mis ojos con fuerza y suspire con profundidad, no me pondría mal, claro que no.

Cerré la puerta tras de mi, camine hasta llegar al sofá dejando caer con fuerza mi cuerpo sobre este, me asegure de tener todos los obsequios junto a mi y bufe al momento de ponerme de pie. Tome las bolsas y fui hasta mi habitación, abrí el armario y las metí dentro de el. Ahora si, mire a la cama y me tire sobre esta, estaba tan agotada que apenas podía sentir mis pies, solo quería dormir aunque costara, considerando que en estos momentos mi mente esta dando miles de vueltas con ciento de dudas ¿No puede haber un día en el que me sienta segura de mi misma y de las personas que me rodean?

No dormí mucho, desperté cuando apenas estaba anocheciendo por el ruido del teléfono. Estire mi brazo tirando todo a su paso hasta llegar al móvil.

*¿sí?

*Jess, soy yo. Niall

*Oh Niall... Hola.

*Estoy afuera ¿Podrías abrirme?- rodé los ojos maldiciendo una y otra vez en voz baja.

*Enseguida, solo espera.

Colgué antes de recibir una respuesta, hundí por ultima vez mi rostro en las almohadas y me levante de un salto. Pase las manos por sobre mi blusa para corregir las arrugas que se formaron en esta, alise lo mas que pude mi cabello y relamí mis labios, lo malo de las siestas cortas es la forma en la que suelo despertar. La suerte es que quien me espera del otro lado de la puerta es Niall, mi mejor amigo.

-Hola- dijo con una sonrisa al verme, me abrazo y luego se separo- ¿Estabas durmiendo?

-Si, por cierto, gracias por despertarme- fui hasta la cocina y abrí el refrigerador tomando la jarra de agua.

-De nada- rio elevando una manzana por los aires con una maniobra ágil para luego llevarla a su boca y darle un mordisco- no creí que estarías durmiendo, supuse que estarías trabajando.

-Hoy no fui- me encogí de hombros- tuve cosas que hacer- el sonido del timbre interrumpió lo que estaba por decir, volví a gruñir por decima vez en el día caminando hasta la puerta, tome el picaporte y la abrí.  Harry estaba parado del otro lado con una sonrisa en su rostro ¿Qué tiene la vida en mi contra que todo mundo puede estar feliz menos yo?- pensé que no vendrías- fueron las únicas palabras que logre pronunciar, elimino la sonrisa de su rostro y me examino por un momento detenidamente.

-Creo que tu día no va nada bien- volvió a sonreír- pero el mío si, así que adivina ¡¿Quien será tu nuevo vecino?!- elevo su mano derecha y de ella colgaban unas llaves doradas con el sello del edificio. Se acerco a mi y me elevo en los aires dándome vueltas.

¡Ya! la gripe, las pestes, el herpes todo en este mundo se puede contagiar ¿Por qué la felicidad no? Tan solo deseo un poquito para festejar el echo de que Harry vivirá junto a mi.

-¿Que sucede?¿Acaso no estas feliz?- me dejo en mi lugar.

-Si, si. Súper- trate de sonreír- solo estoy...

-En su periodo- interrumpió Niall- hubieras visto como me atendió hace instantes. Hola, hermano.

Los dos chicos se dieron la mano seguido de un abrazo.

-Tal vez solo sigue enojada, porque no quise contarle de mis planes- dijo Harry mirándome burlón.

-¿Enserio?- el rubio cruzo su brazo por sobre los hombros del rizado- cuéntame a mi...- lo aparto al otro extremo de la habitación para que no pudiera escuchar. Harry iba susurrando algo en el oído de Niall y el otro asintiendo- ¡No lo puedo creer!- grito para que escuchara desde mi sitio-¡Si Jess lo supiera!¡imagínate!- definitivo, acabaron con mi paciencia.


Always YoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora