Capítulo 52 - San Valentín Sangriento

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RED.

Después de treinta minutos, Vivienne sale del baño para unirse conmigo en la cama. Ella se desliza bajo las sábanas hasta que éstas le cubren justo la nariz. Unos grandes ojos marrones me miran, claramente avergonzados. Dejo mi teléfono a un lado, mirándola con una sonrisa.

—¿Qué hiciste todo este tiempo allí?—se acerca más y pone su pierna sobre la mía.

—Pensaba que mañana podría comprar nuevas plantas para el penthouse. ¿Te gustaría venir conmigo? Hace mucho no tenemos una cita.

Busco entre su espeso cabello negro hasta que encuentro el lóbulo de la oreja y tiro de él.

—¿Me vas a mostrar dónde compras tus plantas venenosas?

—Quizás.—sus cejas se mueven peligrosamente mientras me da una pequeña sonrisa satisfecha—Sólo si eres una buena chica.

Tiro de su oreja con más fuerza y sonríe, besando el hueco de mi garganta.

—Esto me recuerda. Olvidamos practicar mi inmunidad a tu veneno, ¿Por qué no dibujas algo en mí?

Vivienne se sienta de golpe, la energía envuelve sus ojos con un brillo travieso.

—¡Oh, sí! He querido hacer eso desde Hong Kong.

Con el lápiz labial en mano, comienza a desabrochar mi pijama de encaje negro, tomándose más tiempo del que necesita.
Se muerde el labio inferior, examinando su nuevo lienzo en blanco.

—¿Alguna sugerencia?—preguntó.

—Tu nombre.

—Eso es encantador.—el teléfono comienza a sonar mientras trabaja en mi piel, pero lo ignoramos.

A pesar de la cercanía no se siente sexual, sólo íntimo.

—Vivienne...—aclaro mi garganta—Grita 'rojo' si no te sientes cómoda con algo. Creo que a veces la razón por la que te sientes tan mal es que no te sientes merecedora de lo bueno.

Las manos que estaban en mi cintura se detienen. Pero luego de un segundo, siguen dibujando en carmesí.

—¿Qué?

—Te saboteas, constantemente.—su mirada se rehúsa a encontrar la mía—La persona que se somete a la sumisión siempre necesita cuidados luego de cada encuentro por lo intenso que es.

Vivienne pone los ojos en blanco como si quisiera decir "obviamente".

—A veces me pregunto si yo te hago sentir segura con mis cuidados como lo haces conmigo.—tomo sus manos, evitando que siga dibujando—Lo estás haciendo bien, Vivienne.

Sus ojos suben hasta encontrar los míos, su cabeza siguiendo el movimiento ligeramente...como si estuviese asombrada. Pero el momento es interrumpido cuando el teléfono suena otra vez.

—Si esta es una broma de Remy o Nikolai voy a–

Quiero mi cuchillo de nuevo, Ms Tang.

Las líneas tensas del cuerpo de Vivienne en realidad se relajan ante la llegada de una amenaza clara y presente.

—Hola de nuevo a ti también, Nadia. ¿Te llamo así o...?—me hace un gesto para que la siga, sale rápidamente de nuestra habitación y entra en la de Zoe.

—¡Hey, qué mier...—Vivienne garabatea una sola palabra con lápiz labial en mi antebrazo y se lo muestra: RASTREA.

Zoe no necesita que se lo digan dos veces y toma el teléfono de Vivienne poniéndolo en altavoz mientras trabaja en ello.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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