Prólogo

14K 485 33
                                    

Los errores siempre formarán parte de la vida, pero no hay que dejar que la vida se transforme en errores.
~

El silencio era angustiante, y la culpa empezaba a florecer en mi pecho sintiéndose como pequeños alfileres clavándose lentamente en el.

-Vamos Julieta-dijo, su voz teñida de desesperación-ya es hora, hemos estado durante siete años-me mira con aquellos ojos avellana que tanto amaba, pero que ahora mostraban frustración y cansancio.

-Yo... yo enserio no puedo-a parte mi mirada antes de que se diera cuenta que algo no andaba bien, temía que esto se saliera de mis manos y no supiera controlarlo. Temía que esto no tuviera arreglo.

Sentía mi corazón golpetear con fuerza mi pecho y mis manos empezaban sentirse pegajosas por el sudor. Mi cuerpo entero estaba sometido por la tensión que podía asegurar que cualquier acción me desmoronaría.

-Eso mismo me dijiste hace un año-vociferó, pasa una mano por su cabello dejando que pequeños mechones cayeran despreocupadamente sobre su rostro- ¿Qué pasa, Julieta?-cuestiona, sus ojos buscando los míos impacientes-,desde hace dos años ya no eres la misma, antes tu misma me lo propusiste, vivir juntos.

No dije nada, lo miré y supe que ya no podía hacerme esto, ya no podía mentirme. No podía seguir pretendiendo mentirle.

-Andrew-suspire afligida, si no lo hacía ahora nuca lo haría, y sabía que tarde o temprano él iba a saber, y no exactamente por mí-. Ya no es lo mismo que hace cinco años, ya no siento lo mismo que sentía la primera vez que te vi, yo en verdad, lo siento, pero...-agache mi cabeza, el ruido chirriante que hizo la silla al ser arrastrada por el suelo me hizo saber que se había levantado.

-Maldición-gruño furioso-, ¿y porque esperaste hasta ahora Jul?-espeto mientras me miraba con enojo haciendome estremecer- ¿porque ahora cuando estoy jodidamente más enamorado que hace siete años?-lo mire, nuestros ojos se encontraron y vi como sus ojos avellanas empezaban a humedecerse, la opresión en mi pecho haciéndose insoportable, dolorosa-¿porque esperaste hasta ahora?-el tono de su voz se suavizo, sus lágrimas se deslizaban sobre su perfilado rostro-deje todo por ti, así como sé que tu dejaste todo por mí-metió una mano en su saco que llevaba puesto y saco una pequeña caja-te lo iba a dar ayer enfrente de toda tu familia pero creí que era mejor dártelo a solas, por que creí que estaba con la persona correcta, porque pensé que esta personaba también me amaba-sus palabras siendo escupidas como si de veneno se tratase,cierra con fuerza su mano en la que se encontraba la pequeña caja, me miro, y... simplemente dejo la caja frente a mí-. Feliz aniversario amor.

Me dio una última mirada antes de que se diera media vuelta y empezará a caminar hacia la puerta del restaurante. Espere...realmente lo hice, una estúpida parte de mi creía que regresaría, pero sabía que eso no sucedería, porque lo lastime, porque jodidamente lo destroce.

Tome entre mis manos temblorosas la caja, las lágrimas que retuve con esfuerzo salieron por si solas al ver que había adentro de la caja, pensé que esto sería lo correcto, ¿entonces por qué duele?, tomo entre mi manos el pequeño anillo, dejo escapar un sollozo, mi pecho arde, mi respiración desde hace unos minutos que ya no es normal.

Quiero gritar, quiero simplemente borrar todo esto, estar en mi habitación encerrada y pretender que nada sucedió. Quiero simplemente que esto deje de doler.

No me arrepiento de lo que hice, sabía que era lo mejor para los dos, ya no era feliz a su lado y no quería que el sufriera por mi culpa. Quería a otra persona y no lo podía ocultar por más tiempo. En estos dos últimos años conocí a una persona completamente diferente a Andrew, alguien que me hizo sentirme diferente y especial.

Sé que después de esto, todo será diferente en mi vida, deje ir a alguien importante que me completaba, deje ir a mi otra mitad, pero dejo entrar a otra que puede a completar la otra mitad que deje ir.

Andrew era el tipo de chavo con la que todas sueñan, guapo, lindo, cariñoso, divertido y celoso pero del celoso divertido. Cuando cumplimos 3 años de noviazgo, yo misma le había propuesto que viviéramos juntos, pero el rechazo la idea diciendo que éramos muy jóvenes aun.

Todo el instituto estaba al tanto de nuestro noviazgo de tantos años, por lo que nos tomaban como la pareja perfecta, lo cual si les soy sincera lo era. Nuestras familias se llevaban bien, nuestras madres se hicieron amigas en el instante en que las presentamos, con decirles que ya planeaban nuestra futura boda.

Éramos felices, vivíamos la típica historia de novela, hasta que los años pasaron, para mí ya no era igual, pero para él seguía siendo lo mejor de su vida.

Le di todo lo que una chava enamorada le podría dar al que creía que era el adecuado, perdí mi virginidad a los 17 años, le di algo más que la simple muestra de amor, le di mi corazón y mi alma entera, y sé que él también me dio todo.

Si les soy sincera me siento vacía y estúpida sin el ahora, pero no quería que sufriera más. Sé que en algún futuro cuando nos volvamos a encontrar todo esto solo será algo eufórico que contar.

Después de todo como me voy a olvidar de mi primer novio que tuve desde los trece años, él me vio crecer y yo lo vi a él, nuestros altos y bajos, nuestros celos que eran estúpidos a tal punto de reírnos sin parar horas después de que se nos pasara el enojo, nuestros secretos, nuestros gustos. Como me voy a poder olvidar de una persona que era mi mejor amigo y a la vez mi novio.

La mirada triste y perdida que tenía no voy hacer capaz de olvidarla nunca, cuando lo vi llorar sentí que mi alma entera se partía en cachos, me sentí tan estúpida al no ser capaz de decirle algo, simplemente lo deje ir.

Pensaba que cuando le digiera me sentiría aliviada y que se me quitaría un peso de encima, pero es todo lo contrario a lo que imagine. Siento que he hecho un error del cual no sé cómo es que voy a salir.

Si la verdad duele tanto, hubiera preferido mentirle.

~
Por que a veces es mejor mentir que hacer daño, pero hay algunas otras ocasiones que esas mentiras te hacen más daño guardandolas.
Y hay algunas otras veces que te haces más daño a ti misma que lo que otras personas te lo pueden hacer.

Acosadora (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora