¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ESTÁBAMOS EN CAMINO a mi casa junto con Rey, la misma noche que anunciaron quién era la ganadora del concurso. Mi mamá aceptó con gusto meter a mi novio en casa, e incluso estaba más contenta que yo.
Era demasiado tarde cuando llegamos a mi casa, por lo que mi mamá ya estaba súper dormida. Rey, al parecer, estaba más despierto que nunca.
— No te voy a dejar de agradecer por todo lo que haces por mí. En serio. — decía, dándome besos sin parar. Yo no podía evitar reírme por su gesto.
Ambos estábamos en la sala, en un sillón, sentados… muy juntos. Sin especificar qué tanto. Él no dejaba de besarme, supongo que en modo de agradecimiento.
— No es nada. Para mí es mejor que vivas conmigo, la verdad. Me haces feliz.
— ¿Queres que veamos una peli? O… capaz, escuchar música. Sé que eso te copa más, además tenemos el mismo gusto de música. No sé, lo que vos quieras, mi reina. — sonrió. No pude evitar reírme.
— ¿Mi reina? — dije sin dejar de sonreír.
— Bueno, si yo soy Rey… deja que vos seas mi reina. — se encogió de hombros.
Mordí mi labio inferior, conteniendo la risa. No podía ser tan tierno.
— Creo que soy tu reina desde el primer momento en que te vi. Pero no quería parecer tan obvia, claro.
— No fuiste para nada obvia; estuve semanas esperando que me des bola. — me miró serio, como reprochándome.
— ¿Valió la pena la espera o no?
— Obvio. Si ahora estoy viviendo con vos en tu casa, abrazados en el sillón de tu casa, juntos… ¿Qué más puedo pedir? Estoy a tu disposición.
— Entonces, si estás a mi disposición… haceme masajes, por fa. Tengo un dolor de cuello horrible. — obvio, ¿cómo no? Aproveché la situación de Rey ultra cariñoso. Él sonrió y obedeció.
Me acomodé mejor en el sillón para que pudiera hacerme masajes, y seguí hablándole. La verdad no sabía si era dolor de cuello o qué, pero sentía algo muy extraño. Una mala sensación. Hizo falta un leve silencio para darme cuenta que a Rey le pasaba lo mismo.
— ¿Vos también te sentís así? — le pregunté. Él asintió despacio.
— No sé por qué. Por un lado estoy súper feliz porque estoy con vos, etcétera… pero por otro, algo me dice que algo está pasando, y no nos estamos enterando. — tragó saliva.
— Mejor me voy a buscar el celular a ver si dicen algo los chicos, ¿sí? — le dije. Él asintió.
Cuando volví con Rey, ya tenía noticias.
— Al parecer, ya no hay dudas; hubo fraude. La ganadora era Mar. Tal y como todos decían. — me senté nuevamente a su lado, mostrándole fotos que había mandado Sasha sobre el porcentaje de que Mar era la ganadora.