Habían pasado, ya dos semanas desde el comienzo de la reconstrucción, pero no había alguna evolución en el trabajo, cada día parecía eterno para cada uno, cada rincón que avanzaban en Erebor, lentamente se desmoronaba con el paso tiempo, pero solo doce enanos no eran bastantes para reconstruir un gran palacio, Dömin se sentó sobre unas rocas, observando como los dos hermanos trabajaban arduamente, mientras ella colocaba su mano, delante de su frente secándose el sudor
-Nunca terminaremos a este paso-dijo Dömin, mirando a los hermanos, mientras se paraba nuevamente acercándose a ellos
-Necesitamos mas de doce enanos involucrados en este trabajo-dijo Kili, tirando sus herramientas en el suelo al igual que Fili
-Tienes razón-dijo Dömin, mirando a Kili con una sonrisa
-Familia, extraños necesitamos de apoyo-dijo Fili mirando a su hermano y a Dömin
-¿Familia?-dijo Dömin pensativa mirando el suelo-esperen-dijo saliendo corriendo de allí, pero Fili la interceptó tomándola del brazo
-¿Adonde iras?-dijo Fili mirándola a los ojos
-Con el rey, debo tener su permiso-dijo Dömin con una sonrisa
-¿Su permiso?-dijo Fili confundido-¿Para que?-dijo mirándola a los ojos
-Ya lo veras-dijo Dömin con una sonrisa, soltándose del brazo de Fili,medí rigiéndose con ThorinEntre diferentes entradas busco al rey de un gran y hermoso reino como era Erebor, necesitaba tener su aprobación, para conseguir mano de obra en el trabajo, con grandes esperanzas, entraba en las entradas pero no se lo encontraba, hasta que al dirigirse a uno de los pasadizos que llevaba al gran tesoro de Erebor, lo encontró con su vista en esas galerías
-Disculpa-dijo Dömin entrando en silencio, donde el rey se encontraba, haciendo una pequeña reverencia
-¿Que sucede Dömin?-dijo Thorin, mirándola con una leve sonrisa agradeciendo la reverencia
-Necesitamos mas manos para este trabajo, mi señor-dijo Dömin con una sonrisa, mirando a Thorin y luego al tesoro
-¿Que tienes en mente?-dijo Thorin acercándose a Dömin con una sonrisa
-Con la ayuda de los pueblerinos de Esgäroth- dijo con una sonrisa, hacia el rey-son personas confiables, nos ayudaran si le damos lo prometido-dijo mirando el tesoro y luego al rey
-No lo se-dijo Thorin apartándose de ella, bajando la cabeza
-Mi señor-dijo Dömin, dejando a Thorin satisfecho, con las palabras emitidas por la joven-solo somos doce personas, no podremos-dijo mirando a su alrededor-caerá en ruinas antes de comenzar su reinado-dijo acercándose al rey
-Pero...-dijo Thorin antes que ella lo interrumpiera
-Esta gobernado por mi tío-dijo Dömin acercándose al rey-es confiable-dijo con una sonrisa hacia el rey
-¿Tu lo crees?-dijo Thorin, mirando a la joven-¿Crees que nos ayudaran?-dijo con una media sonrisa
-Lo harán, mi señor-dijo Dömin con una sonrisa-pero si reciben lo pedido por ellos-dijo mirándolo, mientras asentía con una sonrisa
-¿Como lo haremos?-dijo Thorin mirando a la joven
-No se preocupe, mi señor-dijo Dömin haciendo una pequeña reverenciaDömin salió con una gran sonrisa de aquel pasadizo, pero quería mantenerlo en sorpresa para los demás, entonces debía esperar hasta la noche, donde seria el momento ideal, para comunicarle a Bardo, el plan. Al llegar con los hermanos, continuaron con su trabajo, como siempre lo hacían desde su llegada a Erebor, con una media sonrisa regreso, pero no comunico nada, hasta la mañana siguiente. Con gran precaución siguieron con su trabajo, pero en medio del trono, había unas rocas de un tamaño promedio que estorbaban el lugar de trabajo que necesitaban restaurar
-Kili-dijo Dömin llamándolo con una de sus manos
-¿Que necesitas?-dijo con una media sonrisa Kili
-¿Me ayudas a levantar estas roca?-dijo Dömin, mirando las rocas y luego a Kili
-Claro-dijo Kili mirando a Dömin
-Dömin, lo haré yo-dijo Fili, mirando a Dömin, para que no haga esfuerzo
-Fili, yo puedo-dijo Dömin apartándolo-tu debes descansar, no puedes hacer trabajos forzosos, aun-dijo con una sonrisa, mientras Dömin levantaba junto con Kili una roca pesadaTres eran las piedras que estorbaban el camino de estos jóvenes, uno a uno quitaron las rocas mientras Fili observaba como hacían el trabajo duro y él no podía colaborar por sus heridas, al despejarse el camino los tres continuaron con su trabajo, mientras el sol bajaba con cuidado por el cielo, haciendo que la oscuridad reaparezca, el trabajo había sido duro, el trono de Erebor era grande, la construcción del mismo, era muy semejante a la misma arquitectura de la montaña, con grandes recovecos que lo dejaban como el gran reino de enanos, como era conocido. Dömin y Fili se encontraban en la puerta de la habitación de ella, despidiéndose en la noche, antes de dormirse esperando el nuevo día
ESTÁS LEYENDO
The Hobbit (Nuestra Historia) [2da Parte]
أدب الهواةLa historia continúa, el amor entre Dömin y Fili seguirá floreciendo pero deberá sobrepasar los peligros del mundo ¿Sobrevivirá el amor entre ellos, a pesar de los peligro que enfrenten? Aparecerán nuevos amigos como también viejos, la muerte y la g...