Los enanos de Erebor habían llegado a su reino, la ayuda de los aldeanos de Esgäroth no era necesaria, la ayuda de ellos se brindaría hasta que los habitantes de la montaña llegaran, al suceder eso debían retomar sus actividades en su lugar. En la mañana siguiente Bardo había llegado al reino junto con otros dos caballos mas, entro al reino observando todo a su alrededor y alegrándose de la llegada de los enanos, pero en ese momento el rey al verlo lo condujo hacia unas cámaras, mientras los demás los veían con curiosidad. En el trono se encontraban Fili, Dömin, Bain y Kili, dandole los últimos detalles, dejándolo mas hermoso de lo que había sido una vez, contemplaron armoniosamente el trono desde otro ángulo alegrándose con el trabajo echo, con cuidado tomaron todas las herramientas y se dirigieron con el rey para presentarles su trabajo. Pero cuando se acercaban a la entrada principal en busca del rey, unos hombres salían desde unos pasadizos con tres cofres en sus manos, acercándolo a las afueras del reino, cuando dirigieron su vista hacia el lugar donde salían los hombre, Bardo y Thorin salieron de allí
-Bardo-dijo Dömin acercándose a él, dandole un beso en la mejilla junto con un pequeño abrazo-¿Que sucede?-dijo mirando a su tío y luego al rey
-Thorin cumplió su promesa-dijo Bardo con una sonrisa mirando a Dömin
-¿La ha cumplido?-dijo Fili mirando a su tío
-Así es-dijo una voz que salía de la cámara de donde habían salido Bardo y Thorin-es imposible creerlo-dijo Dis con una sonrisa mirando a sus hijos
-Gracias-dijo Bardo mirando a Dömin con ternura, agachándose, quedado a su misma altura-¿Sabes que debemos irnos, no?-dijo mirándola con una amplia sonrisa
-Lo sé-dijo Dömin mirando sus manos y luego a él
-Eres bienvenida a Esgäroth cuando lo desees-dijo con una sonrisa, mientras la miraba a los ojos-si veo a tu hermano, lo mandare aquí-dijo con una pequeña risita, abrazándola
-Te quiero, Bardo-dijo Dömin con una sonrisa
-Yo también-dijo Bardo, mientras se separaba de ella
-¿Ya debemos irnos, padre?-dijo Bain con una media mueca
-Me temo que si-dijo Bardo, mirándolo con un poco de angustia
-Ha aprendido a pelear, muy bien-dijo Dömin mirando a Bardo y luego a Bain
-¿Es cierto eso Bain?-dijo con sorpresa Bardo
-Así es padre-dijo Bain con una sonrisa, mientras se acercaba a su padre, quien lo felicito
-Adiós Bain-dijo Dömin mirado a su primo con adoración
-Volveré a tener la revancha-dijo Bain dandole un abrazo a Dömin-gracias-dijo al separase de ella
-Ten cuidado en el camino-dijo con una sonrisa, mientras los dos se dirigían a un hombre informándole por medios de señas que estaban listos para partirCon cuidado Bardo y Bain, se dirigieron a la entrada, despidiéndose una vez a más de Dömin, al igual que los demás agradeciéndoles todo lo que habían echo por ellos, al haberle ofrecido refugio en su reino, como también haberles cumplido lo prometido por el rey. Dömin salió hacia las afueras del reino, observando como se alejaban rápidamente de ella, llevándose los cofres de oro, para restaurar la Ciudad del Valle. Fili se acercó hasta ella para que entrara, porque cuando Bain y su padre no pondrían observarse a lo lejos ella permaneció allí, esperando algo teniendo su vista fija al este.
-¿Estas bien?-dijo Fili al colocarse al lado de Dömin
-Si-dijo ella, mirándolo por un breve segundo, volcando su vista en el mismo lugar de antes
-¿Que hay allá?-dijo Fili mirando a Dömin, luego el paisaje que ella miraba para entender la situación
-Paisajes-dijo Dömin mirando Fili, colocándose frente a él-a veces siento...que alguien me llama-dijo mirando hacia el este, con el cuerpo hacia Fili
-¿Quién?-dijo Fili mirándola con curiosidad
-No lo se-dijo Dömin mirando a Fili- solo es un presentimiento-dijo mirando el este
-Debemos terminar-dijo Fili colocando su mano en la mejilla de ella, para que lo observará
-Si-dijo Dömin tomándolo de la mano, para llevárselo adentro de la montañaDömin y Fili, entraron el montaña con sus manos unidas, atravesaron todo los lugares que conducían hacia el trono, obteniendo todas las miradas de los demás, una de ellas era la de Dis, al ver a los dos su corazón se alegro, encontrar a su hijo con una hermosa mujer, sin importar si fuera solo la mitad de una enana y la otra de una mujer, era la persona que hacia feliz a Fili y eso era lo que mas le importaba. Cuando estos dos llegaron al trono Kili se encontraba charlando con Aerandir , pero ellos no quisieron interrumpir entonces se alejaron de allí, para dejarlos a solas
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The Hobbit (Nuestra Historia) [2da Parte]
Hayran KurguLa historia continúa, el amor entre Dömin y Fili seguirá floreciendo pero deberá sobrepasar los peligros del mundo ¿Sobrevivirá el amor entre ellos, a pesar de los peligro que enfrenten? Aparecerán nuevos amigos como también viejos, la muerte y la g...