The Hobbit (Nuestra Historia) [2da Parte]

Capitulo 14 ¿Viaje y propuesta?

Habían pasado un par de días desde la llegada de Läncee a Erebor, su hermana había comenzado con su trabajo en la guardia era un trabajo al cual le dedicaba mucho tiempo, solía ir a los entrenamientos donde se encontraba con Gimli hijo de Gloin. Mientras que ella se ocupaba de su tarea allí, Fili fue personalmente con Balin para proponerle algo muy importante para él

-Hola Balin-dijo Fili, mientras el enano se encontraba en la parte de herrería
-Hola Fili-dijo Balin con una sonrisa al ver a Fili -¿Como estas, muchacho?-dijo limpiándose las manos con una trapo que tenía allí
-Bien Balin...¿y tu?-dijo mirándolo con una sonrisa
-He estado mejor-dijo con una pequeña risa-¿Que se te ofrece?-dijo con emoción
-Necesito que me hagas algo-dijo Fili en voz baja
-¿Que sucede?-dijo Balin extrañado
-Necesito que me hagas un anillo con esta piedra-dijo entregándole una pequeña Gemma verde
-¿Para que lo necesitas?-dijo Balin mirando la Gemma
-Le propondré casamiento a Dömin-dijo con una gran sonrisa
-Fili-dijo con una sonrisa mirándolo con orgullo- haré lo mejor que pueda-dijo con una sonrisa
-Solo no lo menciones, nadie lo sabe aun-dijo con una sonrisa mientras Balin asentía con la cabeza y Fili se iba de allí

Todo iba muy bien en el Reino, no había ningún tipo de problema o discusión entre enanos que produjera producir un verdadero desastre, hasta que en una mañana puso en alerta a muchos de allí. Dömin se encontraba en el salón donde Fili, Kili, Dis y Thorin desayunaban junto con Läncee quien estaba como invitado, para ella era raro que su hermano no estuviese, siempre se despertaba con los primeros rayos del sol, un ruido se escucha provenir del pasillo que conectaba el comedor con el reino, Thorin se colocó en alerta, el metal se escuchaba sonar pensando que era uno de sus guerreros pero al llegar el ruido cerca de ellos solo era Läncee con muchas cosas sobre él

-Hola Läncee-dijo Dömin mirando a Läncee con sus cosas
-Hola a todos-dijo Läncee con una reverencia mirando a todos y luego a su hermana -¿Tienes tus cosas?-dijo rápidamente enfocaron su vista en ella
-¿Mis cosas?-dijo Dömin mirándolo confundido-¿Porque?-dijo pensativa
-¿Recuerdas que iremos a casa?-dijo Läncee con una sonrisa re alzando su mochila a los hombros
-No-dijo Dömin indignada- no me dijiste nada acerca de irnos-dijo mirando a Läncee  y luego a Fili quien no comprendía muy bien la situación
-Por Nuestra Madre-dijo con una sonrisa hacia Dömin-tu sabes a que me refiero-dijo mirándola confundido
-Si, pero no es momento todavía-dijo Dömin parándose del asiento, dirigiéndose a él
-Si salimos tarde no llegaremos-dijo Läncee mirándola un poco serio
-Lo se, pero ellos todavía no han sabido acerca de eso-dijo en voz baja frente a él
-Debes decirle-dijo Läncee mirando a los demás, quienes estaban mirando a los hermanos confundidos
-Lo hare, pero no puedes irte ahora-dijo Dömin enojada hacia Läncee
-¿Sino cuando?-dijo Läncee un poco enojado-hace años que no hacemos esto juntos-dijo tomándole la mano
-Lo sé-dijo Dömin mirándolo a los ojos
-Debes decirles...mañana partiré-dijo Läncee mirando a Dömin- ¿dime que es lo que harás?-dijo separándose de ella, mientras caían unas pequeñas lagrimas de sus ojos
-Dömin ¿Estas bien?-dijo Fili con una tierna voz
-Si-dijo Dömin fríamente, secándose rápidamente los ojos
-Ven-dijo Fili levantándose de su asiento para ir con Dömin, mientras esta se daba la vuelta-¿que sucede?-dijo cuando la vio con los ojos un poco llorosos
-Discúlpenme pero debo retirarme-dijo Dömin al ver a Fili, mientras salía con un trote rápido de allí

Con la repentina aparición de Läncee en la sala y la huida de Dömin todos habían quedado pensativos, nadie sabia el porque de muchas cosas, la conversación reciente y su hermano no era algo que siempre se veía, la preguntas acerca de su madre eran algo confusas. Pero Fili no se negó en ir tras ella, quería saber porque ella estaba así, que era de su madre, porque debían de partir, quería saber cosas de ella, pero se las negaba, trato de seguir a Dömin por los pasillos y entradas del reino, siguiendo el olor de sus cabellos y su pequeño llanto frente a las grandes paredes de enanos, hasta que llegó finalmente en donde ella entrenaba, pero no había nadie allí sólo se escucha un suave llanto proveniente de la sala de entrenamientos