Dömin se había alejado de Fili bruscamente, dejándolo tumbado en el suelo, incapaz de ejecutar algún movimiento de defensa, inmune a cualquier ataque, pero no había nadie quien lo atacar, estaba en un mal estado físico, debido a las cicatrices de la guerra, que comenzaban a aparecer lentamente en su cuerpo. En las frías paredes de Erebor, se podían aliar las voces de estos dos seres, repentinamente Dömin había escapado, sin decide nada concluso, solamente un adiós para su amado, junto con algunas lágrimas en su rostro. Desesperadamente en esta situación Fili llamo a la persona con que podía confiar e ayudarlo en la búsqueda de Dömin, él sabía que no sería fácil volver a tenerla, pero era un riesgo que debía afrontar-Kili-grito Fili, desde la entrada donde Dömin lo había dejado-Kili-dijo nuevamente, hasta que su hermano rápidamente apareció
- ¿Qué sucede Fili?-dijo Kili un poco exaltado, por la reacción de su hermano
-Ayúdame a levantarme-dijo Fili tratando de levantarse del suelo como podía pero no lo logro hasta conseguir ayuda de su hermano
- ¿Dónde esta Dömin?-dijo Kili mirando a todos lados
-No lo se-dijo Fili con la mirada triste-pero no debe estar lejos-dijo mirando a su hermano, quien estaba confundido
-Pero... ¿Porqué te dejo aquí?-dijo Kili mirando a Fili, mientras lo levantaba del suelo, colocando una de las manos de Fili en su cuello, dejando una mano en la cintura de su hermano para poder levantarlo y moverlo con facilidad
-Llévame a la entrada-dijo Fili mirando hacia el frente, mientras Kili lo movía lentamente a la entradaPero ya sería tarde cuando Fili arribara a la entrada, Dömin se había escapado de allí lo antes posible, corrió sin mirar atrás pensando en lo que dejaría, su amor, su familia y toda una vida que podría darle nuevas oportunidades, se dirigió a la costa de la montaña, donde aún se encontraba el pequeño bote perteneciente a Esgäroth, del lugar próximo a su llegada. Pero cuando Fili llego a la entrada, no había rastros de Dömin, miro por donde quiera, tratando de encontrarla pero era imposible, no se la podía divisar, estaba lejos de él, de Erebor pero Fili sabía donde estaría, en titubear aviso a su hermano
-Debo ir a buscarla-dijo Fili separándose de su hermano, pero trastabillo, gracias a su estado físico
-No, Fili-dijo Kili agarrándolo como podía para que no cayera al suelo-debes recuperarte-dijo mirándolo a los ojos
-Ella me curara-dijo Fili mirando el paisaje de la fría noche fuera de la montaña-la necesito conmigo-dijo desviando su mirada a su hermano
- ¿La puedo ir a buscar?-dijo Kili acomodando a Fili en su estado original
-No-dijo rápidamente Fili, mirando a su hermano desconcertado- no vendrá debo ir yo-dijo soltándome lentamente de su hermano
-Debes mejorarte y luego...irás-dijo Kili mirándolo a los ojos
-Pero se irá de allí y no la podré encontrar-dijo Fili tristemente
-Debes tener esperanza-dijo Kili con una media sonrisa, mientras Fili asentía y se alejaban de allíEn la mañana todo estaba en paz o eso parecía, Fili había dormido impaciente y preocupado por Dömin, no sabía donde estaba, necesitaba estar con ella, pero su estado físico lo impedía, nadie entendía la repentina opinión de ella, tomando como consecuencia su huida, Thorin parecía innato a los comentarios y sucesos con relación a la joven pareja, todos estaban preocupados aunque Fili era el que tenía toda la presión y preocupación de ella, pero nadie sabía donde estaba salvo él... Dömin había llegado a las costas de Esgäroth, temprano por la mañana, en busca de su tío, para despedirse e irse con su hermano a Rohan, tratando de olvidar lo que alguna vez llamo amor, consternada camino por los pastizales escasos de aquel insólito valle, destrozado por el fuego de un temible Dragon, con su capacidad visual busco a Bardo, en busca de ayuda pero sólo se encontró a un hombre a cargo de un valle en ruinas, pero a pesa de sus temores y condiciones miro a su sobrina con gran emoción
-Dömin-grito Bardo al visualizarla
-Tío-dijo Dömin corriendo con una gran sonrisa a su tío, quien lo esperaba con sus brazos abiertos
- ¿Qué haces aquí?-dijo Bardo con una sonrisa, abrazándola fuertemente
-Vengo a ayudarte-dijo Dömin separándose de él, dándole una gran sonrisa nuevamente
-Serás muy útil-dijo mirando a su sobrina con emoción-me entere lo que sucedió con Fili-dijo mirándola con una pequeña mueca- ¿Cómo se encuentra?-dijo finalmente
-En realidad no lo se-dijo Dömin bajando la cabeza-su estado no es el mejor, pero esta bien-dijo levantando la mirada hacia Bardo
- ¿Pero no te ha acompañado hasta aquí?-dijo Bardo mirando a todos lados- ¿Acaso viniste tu sola hasta aquí?-dijo un poco indignado
-No hay nuevas oportunidades de volver a verlo-dijo Dömin tristemente
- ¿A qué se debe eso?-dijo Bardo mirando con una pequeña mueca a Dömin
-No quiero hablar de eso...en este momento-dijo mirándolo con angustia- ¿Podría descansar?-dijo mirando a Bardo- he navegado hasta aquí toda la noche-dijo mirando a su tío
-Claro que debes de estarlo-dijo Bardo con una sonrisa-te llevare hasta una de las carpas donde estarás descansando-dijo con una sonrisa comenzando a caminar en uno de los pasillo que había por allí
En el trayecto hacia el lugar donde Bardo la iba a alojar, se encontraba lejano de ellos, pero las miradas hacia Dömin continuaban, observándola como la responsable de la desgracia del pueblo
-Los enanos no deberían de estar aquí-dijo un hombre saliendo de entré una multitud cercana-nos han traído la desgracia junto con la muerte-dijo apuntando a Dömin
-Si-clamaron algunos hombres y mujeres
-Mi señor no podemos dejar a estos enanos entrar en la humildad de nuestro valle-dijo mirando seriamente a Bardo
-Ella es una de nosotros también-exclamo Bardo colocando sus manos en los hombros de Dömin- es hija de mi hermana y permanecerá aquí cuanto ella desee-dijo Bardo mirando al hombre y a la multitud
-Ya cállate niño-dijo un hombre mayor, acercándose al joven que había echo los disturbios-lo lamento, mi señor-dijo mirando a Dömin con una sonrisa
-Pero, Padre-dijo el hombre del disturbio
-Brïmsa Campilë, era ciudadana de aquí-dijo el hombre mayor- y...una gran amiga-dijo con una sonrisa hacia Dömin, tomando al hombre que había acusado del antebrazo arrastrando lo de allí, sin titubear
La multitud lentamente comenzó a dispersarse sin temor de aquel lugar, mientras Dömin y Bardo continuaban su camino hacia el hospedaje de su sobrina, las miradas se fueron rápidamente de ella, aunque la vieran como un enemigo del valle
- ¿Porqué piensan eso de mi?-dijo Dömin mirando a Bardo
- ¿A qué te refieres?-dijo Bardo parando con la marcha mirándola a los ojos
-Nadie me ve como lo deseo, sólo unos pocos-dijo Dömin bajando la cabeza
- ¿Cómo quieres que te vea la gente de los pueblos?-dijo Bardo mirándola con una sonrisa
-Como tu me ves-dijo Dömin con una sonrisa en los labios
-Pero no sólo yo te veo así-dijo Bardo con una sonrisa, siegue el con su camino
Estaban cerca de su destino, una carpa alta y de un color peculiar mezclado con un gris oscuro y un verde claro, se podía observar en aquel lugar, dejando un único lugar para aquella carpa alejada de los demás, ideal para estar en sus pensamientos, reflexionando acerca de todo lo que sucede ene este mundo cruel, pero también habría alguien más en sus pensamientos además de todo aquel mundo
-Adentro tienes la ropa necesaria para cambiarte y estar abrigada-dijo Bardo mirando a Dömin, quien tenía una pequeña sonrisa en su rostro
-Gracias Bardo-dijo Dömin mirándolo a los ojos y luego a la carpa
-Te llamare para la cena-dijo Bardo con una gran sonrisa
-¿Para la cena?-dijo Dömin con los ojos un poco húmedos
-Claro, estamos juntos-dijo Bardo con una sonrisa hacia su sobrina- ¿Porqué lloras?
-Mama decía eso-dijo mirando a Bardo con una gran sonrisa, secándose con las manos las pequeñas lágrimas de sus ojos-me alegra haberte encontrado-dijo con una sonrisa
-A mi también-dijo Bardo con una sonrisa
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The Hobbit (Nuestra Historia) [2da Parte]
FanfictionLa historia continúa, el amor entre Dömin y Fili seguirá floreciendo pero deberá sobrepasar los peligros del mundo ¿Sobrevivirá el amor entre ellos, a pesar de los peligro que enfrenten? Aparecerán nuevos amigos como también viejos, la muerte y la g...