Capitulo 18 ¿Llegamos?¿Amigos o enemigos?

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En la mañana el sol comenzó a iluminar con sus pequeños rayos toda la Tierra Media. Como siempre, Dömin es quien se despierta con esos rayos al hacerlo una sonrisa se dibujó en su rostro cuando encontró a Fili a su lado pero no podía quedarse más tiempo con él porque Läncee estaría esperándola en su cuarto cuando el alba se asomara. Con rapidez, se levanto de la cama cubriendo una parte de su cuerpo donde ambos estaban acostado, dejando que en su espalda sus largos cabellos cayeran.

-Buenos días-dijo Fili mirándola con una sonrisa, mientras entrecerraba un poco sus ojos por la luz que entraba por la ventana
-Buen día-dijo Dömin con una sonrisa mirándolo a los ojos
-¿Ya debes irte?-dijo colocándose en la misma posición que ella
-Si-dijo mirando sus manos
-Fue una hermosa noche-dijo Fili con una sonrisa mientras la tomaba por la barbilla
-Si-dijo Dömin con una sonrisa mientras se daban un pequeño beso en los labios-lo siento pero debo irme, sino Läncee se enterara-dijo con una inocente sonrisa saliendo de la cama, con toda la sabana envuelta en su cuerpo

Cuando ella ya había terminado de cambiarse, al salir de la habitación sus labios volvieron a juntarse por unos segundos, hasta que finalmente debió de salir para evitar que su hermano fuera a verla sin que ella esté allí. Pero él no apareció por un tiempo hasta que el sol había salido, le resultaba raro que él no la fuera a verla ya que siempre lo hacía, con un poco de preocupación salió de su habitación para encontrarse con una hermosa imagen que sus ojos pudieron presenciar. Fili y Läncee charlaban animadamente frente a las puertas del reino junto con una pequeña niña y niño elfo que poseían en sus manos unas pequeñas espadas, aquellos dos niños le hacia recordar a ellos cuando niños entrenando en el bosque buscando a Gandalf como un juego. Entonces con una sonrisa tomo sus cosas y salió de la habitación con su traje habitual pero cuando se acercó hacia ellos noto que los niños ya no estaban

-¿Tienen todo?-dijo Dömin con una sonrisa mirándolo a los dos
-Si-dijo Läncee con una sonrisa mientras le daba un beso en la mejilla
-Aquí lo tengo y ¿tú?-dijo Fili mirándola
-También-dijo ella mirando el piso-esos niños se parecían a nosotros-dijo después de una pausa a su hermano
-Tienes razón-dijo con una sonrisa-solo que aquí tienen todo, comida, hogar, familia-dijo con un poco de angustia
-Todo lo que tuvimos y tenemos-dijo Dömin con una sonrisa
-Si, lo sé pero a veces es difícil saber quién te ayuda y quien no-dijo Läncee mirándolo con angustia a su hermana
-Aunque siempre hay alguien-dijo Fili metiendo se en el tema
-Fili...tú no sabes acerca de esto-dijo Läncee un poco enojado
-Si, que tengo tantos lujos en el castillo, no significa nada-dijo histéricamente
-Läncee, si tuvimos apoyo solo que tú eras un bebé cuando todo sucedió- dijo con una mirada amenazante
-Si-dijo Läncee mirando hacia abajo-será mejor que nos vayamos de aquí, Graneen me espera-dijo con una tímida sonrisa
-Si, debemos irnos lo más rápido de aquí-dijo ella con una sonrisa

Fili y Läncee tomaron sus cosas junto con Dömin y se dirigieron hacia la entrada de Rivendell ya habían echo mucho los elfos para ayudarlos en ese día, que le prestaran un servicio más seria muy ofensivo por parte de los invitados que no tenían nada que ofrecerles. Pero cuando se acercaron hacia la entrada el mismísimo rey los detuvo en la entrada del palacio

-Esperen-dijo el rey mirando a los invitados que se acercaban a la salida del reino
-Señor Elrond-dijo Dömin haciendo una pequeña reverencia al igual que los demás
-No deben de irse aún-dijo con una pequeña sonrisa el elfo
-Pero ya nos ha prestado sus servicios estamos más que agradecidos-dijo Läncee mirándolo
-Lo sé pero el viaje hasta Bree es arduo necesitarán de provisiones-dijo Elrond uniendo sus manos sobre su pecho
-Tenemos provisiones-dijo Dömin con un poco de respeto-no queremos seguir molestando-dijo con una media sonrisa
-No lo hacen-dijo el rey con una sonrisa-son bienvenidos aquí cuando lo deseen, pero...-dijo Elrond mirando el collar de Dömin que le había llamado la atención ya hace mucho tiempo
-¿Se encuentra bien?-dijo Dömin mirando al rey un poco preocupada
-Si-dijo el rey-por favor, acéptenme esto-dijo el rey Elrond, mientras otro elfo se acercaba a la pequeña reunión con una bolsa sobre sus manos
-¿Qué es eso?-dijo Fili mientras el elfo le entregaba a Dömin esa bolsa, con cuidado ella la abrió y de allí saco unos pequeños sobres envolviendo un objeto con unas hojas
-Pan de Lembas-dijo Elrond con una pequeña sonrisa
-Pan de viaje-dijo Dömin mirándolo con admiración
-Por favor acéptenlo-dijo el rey con una media sonrisa
-Esta bien, señor Elrond-dijo Läncee con una sonrisa mirando al elfo-pero el tiempo pasa y debemos de marcharnos-dijo con una pequeña sonrisa
-No hay quien pueda pararlos, mis queridos hermanos-dijo mirando a Dömin y Läncee-les deseo todo lo mejor y que su camino sea próspero-dijo con una sonrisa, mientras Dömin guardaba clan sus pertenencias
-Esto no será lo último que escuchare de ustedes Hijos de Cömpir -dijo con una sonrisa el rey elfo despidiéndose de sus tres invitados

The Hobbit (Nuestra Historia) [2da Parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora