Capitulo 2 Hacia Erebor...

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La noche había sido muy confortable, la lluvia que permaneció durante la noche, no le impido a Dömin y Fili expresar su amor, quedando registrada frente los árboles del valle junto con las pequeñas gotas de agua que caían sobre sus cuerpos, delicadamente, observando la unión de sus labios, con pocas palabras, la mañana se alzaba por el norte, delicadamente, el sol ascendía con un color escarlata delicado como la brisa del lugar. Dömin y Fili se encontraban el la carpa de este último, durmiendo tranquilamente, recordando los preciosos momentos en el que sus sentimientos eran expresados, con sus delicados besos, él se encontraba con una de sus manos debajo de su cuello y otra en la cintura de ella, quien tenia sus manos, junto con su cabeza en el pecho del joven enano, el primero en despertar fue Fili

-Buen día, Dömin-dijo Fili acariciando sus cabellos con la mano debajo de su cuello
-Hola-dijo Dömin con los ojos aun cerrados, pero con una sonrisa en su rostro
-¿Estas bien?-dijo Fili mirándola con una sonrisa
-Si-dijo abriendo los ojos-solo quería asegurarme que estuvieras conmigo-dijo con una sonrisa, mientras Fili depositaba un beso en sus labios
-¿Podemos volver a casa ahora, no?-dijo Fili, mirándola a los ojos
-No lo se-dijo Dömin mirando a Fili-le prometí a Bardo, que les enseñaría a pelear-dijo mirándolo a los ojos
-Te ayudare-dijo Fili con una sonrisa hacia Dömin
-¿Lo harás?-dijo Dömin levantándose unos centímetros de la cama
-Solo si estoy a tu lado, porque es lo único que me importa-dijo Fili con una sonrisa
-Gracias-dijo Dömin dandole un beso en los labios a Fili, mientras esté la abrazaba con sus brazos, colocándola arriba suyo, siguiendo con sus besos- te extrañe mucho-dijo con una sonrisa continuando con sus besos
-Pero ya me tienes aquí, no hay de que preocuparse-dijo Fili mirándola a los ojos
-Tienes razón-dijo Dömin con una sonrisa-debemos ir a desayunar-dijo Dömin alejándose de Fili

Dömin y Fili salieron de allí, para ir al encuentro con Bardo y sus hijos, comunicándole esta gran noticia, no solamente la de su regreso sino la de una compañía más en el entrenamiento, si el señor del valle lo permitía, los dos se dirigieron hacia los aposentos de Bardo, donde irían a desayunar para luego entrenar, una vez llegado a los aposentos Dömin fue la primera en entrar

-Hola tío-dijo Dömin dandole un beso en la mejilla a Bardo -hola chicos-dijo luego haciendo el mismo gesto para sus primos
-¿Como descansaste, Dömin?-dijo Bardo, sirviendo un plato para Dömin
-Bien, gracias-dijo Dömin con una sonrisa-debo hacerte unas peticiones-dijo tomando sus manos
-¿Que sucede?-dijo Bardo, seriamente
-Deseo que alguien mas nos acompañe-dijo Dömin con una pequeña sonrisa
-¿Quién?-dijo Bardo, mirando a su sobrina con una pequeña sonrisa, en ese momento Dömin salió de la carpa, al cabo de unos segundo volvió a entrar, pero con Fili-ya veo-dijo Bardo, sirviendo el desayuno-tengan-dijo entregándoles  dos platos con alimentos-deben alimentarse- dijo con un sonrisa, mientras los dos aceptaban los platos cálidamente con una sonrisa, sentándose en la mesa
-Además...deseamos que nosotros dos nos encarguemos del entrenamiento-dijo Dömin con una sonrisa, mirando a Bardo y luego a Bain
-Eso no será un problema-dijo Bardo, terminando su plato de comida

Al terminar el desayuno, Dömin y Fili junto con Bain se dirigieron al lugar, donde estaban entrenado, se podía ver el desempeño de cada unos de los estudiantes, pero el más destacados de ellos era su primo, el vaivén que producía con su espada, era realmente feroz, peleaba como un buen guerrero, pero necesitaba que todos supieran lo mismo que Bain, entonces su estadía en el valle se extendió, por un largo tiempo, posponiendo todo aquel plan que deseaban o tenían en mente, dejándolo todo en el pasado, porque este entrenamiento duraría unos largos días. Al cabo de unos diez días, estaba todo listo para partir, el encargado de los entrenamientos era, Bain, quien aumentaba sus habilidades con el tiempo, convirtiéndose en un hombre, además de buen agrado, con un pequeño barco y con sus cosas en él, los aldeanos contribuyeron para que esta pequeña pareja se dirigiera a su hogar Erebor, con los remos comenzaron a navegar por el río, hacia la montaña, el trayecto se hacia cada vez mas largo, pero no importaban las medidas, mientras ellos se encontraban juntos

The Hobbit (Nuestra Historia) [2da Parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora