Capitulo 15 El viaje (parte 1)

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La mañana había comenzado Dömin y Fili se encontraban en la puerta esperando por la llegada de Läncee, quien estaba organizando las últimas cosas para partir. Mientras tanto los dos jóvenes enanos se encontraban en la boca de la entrada de Erebor, en un pequeño lugar bajo la sombra

-No es necesario que debas acompañarnos-dijo Dömin mirándolo a los ojos, mientras apoyaba su mochila que estaba sobre sus hombros contra una pared
-No es una obligación, vine por mi parte-dijo Fili mirándolo con ternura, mientras ella se quedaba en silencio observándola
-Gracias-dijo luego de un pausa a Fili-es muy importante para mí este viaje-dijo bajando la cabeza
-Dömin-dijo Fili acercándose a ella levantándole el mentón, mirándola a los ojos
-...necesitaba hacer este viaje -dijo mientras Fili comenzaba a abrazarla, acariciándole los cabellos
-Tranquila no pasa nada-dijo acariciando sus cabellos delicadamente, para poder tranquilizarla y comenzar este viaje con mejor ánimo

-Ya estoy-dijo Läncee entrando en el pasadizo donde Fili y Dömin se encontraban
-¿Estas bien?-dijo Fili colocando sus manos en los cachetes, acariciandolos con cuidado, mientras ella asentía con la cabeza-si-dijo apartándose de Dömin para poder saludar a Läncee
-Es tiempo-dijo Läncee mirando a Dömin con delicadeza
-Si-dijo Dömin erigiéndose para poder empezar el viaje
-Tengo que avisarte algo antes de comenzar el viaje-dijo Läncee mirando a Dömin con seriedad
-Dime...¿sucede algo?-dijo Dömin mirándolo preocupada
-No, solamente que le encargue a Graneen encontrarnos en Bree-dijo Läncee mirando a su hermana con una pequeña sonrisa
-¿Cuál es el problema?-dijo Dömin con una sonrisa hacia él-¿podrá venir sola de Rohan hasta Bree?-dijo preocupada
-Será escoltada por un amigo cerca de allí-dijo Läncee mirándola con una sonrisa
-Entonces debemos de irnos-dijo Dömin mirando a su hermano y Fili-no hay que perder más tiempo-dijo mirando a los dos hombres que amaba, dirigiéndose a la entrada

Los guardias los dejaron pasar libremente, sin tener que pedir algún permiso del rey, ya que los había autorizado o eso creía, pero sabían que no tenían toda su bendición en el viaje, especialmente por Fili. El viaje era extenso, debían de tomar suficientes atajos para poder llegar a tiempo, solamente faltaban unos días para cumplir su pacto

-No tenemos tiempo y el camino es largo-dijo Läncee quien iba adelante seguido por Dömin y Fili
-Bree está lejos, pero con la ayuda de unos pones podríamos llegar sin problema alguno-dijo mirando a Läncee
-No es tan fácil-dijo Läncee mirando a Dömin
-Podríamos conseguir unos pones en La Ciudad De Dale-dijo Fili mirando a Läncee
-¿Crees que nos darán su ayuda?-dijo Läncee míranos a Fili
-Deberán, el príncipe necesita de su ayuda-dijo mirándolo con una sonrisa
-Hagamos solo una pequeña pausa-dijo Läncee mirando la ciudad que se encontraba a unos metros de ellos
-Lo más rápido posible-dijo Dömin mirando a Fili y a Läncee, desviando él caminos hacia Dale

Una vez en aquella ciudad, los pueblerinos contribuyeron con honor y respeto al pedido del príncipe, unos pones junto con un caballo habían entregado, dando también un poco de provisiones para su arduo y extenso viaje. Una vez terminada su parada montaron los animales e partieron viaje hacia lo conocido, en el camino cada andanza se contaban las aventuras que Dömin había tenido con su hermano, teniendo un amplio recuerdo para ambos

-Tuviste muchos amigos en estos años-dijo Dömin mirando a su hermano
-Solo son compañías de viaje y simples favores-dijo Läncee mirando hacia el frente
-Salvar la vida no es un simple favor como tú dices-dijo Dömin con una sonrisa
-Pero es un acto de bondad-dijo Fili con una sonrisa-Los dos han pasado por lo mismo, salvar la vida de las personas que luego por un simple acto, terminan amándolas- dijo Fili con una sonrisa recordando la batalla en la que por gracia de Dömin él fue salvado
-Veo que tú también has pasado por algo similar, querida hermana-dijo Läncee mirándola con una pícara sonrisa
-Hermano, es difícil ver a un simple individuo como un ser distinto que se complementa contigo y deseas ser feliz con él. Pero a veces eso parece lejano, encontrar a alguien que te ame-dijo Dömin mirando a Fili con una sonrisa
-Graneen-dijo Läncee con una sonrisa, pero sus pensamientos se nublaron cuando vio frente a sus ojos el bosque negro
-Mirkwood-dijo Dömin con una media sonrisa
-¿Como pasaremos ahora?-dijo Fili mirando el bosque
-Por la entrada de los Eldar-dijo muy tranquilo Läncee
-¿Cómo?-dijo Dömin preocupada-No somos elfos-dijo perturbada
-No debes de ser un elfo para pasar-dijo Läncee comenzando a bajar del caballo
-Claro que debes-dijo Dömin mirando la entrada y a su hermano
-No si alguien te enseño el camino-dijo Fili  mirando a Läncee curioso
-¿Quién te enseñó el camino?-dijo Dömin mirándolo con curiosidad
-Un viejo amigo-dijo Läncee con una sonrisa recordándolo
-¿Ya has atravesado este camino con él?-dijo Fili bajando del caballo al igual que Dömin
-Si-dijo Läncee mirando a los dos enanos que estaban detrás de él
-¿Quién te lo enseño?-dijo Dömin un poco enojada
-El príncipe de este reino-dijo Läncee entrando en el bosque, mientras lo demás quedaban sorprendidos por la reacción del hermano de Dömin

The Hobbit (Nuestra Historia) [2da Parte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora