The Hobbit (Nuestra Historia) [2da Parte]

Capitulo 19 ¿Conocemos este lugar? [Corto]

Pero cuando la puerta marrón claro de su casa se abrió todo parecía un sueño, Dömin se quedo petrificada en el marco de la puerta, mirando todo a su alrededor vio la puerta comenzando a tocar delicadamente unas marcas que estaban talladas con un cuchillo indicando la altura Läncee y ella. Con su mano izquierda en el marco de la puerta giro su cuerpo mirando el interior de la casa, hasta que su hermano se acerco a ella con una sonrisa, pero la expresión de Dömin era confusa podía interpretársela como una mirada de fascinación, de inquietud como también de miedo

-Dömin ¿estás bien?- dijo Läncee colocando su mano en el hombro derecho de ella, mientras su hermana recorría su brazo con la mirada hasta encontrarse con sus ojos
-¿Qué...es...lo...que....hicis?-dijo interrumpidamente con unas lágrimas en sus ojos
-La limpie para ti hace ya muchos años-dijo Läncee mirando el interior de la casa y luego a ella-cuando volvieras a casa-dijo con una sonrisa
-Es...igual que antes-dijo Dömin secándose unas lágrimas-cuand ok nuestros padre vivían-dijo abrazando a Läncee fuertemente-¿volverá a ser todo lo mismo?-dijo mientras unas lágrimas de emoción caían sobre los costados de su mejilla
-Si aunque tengamos nuestras propias familias, siempre seremos hermanos es un vínculo increblantable- dijo Läncee mirándola a los ojos
-Gracias Läncee-dijo Dömin dejando a un lado del salón principal sus armas para ver su hogar renovado

Las habitaciones estaban intactas, aunque el tiempo hubiera pasado todavía se podía oler las flores del vecino Mr. Troquel que cada mañana las regaba para no olvidarse en la noche. Los floreros, cuadros, muebles todo estaba en el orden que había estado siempre con constante e intacto equilibrio, los pisos color rojizo con las paredes de madera y un techo color verde oscuro mezclado con un azul oscuro, una casa acogedora, llena de ventanas como debía de ser. Läncee guió a todos a sus habitaciones, aunque el elfo se quedaría solo esa noche, él dormirían en lo que alguna vez fue un cuarto de juegos, mientras que Dömin estaba en su recámara que poseía desde niña, ver todos sus muebles desde el marco de la puerta se vio así misma jugando con su hermano. Mientras que a Fili lo llevó hacia una pequeña habitación que estaba a unos metros de la habitación de ella

-Este es tu cuarto-dijo Läncee mirando a Fili seriamente-aquí dormirás toda la noche-dijo acentuando la última palabra mientras abría la puerta
-Gracias-dijo Fili temeroso, entrando en la habitación-¿Qué era este cuarto?-dijo mirando todo el lugar
-La recámara para los huéspedes-dijo Läncee mirándolo de pies a cabeza-pero si no te gusta... Puedes ir con el elfo, creo que tiene más lugar-dijo con una risita
-No es perfecto-dijo Fili haciendo una pequeña reverencia agradeciendo el espacio

Todos desempacaron sus cosas en sus respectivas habitaciones, el orden de ellas era primero la de Dömin, luego la habitación en la que estaba Legolas, luego estaban Läncee y Graneen y por último Fili, el hermano de Dömin se había asegurado de que la habitación del enano estuviera cerca de la suya para poder espiarlo asegurándose de que estuviera en su habitación toda la noche. Cuando llegó la hora de comer, todos se acercaron hacia la mesa sentándose cada unos en la silla que ellos escogieron a excepción de Legolas, quien no había dejado sus cosas en la habitación sino que había preparado sus armas como quien se prepara para lo inesperado

-Legolas ¿qué haces así?-dijo Läncee mirando a su amigo mientras se levantaba
-Tengo una misión-dijo Legolas mirando a Läncee con un poco de nostalgia
-¿Cuál?-dijo Läncee acercándose a él
-Me la dio mi padre y no la estoy cumpliendo-dijo mirándolo con indiferencia
-¿Es importante?-dijo mirándolo con nostalgia
-Todas son importantes solo que en un menor grado-dijo Legolas con una media sonrisa
-Espero que tu viaje sea próspero-dijo Läncee colocando su mano en su corazón extendiéndola hacia Legolas al igual que él
-Todo amigo de Läncee es amigo mío, sin importar su raza-dijo Legolas mirando a Dömin y Fili
-La próxima vez que nos veamos encárgate de no encerrarnos-dijo Dömin con una pequeña risa, al igual que Legolas
-Que Eru te acompañe Graneen-dijo Legolas mirando a la joven-que ese niño sea próspero para ambos-dijo dirigiéndose a la puerta