¿Inalcanzable? (Jos Canela y ___tn)

Capítulo 60- "Luna de miel"

Capítulo final
FALTA EL EPÍLOGO

Jos: vamos amor, apresúrate

_______: listo

Nos subimos al auto de Jos y nos pusimos en marcha a la playa, donde sería nuestra luna de miel.

_______: dormiré un rato

Jos: claro, te despierto al llegar

Asentí y acomodé mi cabeza en el respaldo del asiento.

(...)

Jos: amor...despierta- sentía en mi cuerpo un pequeño ladeo

Abrí los ojos delicadamente; en eso me encontré con una hermosa brisa chocando en mi cara y un hermoso paisaje.
Bajé del carro y observé que no estabamos en un hotel, sino en una casa con alberca y cerca del mar.

Jos: es aquí

Asentí mientras caminabamos para entrar a la casa.

(...)

_______: bien, veamos que hay aquí

Tomé unos papeles que estaban sobre un pequeño tocador.

Jos: ¿Qué es?

_______: tenemos una cena a la cual debemos asistir...es en la playa- señalé afuera y seguí leyendo aquellos papeles- y podemos pedir lo que queramos, el gasto ya está cubierto

Jos: ¿Eso quiere decir que puedo comer lo que quiera? - comenzó a abrir sus ojos como dos platos gigantes, no pude evitar soltar la carcajada

Al controlarme asentí. La cena es hoy asi que veré si empaqué un lindo vestido que pueda usar.

Después de buscar y tratar de escoger entre la ropa que llevaba en la maleta, pude encontrar un lindo vestido rojo con encaje, también traía unos guaraches beige que convinaban perfectamente con el vestido. Creo que ya tengo lo que usaré.

Jos: ¿Por qué las mujeres tardan tanto en escoger su ropa?

_______: Para no vernos...mal

Jos: yo no me tardo ¿Acaso me veo mal?

Solo reí y negué con la cabeza. Cuando voltié a ver a Jos estaba haciendo pucheros y lo veía de arriba a abajo, luego me miró y frunció el ceño.

_______: amor, no te ves mal, entiendelo

Jos: esta bien, te creo

Salimos a pedir de comer a un pequeño restaurante que había a un lado de la casa.
La comida estuvo deliciosa pero por desgracia mis náuseas volvieron un rato después, las calme con una pastilla que el doctor me recetó.

Estuvimos en la alberca hasta que mis dedos parecían pasas, asi que salí de la alberca y me aproximé a bañarme para irme arreglando.
(...)

Era la hora de la cena y Jos apenas estaba llegando de la alberca algo requemado pero igual de guapo. Sólo lo veía sin decir nada.