Prisoner of Love (YAOI)

Cap. 20 (Subaru y Ryo) | Parte 4

PoV. Subaru

*Brr* *Brr*

Escuché el sonido de mi celular. No pude ignorarlo por lo que rápido me levanté de la cama y fui a mi pantalón, saqué el celular y lo miré.

"Necesito decirte algo muy importante, no puedo seguir ocultándolo.

Atte. Ryo"

-Tch...-. Refunfuñé. Cerré el celular y lo apreté con fuerza, dudé por unos segundos. –Maldición...-. Caminé hasta la cama donde estaba Yuki.

-Tengo que irme-. Le dije cerca a su rostro. –No te vayas a escapar-.

Me vestí y salí a toda prisa de la habitación. Rápido fui a la puerta principal, sin tiempo que perder caminé por varias calles que daban a un parque, antes de llegar miré la hora...

-10:30...-. Dije en voz baja mientras llegaba.

¿Qué quiere Ryo a estas horas? Maldición. Aún peor dejé a Yuki en casa.

-Subaru...-.

-¿Ryo?-. Le llamé cuando noté que estaba detrás de mí.

-Quiero hablar contigo...-. Dijo cabizbajo.

-Entonces hazlo...-. Le dije mientras lo miraba pero aún seguía con la mirada en el suelo.

-Vamos a mi casa...-. Se dio media vuelta para comenzar a caminar pero antes de eso le detuve.

-Hazlo aquí-.

-No puedo, esto es serio...-. Levantó la mirada.

Al ver sus ojos me sobresalté, entendí que no se trataba de un juego, además viniendo de este chico puede y sea grave.

-Está bien...-. Acepté.

Ryo asintió, solté su brazo y ambos comenzamos a caminar, él me llevará a su casa pero ¿Estará bien? Sus padres... bueno no es como si me importara, puedo decir que soy un amigo.

De camino Ryo no decía ninguna palabra, a decir verdad creo y es del tipo serio pero se siente diferente, esta vez puedo saber que esta tenso con solo mirar sus manos.

-Ryo...-. Le hablé con un tono frío.

-¿Q-que sucede?-. Se sobresaltó.

-Nada, no es nada-.

Lo sabía, este chico... tiene algo verdaderamente importante que decirme.

.................................

Al estar en su casa abrió la puerta con cuidado pero se había tardado ya que sus manos eran un poco torpes.

-Pasa...-. Fui el primero en entrar. No había nadie a excepción de nosotros. -¿Tus padres?...-. Pregunté.

-Ellos no están, salieron de viaje-. Dijo mientras cerraba la puerta.

-Bien... ¿De qué quieres hablar?-. Di media vuelta y le fulminé con la mirada.

Bajó sus cosas dejándolas sobre el suelo, sin responderme caminó hacia mí y me tomó de la ropa.

-M-me gustas... Subaru-.

-¿Eh?-. Me sobresalté.

-Como te dije, me gustas, no sé cómo pasó-. Su mano estaba temblando pero aún no me soltaba.

-Es imposible, yo no puedo gustarte-. Le dije mientras tomaba su mano y la apartaba.

-¡No estoy mintiendo! ¡Es verdad!-. Gritó. –No sé cómo me empezaste a gustar-. Sollozó.