Narra Erin.
Los gemidos se escuchaban por toda la casa. Cada segundo que pasaba pensaba que llegaría al límite. Que gritaría más que nadie en el mundo. Lo mataré. Juro que lo haré.
- ¡Erin, ve a decirle a Jayden que deje de tener sexo con chicas a estas horas! -Mis hermanos ya empezaban a quejarse y yo tenía que hacer de hermana mayor.
- Voy. -Me levanté de la cama.
Desde que mis padres se fueron de viaje muy seguido, Jayden se queda en casa para cuidar de mis hermanos. Pero el chico aprovecha para follarse a alguna todas las putas noches. Y yo hago lo mismo todos los días.
- ¡Jayden, tienes que parar ya, o sino le pegarás el sida! ¡El médico te dijo que no podrías mantener relaciones sexuales! -Grité mientras aporreaba su puerta. Los gemidos dejaron de escucharse y se escuchó un grito por parte de la chica. Se irá a su casa, Jayden saldrá cabreado por no haber terminado, se dará una ducha de agua fría y se irá a dormir.
- ¡No vuelvas a llamarme! -La chica salió indignada de la habitación y le sonreí con cinismo. Se escuchó un golpe de la puerta de entrada y supe que ya se había marchado.
- ¿Algún día me dejarás que eche un polvo en paz? ¿O será así todas las noches? -Y aquí está el Jayden cabreado.
- El día que te traigas a una zorra que grite menos, o tú gimas más bajo. Claro, que podrás echar un polvo en paz, mientras tanto, te jodes. -Iba a irme a mi habitación pero me agarró del brazo.
- ¿Te pasa algo? -Preguntó.
- ¿A mí? Nada. Solo quiero irme a dormir. Buenas noches Jayden.
Me fui a mi habitación y me tiré boca abajo en la cama. ¿Cómo puede ser que siempre sea así? ¿Todos los días lo mismo? Llevo conviviendo con ese bestia desde que tengo trece años, con que por lo tanto, hace tres años que prácticamente vive aquí. El primer año fue el mejor. Pasaba mucho tiempo conmigo, cuidaba de mis hermanos. Era un chico normal. Ahora es un puto que se trae a cada guarra que es impresionante como no le entra nada malo. Y no, no estoy celosa. No debería estarlo. No soy nada suyo ni quiero serlo. Aunque he de reconocer que el primer año que estuvo aquí, estuve completamente loca por él. Y cada vez que me llamaba 'princesita' me gustaba mucho más. Pero eso dejó de ser así desde que se convirtió en el puto que es ahora. Claro que me cae bien, es más, me divierto muchísimo con él. Pero a estas horas no hay ni un alma que lo aguante.
- ¿Erin? -Jayden llamó a mi puerta y el corazón empezó a latirme muy deprisa. No me gusta. Son las hormonas, eso, las hormonas.
- ¿Qué?
- ¿Puedo pasar?
- Está bien...
Jayden entró y cerró la puerta con cuidado de no hacer ruido para despertar a mis ya dormidos hermanos. ¡Tendrían que estar despiertos y salvarme de este momento!
- Algo te pasa. -Dijo observándome.
- Te he dicho que no me pasa nada. -Dije sonando muy convincente.
- Sé que te pasa algo. Estoy completamente seguro.
- Es decir, que tú sabes algo que ni yo misma sé de mi misma.
- ¿Ves? Antes no eras tan borde conmigo.
- Jayden, son las dos de la mañana. Y no hemos dormido gracias a los gemidos de tu... bueno, que no hemos dormido. Así que tengo mucho sueño y no tengo ganas de escuchar a nadie.
- ¿Ni si quiera a mi? -Se acercó mucho más a mi y pude sentir su respiración en mi cara. Yo no puedo aguantar esto.
- Jayden, vete por favor. -Tenía lágrimas acumuladas en los ojos y ni si quiera sabía por qué.
- No llores. Por favor, dime qué te pasa. Hablo en serio, estoy preocupado por ti. Llevas así ya unos días. -Sonaba desesperado y no sabía por qué. Sé que preocuparse por mi es su trabajo. Pero no entiendo por qué se lo toma tan a pecho. Inspiré profundamente.
- Vete.
- No pienso irme.
- ¡Jayden, que te largues! -Me miró un momento dudando. Sé que quiere hacer o decir algo, y sin embargo está ahí plantado, quieto y callado.
- Que descanses. -Se levantó de la cama y salió de mi habitación tal y como entró, sin hacer el más mínimo ruido.
¿De verdad llevo así ya unos días? Bendito el que me aguante. Ni yo sé por qué me estoy comportando así. ¿Qué mierda me está pasando? Espero que sea la edad y que esto se me pase pronto.
Cuando creí que por fin me quedaría dormida un ruido tremendo hizo que me levantase de la cama de golpe. ¿¡Qué mierda ha sido eso!?
Salgo al pasillo y visualizo a Jayden al final de las escaleras, no me jodas que se ha caído.
- Jayden, ¿te has caído? -Pregunté mientras bajaba por las escaleras.
- No. Es que me divierte tirarme de cabeza al suelo. Es un hobbie que tengo. -Dijo irónicamente mientras se tocaba la cabeza. Le ha tenido que doler muchísimo y tiene su orgullo de macho subidito porque yo estoy aquí.
- Déjame ver si te has hecho algo. -Se quedó quieto y miré su cabeza. No tiene nada. Menos mal. -No ha sido nada. Podrías haberte abierto la cabeza, pero por suerte eres un cabeza dura. -Le di un golpe en la nuca y se rió.
- ¿Y eso por qué?
- Por hacer tanto ruido cuando estaba a punto de quedarme dormida.
- Ah.
- Por cierto, ¿dónde coño ibas a esta hora?
- Iba a bajar a beber agua, pero me distraje y terminé aquí tirado.
- Interesante.
- Más interesante sería si me ayudases a levantarme, ¿no?
- Bueno, si te hace ilusión. -Le tendí mi mano y le ayudé a levantarse. Me arrepentí al instante porque terminó muy cerca de mi. Dos veces ya en la misma noche, genial. Nótese el sarcasmo.
- ¿Pasaría algo si te dijese que me muero por besarte?
Y mi corazón empezó a latir a mil por hora.
Y abrí los ojos muchísimo.
Y me empezaron a temblar las piernas.
Pero todo eso cesó en cuanto puso sus labios sobre los míos.
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Aquí está el primer capítulo de esta novela. Quiero agradeceros por los votos y comentarios del prólogo y espero que poco a poco vayan subiendo.
Espero que os guste este primer capítulo.
¡Gracias por leer, votar y/o comentar!
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Next To You.
Novela JuvenilErin Summers siempre pensó que la idea de tener un niñero era horrible y la tratarían como una niña pequeña sin serlo. Aunque todo cambia cuando a su vida llega Jayden, el niñero que cuidará de ella y sus hermanos durante un tiempo. Al principio tod...