T & O es porque te odio || Percabeth

Capítulo 17: Expecto Patronum.

Capítulo 17: Expecto patronum.

Hoy no era su mejor día.

¿Por qué su padre siempre viajaba? Ya estaba harta de eso, y de tene que aguantar a su madrastra.

Lo bueno fue que esta vez había pedido permiso para quedarse el fin de semana en casa de Piper, su padre aceptó siempre y cuando dejarán a Piper. Aunque claramente había sido su amiga quien la había invitado a quedarse, por lo que ya no tuve problema con que él le diera el permiso.

Ahora se encontraba en la casa de la susodicha —recostada sobre la cómoda cama de ella— y pensando sobre la discusión que había tenido con Percy, sus palabras le habían dolido, aunque ella también no fue algo dulce que digamos, ¿por qué siempre tenían que discutir? A veces se preguntaba aquello, ¿qué hubiese pasado si hubieran sido amigos? Y no lo sabría si nunca trataban de hacer las paces.

Estaba estresada por todo lo que sucedía, y se preguntaba por qué tenía que pasarle esto a ella.

—Hola Anne —saludó Hazel, entrando a la habitación y sentándose a la orilla de la cama.

Annabeth se incorporó de inmediato. —Oh, hola Hazel, ¿y Piper? — preguntó  por la morena de ojos caleidoscopio.

—Fue por nuestros disfraces, te vi muy pensativa, ¿en qué pensabas? —preguntó con curiosidad.

—En todo lo que me ha pasado durante este últimos meses —respondió nostálgica, mientras suspiraba.

—Y de eso, ¿a qué te refieres exactamente? —preguntó.

Annabeth le contó casi todo, desde su relación de odio con Jackson hasta el hecho de que su padre casi siempre estaba ausente; aunque omitió el hecho de que su madrastra la maltrataba, eso nadie lo sabía, nadie.

—Oh, vaya, yo también tendría una jaqueca con todo eso. Pero tranquila, aquí estamos nosotras Anne, siempre para ayudarte, recuerda eso —Hazel esbozó una sonrisa, para que supiera que siempre podía contar con ella.

—Gracias —Annabeth esbozó una sonrisa.

—Aunque creo que tú y Percy deberían ya de una vez hacer las paces y volverse amigos tan siquiera, en serio que el verles discutir es ya una costumbre, ¿cuándo terminarán con todo eso? —preguntó Hazel.

—Creo que nunca acabará —respondió ella—. El odio que tenemos es mutuo, así que dense por vencidos tú y los chicos, porque nunca conseguirán que sesos de alga y yo seamos amigos —contestó.

—Si tu dices, ¿pero qué me dices acerca del beso que tuvieron? —preguntó Hazel divertida, alzando las cejas.

Annabeth tomó una almohada que estaba a su alcance, y le dio en la cara con ésta.

—Te lo mereces —dijo para luego echarse a reír.

—Oh, no te salvas —Hazel tomó otra almohada y le dio a Annabeth en la cara también, así ambas chicas comenzaron una guerra de almohadas entre ellas.

—¡Basta! —exclamó Piper, desde el umbral de la puerta, con tres disfraces en mano.

—¡Piper! —gritaron ambas chicas, sorprendidas.

—Si, las he pillado, ahora dejen esas almohadas —ordenó ella—. Ahora.

Ellas dejaron las almohadas en su lugar y se sentaron en la cama, después de unos segundos todas se echaron a reír por como habían actuado.

—¿Ya traes los disfraces? —preguntó Annabeth cambiando de tema.

—Oh, sí, aquí tienen —contestó Piper entregando el disfraz a cada una que traía en sus brazos.